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jueves, 17 de febrero de 2022

Al Cristo Crucificado

 


SONETO AL CRISTO CRUCIFICADO 

me ofreces la vida en ese cielo,
pero es tan largo el camino y la espera
en esta apegada vida de desvelo, 
que por estar contigo mi alma desespera.

Tú me ofreces la vida en ese cielo,
cielo que pende de un madero,
y se me hace tan lento este anhelo,
que por estar contigo desespero.

¡He de pasar el trance de la muerte, 
y aceptar la cruz como Tú hiciste,
para encontrarme contigo sin perderte!

¡Tanto es mi deseo de estar contigo,
que el dolor de tu cuerpo lacerado,
traspasa mi corazón transido!

              Antonio González


miércoles, 26 de enero de 2022

Dios abrazó la carne




Dios abrazó la carne para ver a qué sabía. 
Y supo, a qué sabía la sed,
el hambre, y la fatiga,
del hombre que Él creó,
por el que dio su vida. 
Y supo qué es la tentación, la soledad,
la traición, y la negación 
de los suyos, a los que más quería.
Supo qué es la desesperación,
la maldad, la enfermedad, la cobardía,
el vivir y morir cada día.
Y cómo en su templo
la gente no rezaba a Dios,
sino que mercadeaba.

¡Tú eres mi Dios, Jesús!

Te revestiste en la creación 
en un acto de amor;
y asumiste la condición humana,
siendo Dios,
la incertidumbre en la duda,
de vivir tu misión cada día,
de descubrir la voluntad del que te envía.
Y aprendiste qué es rezar,
a esperar a ser oído,
en el abandono, en la soledad, 
en el olvido.
Y cuando la duda de la carne
arremetía,
y tu naturaleza humana se resentía,
ante el miedo del dolor, 
asumiste la voluntad de Dios: 

"Padre, 
que se haga tu voluntad, no la mía".


             Antonio González


domingo, 23 de enero de 2022

¿Por qué me has tocado?




Andaba yo tranquilo entre mi gente
dedicado a mis cosas,
atado a mis deseos,
a proyectos de grandeza.
Cruzaba los puentes de mi vida
sin una meta concreta por conseguir.
Seguía el curso de la vida
centrado sobre mi mismo,
solitario,
por calles abigarradas de gentío.
¡Y de pronto, me has tocado!
¿Quién me toca?
¿Quién me empuja?
¿Quién agarra la mano de mi alma,
con la fuerza suave de las alas
de una mariposa?
¡Fuiste Tú quien desde siempre me elegiste,
y me acunaste en tus entrañas!
¿Qué quieres que haga?

¡"Ven y sígueme"!

          
                  Antonio González


viernes, 16 de julio de 2021

Te llaman "La Garruchera"




Allá por la madrugá, un barco abandona el puerto,
con la callada ilusión de faenar en mar abierto;
lleva tu nombre en la proa, e inicia un viaje incierto
para ayudar al pescador a realizar sus sueños.

La luna, en un mar en calma, se asoma por estribor,
dejando un manto de plata, de sueños y de ilusión,
que se refleja en el agua con destellos de fulgor:
es la estela de la Virgen... que ilumina su labor.

¡Estrella de los mares que brillas al alba,
y libras a nuestros barcos de la escollera, 
cuando la mar embravecida se levanta!

¡A ti, te rezo, -Virgen Garruchera- con devoción!
¡De estirpe marinera, madre de pescador...,
auxilio a la llamada de tus hijos, en la aflicción!

                Antonio González


Dedicado a la Virgen del Carmen, patrona de los pescadores de Garrucha (Almería) España.



martes, 13 de julio de 2021

Nuestra Señora del Carmen




Cuando un pescador se aleja
del puerto por madrugá,
lleva en su pecho prendida
la medalla de una Virgen
a quien poderle rezar.
La mirada de esta Virgen
-Marinera de la mar-
será su faro y su guía
quién le proteja del viento,
de la escollera y la tempestad.

