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jueves, 18 de septiembre de 2014

El Reino Unido, se la juega





Un referéndum es una ruptura. Puede ser traumática o no, depende. No se trata de consultar el número de perros a los que hay que vacunar en una comunidad de vecinos. Es algo mucho más serio que apela a cuestiones de vital importancia para un pueblo. Lo positivo del mismo, es conocer la opinión de la gente mediante un acto democrático refrendado por la legitimidad de quien lo convoca. El derecho a decidir es un derecho que tiene todo pueblo a expresar su opinión, pero que se ejerce dentro de un marco legal porque no es abstracto  ni previo a la ley sino que se concretiza en el estricto cumplimiento de la ley. De lo contrario, ni es derecho, ni es legal, ni es legítimo. Democracia sin ley es populismo u otra cosa, pero no es  democracia ¿Tanto cuesta entender esto? Europa sabe muy bien lo que es cambiar las fronteras; las actuales son el resultado de guerras y tratados entre los pueblos que la configuran, de ahí la Unión Europea, que como bien dice la palabra significa la unión de Estados y pueblos para erigirse en una entidad que englobe a todos para hacernos más fuertes. Los últimos ejemplos los tenemos con la caida del muro de Berlin y sus consecuencias en los Balcanes. Resulta paradójico e inquietante que en una época de globalización en todo el mundo, haya territorios que quieran conquistar una independencia- a todas luces utópica- cuando los tiempos que corren son de signo contrario. Desde este punto de vista, el nacionalismo se alimenta de sentimientos y  emociones que nada tienen que ver con la coherencia ni la racionalidad (en palabras freudianas con "el principio de realidad"). Europa no avalará ni apoyará a territorios que quieren desmembrar su estructura política y volver al medievo, en un puzzles de reinos de taifas que la harán ingobernable en lo político-social y más débil en lo económico. Aquellos que se marchen lo tendrán muy difícil para volver en muchos años, lo cual es comprensible y racional en la Unión Europea, porque ha de extirpar el virus del independentismo y la secesión, ya que hoy es Escocia y Cataluña, pero mañana será el País Vasco, La Bretaña, Córcega, Padania, Sicilia, Flandes, Baviera, etc. Estar fuera de la Unión Europea significa ser un país sin moneda común, sin política social, sin defensa, aislado... ¿Es tan difícil comprender esto? ¿A quien quieren engañar los nacionalistas? Es preferible ser cola de león que cabeza de ratón. (Otra cosa es que no estemos de acuerdo con la Europa de los mercados y los recortes -yo tampoco lo estoy- pero eso se puede cambiar).
Hoy vota Escocia su pertenecia al Reino Unido. Nada que ver con la consulta ni el derecho a decidir  de los catalanes, aunque para muchos haya puntos de similitud. Escocia vota porque el primer ministro David Cameron así lo pactó en 2012  con Alex Salmond, es una consulta legal, fruto de la torpeza de un político que ha metido a su país en un embrollo descomunal. Lo que se inició  en Escocia con la demanda de más autonomía, -poniendo como ejemplo el Estado autonómico español- entonces negado por Londres, se ha convertido hoy en día en un proceso de independencia basado en cuestiones históricas, culturales, sociales y económicas. Escocia no tiene el nivel de competencia autonómica que tiene Cataluña, Castilla-León, o Andalucía, por ejemplo, en  sanidad, educación o justicia. Del 25% de independentistas en el 2012, se ha pasado al 50% si no más. ¿Cuáles son las razones para este cambio de tendencia? Varias, pero la más importante es que los escoceses partidarios del sí han llegado al convencimiento de que serán  más prósperos  y ricos, independientes del Reino Unido, que juntos. Para ello, Cameron ha prometido competencias que antes negó y que deberá cumplir si sale el "No", que marcará un precedente en las futuras negociaciones con el resto: Gran Bretaña, Gales e Irlanda del Norte. Salga el resultado que salga, el viernes David Cameron debe dimitir, por la torpeza seguida en este proceso. Lo de menos es el  "Sí" o el "No", (es evidente que si sale el sí dará alas a los independentistas, y será para toda la vida, mientras el no será coyuntural a revisar en el futuro), lo demás, es que se ha abierto la espita de un proceso de secesión de territorios en paises democráticos, no contemplado en los tratados internacionales, sólo para paises en proceso de descolonización. Veremos a ver en qué queda todo esto. El Reino Unido se la juega; también España y Europa, por las razones expuestas. Personalmente, deseo que triunfe el "No", por esto de que "Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar". Lo que es evidente, -me refiero a Cataluña, en este caso- es que hay que hacer algo, para que los millones de catalanes, sean los que sean, se sientan mejor en España que fuera de ella. Y esto, no puede hacerse solo apelando a la ley.



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