No es normal que más de 60 criminales, con más de 300 asesinatos a su espalda se permitan exigir a la sociedad derechos y reconocimientos por sus acciones criminales. La ignominia, la vergüenza y la indignidad, aparecen unidas en una foto de asesinos y alimañas, que orgullosos de su pasado criminal, desprecian a sus víctimas exaltando el terrorismo, sin que jueces y fiscales hayan movido un dedo para impedirlo. Hablamos de ETA, esa organización criminal que aún no ha entregado sus armas y tampoco ha pedido perdón a sus víctimas. Hablamos de asesinos que son capaces de matar a niños y pegar un tiro en la nuca a una madre, Yoyes, delante de su propio hijo por renunciar a seguir en la organización y querer reorganizar su vida; Kubati es el nombre de su asesino, uno de los 60 que con chulería y arrogancia quieren apostar por la política, después de que su organización haya causado más de novecientos muertos desde su fundación. No es normal que sean reconocidos, admirados y aplaudidos por una parte de la sociedad vasca y parte de ciudadanos españoles, amparados en ideologías e intereses torticeros. La justicia, la dignidad y el dolor de los inocentes, han sido pisoteados con alevosía; urge una restitución inmediata por parte del gobierno y de la sociedad civil. ¿Debemos agradecer a ETA que no nos mate? !Que se disuelvan y entreguen las armas! Y...!Que cumplan íntegramente las penas!
No es normal que el Presidente de la Generalidad Señor Arturo Mas, primera autoridad en Cataluña del Estado español, movido por una acción mesiánica separatista, y un desconocimiento de las instituciones internacionales, haya enviado una carta a 27 jefes de gobierno de la Unión Europea, suplicando comprensión y ayuda. En un inglés macarrónico -propio de un mal estudiante de bachillerato- y después de la experiencia traumática de sus viajes por medio mundo, donde nadie le hizo caso, ahora lo intente utilizando el recurso epistolar. El contenido de la misiva es de una sarta de presunciones y mentiras y de argumentos tan endebles que muestra la mala fe, ignorancia y desconocimiento del Señor Mas. Apela al "Derecho a decidir" y a la soberanía de los catalanes, omitiendo que ésta pertenece a todo el pueblo español -incluidos los catalanes- y que estos la ejercen dentro del marco constitucional (una Constitución de donde emana su legitimidad democrática y que en su toma de posesión juró defender). Reivindica un "derecho a decidir" que encubre "el derecho a la autodeterminación", propio de pueblos descolonizados y que no es el caso de Cataluña que nunca fue una colonia sino una región integrada en España. Lo fundamenta, "en el mandato recibido por el Parlamento Catalán", pero lo que no dice es que éste no tiene competencia para convocar un referendum, -competencia exclusiva del gobierno de la nación- mintiendo y tomándonos por imbéciles al expresar en su carta que, “Contrariamente a algunos informes, existen un
número de opciones legales y constitucionales que permiten que el
referéndum tenga lugar en Cataluña. Hemos identificado al menos cinco de
estos métodos y yo he escrito al gobierno de España bosquejándolos”. Lo que se pretende es obligar al gobierno de la nación a conculcar la Constitución y a prevaricar. Ningún presidente de la nación se atrevería a tanto, sólo por satisfacer los caprichos de los secesionistas. La seriedad de un Estado democrático de derecho se basa en el respeto estricto de la ley y en su cumplimiento; lo contrario es populismo demagógico. Hay mecanismos en la propia Constitución para ser cambiada: !Hágase!; pero siguiendo el guión que todos democráticamente nos hemos dado. En la carta, Mas afirma que el referéndum “se celebrará el 9 de
noviembre de 2014”. Una afirmación que ya ha sido negada por Mariano Rajoy, como era de esperar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario