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lunes, 17 de febrero de 2014

Arraigo




Cuándo una persona se va no solo se va ella sino que arrastra con todo lo que ha dejado a su paso, recuerdos, vivencias, momentos placenteros y tristes, en los que le sobreviven. Las  despedidas no sólo son traumáticas, dan miedo, no porque no sepamos lo que hay al otro lado, sino por la soledad de hacer el viaje en solitario, dejándote lo más querido  y apreciado aquí. La paradoja de la vida es vivir con los otros y partir sólo. Vivir es un continuo "adiós" con puntos suspensivos... sin punto final. Nos han enseñado que estamos hechos para la permanencia, para el "ser" no para el "no-ser", el movimiento (un cambio de ser y no-ser a la vez) "Las categorías  del ser  verdadero de las cosas son signos del no-ser de la nada" (Crepúsculo de los ídolos,  F. Nietzsche) Amamos el presente, el instante y soportamos el paso del tiempo como un castigo de la naturaleza del que no podemos sustraernos. La paradoja  es insufrible y no tiene solución. Somos lo que somos por el tiempo  -por eso lo apetecemos- pero al mismo tiempo, el tiempo se encarga de quitarnos lo que somos poco a poco. La escritura, la filosofía, el arte, son invenciones, para distraer el tiempo. La gramática, la metafísica, la música. etc, son creaciones del espíritu humano, para ocuparnos y no preocuparnos. "La tradición metafísica  occidental toma como verdadera la reflexión de la razón sin darse cuenta de que lo que fundamenta esa reflexión no es la lógica, sino la necesidad que tiene el ser humano de sobrevivir en un mundo donde todo es devenir" (F. Nietzsche) Ante el deterioro de la materia por el tiempo, (teoría del espejo), permanece el espíritu. ¿Por qué preocuparse del devenir? Demasiado tenemos con el pasado; cuando llegue, llegará. Sólo queda estar a la espera de lo que ni siquiera sabemos, aunque estemos esperando que llegue. Aquel que descubrió el "Ser", ocultando el tiempo,  hay que hacerle un homenaje u olvidarle. Los demás, nos arraigamos a él, huyendo de la nada. No es cierto que "el infierno sean los otros" (J.P. Sartre); el infierno está en mí, en la soledad, en el horror al vacío y al miedo de mí mismo...¿Qué puedo hacer para aliviar tu carga? Reírme, junto a ti. Otros inventaron la palabra, "Palabra" (en ella están todas). Entre ella y el Silencio, está Todo.



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