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sábado, 9 de enero de 2016

Charlie Hebbdo









Se equivoca Charlie Hebbdo. Su portada es una torpeza que arremete contra la religión y contra todos los creyentes. No mata Dios, ni matan las religiones, ni las ideas: Matan los hombres, el fanatismo y la ignorancia. Mata el adoctrinamiento fanático de algunos, alimentado por una falsa interpretación doctrinaria de la religión, que les lleva a planteamientos erróneo, todo, puesto al servicio de intereses ajenos a la religión. La historia de la humanidad así lo demuestra para quienes quieran verlo. Los crímenes más atroces de exterminio de la humanidad no provienen de las religiones; la mayoría de sus fieles y creyentes, -sean cristianos, judíos o musulmanes-, son gente pacífica con ideas y postulados que enriquecen su vida con las virtudes de paz, solidaridad, y misericordia; creer lo contrario, carece de rigor histórico y muestra una interpretación de la historia torticera, ventagista y atentatoria contra la propia verdad. Los mayores exterminios de la humanidad se han justificado apelando a las ideas de exaltación y superioridad de una determinada raza, a los nacionalismos excluyentes, y a todos los sistemas totalitarios terminados en "ismo" -tanto de derechas como de izquierdas- (nazismo, comunismo, fascismo), que han impuesto la ideología por encima de la democracia. Las ideologías nacidas a raíz de "la muerte de Dios" de Nietzsche y su postura nihilista, han sido más perniciosas para la humanidad en su devenir histórico, que cualquier religión, que surge como respuesta en el ámbito sociológico a inquietudes de búsqueda del sentido. No conozco ninguna religión que en su programático código moral doctrinario, no establezca principios y valores que no hagan mejor a la humanidad, o a una determinada sociedad donde trate de implantarse; otra cosa es la manipulación de la religión para fines  fuera de su competencia. Pensar lo contrario, sería darle la razón a Dostovievski quien dijo en el siglo XIX: "Que si Dios no existe, todo está permitido".



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