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jueves, 4 de septiembre de 2014

Lepanto o la lucha contra el fanatismo





Puede que sea el vecino del tercero o aquel que toma café junto a ti; anime  al mismo equipo de fútbol que tú y que yo; y hasta alguno de sus hijos lleven la camiseta de Ronaldo o Messi como nuestros hijos; se paseen por nuestras calles y sus hijos jueguen en los mismos parques que los nuestros... Pero que no te quepa duda que están entre nosotros. Muchos de sus hermanos de religión serán personas tolerantes como la mayoría de nuestros ciudadanos... pero no nos engañemos, sólo les diferencia su fanatismo religioso, el que les lleva a cortar la cabeza de aquellos que no piensan como ellos. Esos son sus argumentos -como ves convincentes- Hablamos de los yihadistas, ese mundo de fanatismo integrista religioso que solo vive con la idea de imponer sus crencias por las malas en una vuelta al pasado que Europa creía haber superado. ¿Quién dijo que la historia no se repite? Aquí están como un mala pesadilla que vuelve a resonar en nuestras cabezas hasta vencer  a la intolerancia o que rueden en un desierto segadas por los que no admiten otro argumento que la decapitación. Son expertos en cortar lo que les molesta. Si a Miguel de Cervantes le hubieran cortado el otro brazo hoy no tendríamos El  Quijote entre nosotros...Su lucha en la Batalla de Lepanto fue algo más que por una causa religiosa. Entonces la civilización occidental y el humanismo europeo estaban en peligro de desaparecer, hoy ocurre lo mismo. Europa no puede mirar hacia otro lado ni perderse en discusiones inútiles y estériles bajo el paraguas de un pacifismo ideológico, ingenuo, ramplón y suicida. EEUU no puede seguir poniendo ataudes y medios, luchando sólo contra el integrismo Yihadista, y luego ser acusado por sus socios europeos de  imperialistas. Los enemigos de la libertad, la tolerancia y el respeto no están en nosotros, sino entre nosotros. Debemos luchar por descubrirlos y combatirlos con todos los instrumentos a nuestro alcance, incluso con las armas, allí donde nacen y se organizan, porque es el único lenguaje  que entienden. Son los verdaderos enemigos de la libertad, la civilización y la democracia, que tanto nos ha costado conseguir. Están en peligro los DDHH y todas las libertades que se desprenden de ellos, porque no respetan nuestras vidas, ni nuestras creencias, ni nuestras costumbres, ni nuestra historia; no respetan a nuestras mujeres ni a nuestros hijos: Todos somos infieles, enemigos potenciales de su intransigencia y odio. Ya están infiltrados en Ceuta y Melilla. A un paso de Algeciras dispuestos a conquistar AL-Andalus y todo lo que se ponga a su paso. ¿Dónde está su meta? ¿Hasta dónde llegarán? A la creación de un Estado Islámico, con un solo Dios, con una sola religión. ¿Dónde están aquellos del "no a la guerra" o los de "La Alianza de las civilizaciones"? No oigo sus voces de reproche por los crímenes execrables de los periodistas ejecutados ante nuestros ojos televisivos. Tampoco sus manifestaciones ¿Acaso no son hijos y tienen padres como los nuestros? ¿Ninguna denuncia por parte de la progresía porque son americanos? Tu silencio te condena y te envilece. Pero quiero que sepas que gracias a ellos vivimos en un mundo libre. !Que no nos confundan! Hagámoslo al menos para que nuestros hijos puedan ser educados en  libertad y libre pensamiento, y leer ese libro tan maravilloso del Manco de Lepanto.



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