Es la Virgen marinera
-"La Garruchera"-
que ya no puede esperar
encerrada en su ermita,
por no salir a la mar.
Ayuda a sus marineros 
que allá por la madrugá,
arrastran redes y aperos
para echarse a la mar,
y ganar así su pan.

Y navegando en su barco
allá por el ancho mar,
el pescador Garruchero
en medio la tempestad,
musita una breve oración
a su Virgen del Carmelo,
para que la tormenta amaine,
y las luces de un lucero
nunca dejen de brillar,
y en el amarre del puerto,
alguien le pueda abrazar.

     Antonio González


NB  Dedicado a La Hermandad de Pescadores de Garrucha con el mayor de los afectos.


martes, 8 de junio de 2021

DIOS CREADOR (II parte)

 



3.  DESARROLLO HISTÓRICO ESPECULATIVO SOBRE LA CREACIÓN

     3.1. La Antigüedad Cristiana

Al tener que predicar sobre la creación el ambiente helenista, empapado de una doctrina según la cual fue el demiurgo el que produjo el mundo de una materia eterna, necesaria, intenta progresivamente aclarar de diversas maneras la universalidad y la exclusividad absoluta de la acción creadora de Dios. Se pueden recoger varios ejemplos de este esfuerzo especulativo:

3.1.1. Una serie de textos afirman que Dios ha producido el mundo de lo no existente (Hermas, Arístides, Teófilo Antioqueno, San Ireneo, Tertuliano, Orígenes, Metodio, San Atanasio, san gregorio Nacianceno, San Ambrosio, San Agustín, Cirilo de Alejandría...)

3.2.2. Una segunda serie de textos toma en consideración la posibilidad de una materia preexistente (San Justino, Ireneo, Atanasio, Juan Crisostomo, Agustín, Teodoreto....)

3.3.3. Otra serie pone de manifiesto que Dios no tienen necesidad de nada, y que por tanto, es completamente indpendiente de su creación. (La cohortatio ad graecos, Ireneo, Teodoreto, Tertuliano, Anastasio...)

3.4.4. Algunos Padres combaten la Doctrina Platónica. (Atanasio, Teófilo...)

3.5.5. Hay una insistencia en el hecho de que Dios crea él solo (Hernas, Arístides Tertuliano, Teófilo Antioqueno...)

3.6.6. Esta doctrina de la creación según los  Padres no es solamente fruto de la especulación, sino que está revelada en el Bíblia. (Tertuliano, Orígenes, Atanasio, Gregorio Nacianceno, Ambrosio, Cirilo de Alejandrino, Fulgencio...)

3.7.7. Hay una insistencia de que Dios crea Él solo. (Hermas, Arístides, Tertuliano, Teófilo Antioqueno)

3.8.8. Esta doctrina de la creación según los Padres no es solamente fruto de la especulación, sino que está revelada en la Bíblia. (Tertuliano, Orígenes, Atanasio, Gregorio Nacianceno, Ambrosio, Cirilo de Alejandrino, Fulgencio...)


   3.2. Símbolos de la fe

         A mitad del siglo II aparece la formula: Creo en Dios Padre pantocratos. Ireneo añadió: Creador de todas las cosas. La palabra "pantocratos" no expresa solo la omnipotencia de Dios, que tiene todas las cosas en sus manos por cuanto es su "crator": por eso "crator" del cielo y de la tierra.
El símbolo niceno y el de Epifanio se profesa: "En Dios Padre omnipotente creador del cielo y de la tierra, de todas las cosas visibles e invisibles". Todo eso en el sentido de una creación del mundo de la nada.

   3.3. Teología Escolástica

           Los escolásticos trataron de analizar el concepto de creación y de probar con la sola razón, que Dios es creador del mundo. Se sirvieron de las teorías de los antiguos filósofos. El papel de demiurgo es análogo al de Dios creador. El interés con que Dios se ocupa del mundo son afirmaciones que se prestan a ser adaptadas a la fe. Pero la afirmación de la eternidad del mundo de Aristóteles y la negación la Providencia, suscitaron desconfianza.
Juan Scoto Erígena, mitad del siglo IX, se sirve  de la metafísica platónica. Todo procede de Dios, los seres desde toda la eternidad están en el Verbo y con la participación de "las ideas arquetipos" creadas y creadoras. Dios al crear los seres, se crea a sí mismo, en cuanto que se manifiesta siempre de un modo nuevo. Parece que el mundo no existe como distinto de Dios, sino que es solo una manifestación suya que carece de personalidad propia. 

