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jueves, 14 de enero de 2016

"Había una vez...






un  circo, que alegraba siempre el corazón". Ya casi nos habíamos olvidado del circo, y ayer resurgió donde menos se esperaba para pesadilla de algunos. ¿Un preludio de lo que será POdemos? El tiempo lo dirá. Hubo de todo. Hasta un bebé -que visto lo visto- fue quien mejor de comportó; su madre, Carolina Bescansa,  (número tres  de POdemos) hizo el numerito sin aún saber qué pretendía ¿O sí?  Algo tierno y maternal, si no fuera porque el lugar de los niños no está en los parlamentos sino en la guardería. Si lo que se pretende es denunciar la desigualdad entre hombres y mujeres, violencia de género y reivindicar derechos para la mujer, hay otros modos para hacerlo dentro de un parlamento, con la palabra y la argumentación. En cuanto a levantar los brazos en el momento del juramento, con el grito "Sí se puede", es solo el preludio de lo que vendrá. La sesión ha comenzado.
Para número, el de Pedro Sánchez, Secretario General del PSOE, que  al ser cortejado por el PP para formar gobierno, sigue con un NO rotundo, como novia pretendida que guarda celosa su virginidad ante la proposición indecente del "corrupto" PP. NO es No -dice el incorrupto Pedro Sánchez-. Después del espectáculo de Cataluña, y el de ayer en el parlamento, los socialistas sensatos están convencidos que la solución menos mala es apoyar un gobierno del PP con Mariano Rajoy, o sin él, en un giro hacia la derecha, ya que por la izquierda los números lo impiden. Son inteligentes y saben que unas nuevas elecciones convertirían al PSOE en un partido irrelevante y residual en el panorama político español, (subrían PP y POdemos, y sería el final de la carrera política de Pedro Sánchez, aunque esto es lo de menos) ¿Para qué alargar la agonía? Hay movimientos en esa dirección, aunque no lo digan públicamente. La opinión pública española ha de movilizarse, para presionar a los socialistas a dar este paso que España necesita con urgencia. No hay tiempo que perder. La alternativa la vimos ayer en el parlamento, la sesión acaba de empezar. Mientras Dieguito (el hijo de Bescansa) no le dé por tocarnos los botones... !Tranquilos, que aún faltan los payasos!



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