Siempre nos quedará la Palabra

Sonó el teléfono. Una voz pausada, melodiosa y profunda pronuncia mi nombre. Es alguien que te conoce y quiere saber de ti. Alguien que no tiene rostro ni fisonomía porque el paso del tiempo lo ha borrado. Pero la voz, su voz está ahí, eterna sin que la huella del tiempo la envejezca. Te interroga, te emplaza, exclama y siente necesidad de hablar. Cada palabra dice más que significa, cada momento atrapa momentos perdidos que fueron y no son. Cada silencio es un grito que pone orden en este mundo de ruidos. ¿Qué importa el paso del tiempo si siempre nos quedará la palabra como soplo del espíritu que renueva lo pasado en el instante? ¿Qué importa la endeblez de la memoria si queda la voz como recuerdo?

Acabo de leer tu mensaje y sigo sin recordarte. Lo importante no es hablar con alguien a quien le pones rostro. Es la palabra y aquello que dice. Es el pasado y el recuerdo de una época en la que los proyectos eran ilusiones y esperanzas. Conquistas y metas hacia todas partes y ninguna. Han pasado 35 años y aquí estamos: aferrados a nuestro mundo elegido, a veces querido o aceptado, otras impuesto por contingencias ajenas a nosotros mismos, siendo juguetes de los dioses y del destino...Es difícil recordar pero ¿Qué me dices de olvidar? "A veces es más difícil olvidar que recordar" (H.Bergson)  Hay "olvidos" que nunca arrancaremos de nuestro corazón porque siempre están ahí. No se puede olvidar la luz y azul del cielo de la tierra donde el sol se despereza. Ni la tierra del azahar y la palmera. Ni la gente abierta, sencilla y acogedora de sus pueblos... No seré yo quien lo haga.

Un abrazo, Beatriz, y !Bienvenida a mi mundo! que desde ahora también es el tuyo y te pertenece... Sólo es el comienzo.

Dedicado a BEATRIZ, mi amiga, mi alumna.