           La Escuela de Chartres tienen tendencia platónica e interés hacia la filosofía de la naturaleza. El demiurgo es sustituido por Dios; su acción ordenadora es creadora. La expansión platónica del bien es el amor divino deseoso de comunicarse a las criaturas. trascendencia de Dios. Falta una síntesis clara y coherente.

            Santo Tomás dice que la creación, no solo se acepta por la fe, sino que puede demostrarse por la razón. Partiendo del "ente contingente" se llega al "ente necesario", cuya existencia resulta indispensable para encontrar la razón suficiente de la existencia del ser contingente. Como el ser necesario tiene la perfección en grado infinito y los otros seres participan de su ser, el camino es posible al revés. Es preciso afirmar que Dios saca todas las cosas de la nada, al ser siendo él distinto de todo ser participado. Nada de emanación. Santo Tomás ha demostardo la libertad absoluta del ser subsistente y, por consiguiente, la no necesidad de la creación.

            
             3.4  Los concilios

            Concilio de Braga (561). 

Niega que las almas humanas y los ángeles tengan sus existencia de la sustancia de Dios. El Diablo fue un ángel creado por Dios y no creó nada de nada, ni tampoco la carne toda. Condena el dualismo: Dios creador del bien y el diablo hacedor del mal, contra Maniqueo y Prisciliano.
              
              Concilio Lateranense IV (1215).

Define  claramente que Dios es creador de todas las cosas, por cuanto las ha producido de la nada al principio del tiempo. Para excluir el dualismo insiste en la creación de las cosas materiales, de modo particular en el cuerpo del hombre, mostrando como el hombre constituye el anillo de conjunción entre el mundo espiritual y el material. También el diablo y los otros demonios han sido creados por Dios. su malicia no es obra de Dios, sino que tiene su origen en ellos mismos. El mal se ha introducido en el mundo, creado bueno por Dios, por el pecado, cometido por la criatura a quien Dios ha dotado de libertad.

              Concilio Vaticano I

No añade mucho de lo dicho, solo acentúa el aspecto negativo del panteísmo. 
La creación del mundo de la nada, es verdad de fe definida.
La dependencia total del mundo respecto a Dios es verdad de fe divina y católica, por hallarse contenida claramente en las Escrituras. 
Dios rige y gobierna con sus providencia el mundo que ha creado.

              La Liturgia  Romana

La creación es una acción contínua: "Por él sigue creando todos los bienes, los santifica, los llena de vida..."
Entendida así la creación, está en estrecha conexión con las intervenciones de Dios en la Historia de la Salvación, especialmente con la resurreción de Jesús, con la justificación de los hombres, y con la instauración definitiva del orden escatológico.
Todas las cosas dependen completamente de Dios y están ordenadas a Dios. Lo sagrado no es cualidad extrínseca de ciertos objetos, sino más bien la dimensión más profunda de todo el universo.
El misterio de la creación enciende la confianza en Dios, que mira misericordiosamente al hombre, obra privilegiada de sus manos: liturgia de los enfermos, y por qué no la penitencia...

              Vaticano II

La creación está en perspectiva del cumplimiento futuro de la obra divina, pues lo que Dios quiere es hacer de todo el mundo una creación nueva de Cristo, incoativamente aquí en la tierra, plenamente en el último día. El hombre es llamado a desarrollar la obra del creador y a contribuir de modo personal a que se cumplan los designios de Dios en la historia.
El concilio pone en evidencia el aspecto dinámico de la antropología, siendo por ello fundamental para la construcción de un teología del progreso.



4. DIOS CREÓ AL HOMBRE A SU IMAGEN Y SEMEJANZA, "PARA ALABANZA DE SU GLORIA"  (Ef 1, 1-14)

              Gn 1, 26-27 indica por medio de la expresión "imagen y semejanza de Dios" a la que está hecho el hombre, la característica que distingue a la criatura humana de las demás; por eso resulta de la mayor importancia determinar exactamente el sentido inspirado que el autor le da a esta expresión.
              El contexto nos dice ante todo que el hombre está en la cima del mundo material; dado que las diversas etapas de la cosmogonía genesíaca presenta a seres cada vez más perfectos, el autor inspirado indica como imagen de Dios a lo que él considera como coronamiento de toda la obra creadora.
              La especial dignidad del hombre aparece además por la malicia especial del homicidio, que en Gn 9, 6 se deduce del hecho de que el hombre es imagen de Dios..
           En segundo lugar, el hombre es el único ser a quien Dios puede tratar de tu, darle preceptos, haciendo depender de su observancia la permanencia de la humanidad en el Edén, y cuya inoservancia es castigada. La imagen de Dios, por consiguiente, parece indicar a un ser capaz de dialogar con Dios, esto es, de entrar en "relación personal" con él, relación que supone escuchar una llamada y responder a ella libremente.
               La imagen de Dios designa un papel especial de la humanidad en relación con el mundo
material. El hombre ha sido colocado en el universo, como cooperador y lugarteniente de Dios. todo está ordenado a él  (Gn 1,14)
             Los libros sapienciales se resienten un poco de la influencia helenística, sin embargo describen de una manera conceptual las propiedades que distinguen al hombre de las demás criaturas, haciéndolo semejante a Dios (Ecl 17, 1ss). Así que la imagen de Dios en el A.T. se considera como una impronta de Dios, impresa en cada uno de los hombres en virtud de su propio nacimiento.
              En el N.T. la superioridad del hombre es reafirmada con frecuencia sin relación con el tema de la imagen (Mt 6,26-30;  Lc 12,24-28; 1 Cor 9,9-10. 
          Para Pablo, la imagen de Dios en el hombre significa aquella semejanza con Dios que Cristo restaura en el hombre unido a él por la fe y el bautismo  (Col 1,15;  Hb 1,3); esta imagen aumenta por medio de la vida vivida en Cristo y llega a su plenitud definitiva con la salvación escatológica (1 Cor 15,46-49;  Col  3, 9-10; 2Cor  3,18; Rm  8,29;  cfr I Jn 3,2).
            La perspectiva cristocentrica del N.T. tiene un sentido operativo, expresa la meta a la que debe tender antes que el fundamento indestructible de la existencia humana. 

LOS PADRES generalmente explican la imagen de Dios en el hombre como una semejanza con Dios
propia del hombre, que ha sido impresa por Dios y que hace a Dios dinamicamente presente en el hombre. San Agustín contempla la imagen de la Trinidad esculpida en la estructura psicológica del hombre. En San Ireneo el tema de la imagen constituye el trasfondo de la historia de la salvación: en la creación el hombre poseía la imagen de Dios;  esta imagen  ha sido corrompida por el pecado; en Cristo la imagen ha sido restaurada y tiene que ir haciéndose cada vez más esplendorosa a través de la vida cristiana, hasta que encuentre su perfección plena en la vida eterna.

SANTO TOMÁS: Dice que el hombre  ha sido hecho a imagen de Dios,  mientras que el Hijo es la imagen del Padre por participar de misma naturaleza. La imagen de Dios se encuentra en el alma del hombre. El cuerpo es solamente un reflejo de la perfección del alma. La imagen de Dios existe en toda persona humana, pero puede realizarse de manera más o menos perfecta. Su perfección aumenta cuando los facultades superiores del hombre no están solamente en potencia, y más todavía cuando el hombre conoce y ama a Dios y a las demás cosas en relación con Dios. La imagen se hace más perfecta con la gracia, y perfectisima por la gloria. Establece tres maneras de estar la imagen de Dios.

            1.  La primera se tiene por el hecho de ser el hombre capaz de amar y conocer a Dios.
            2.  El hombre habitual y actualmente conoce y ama a Dios por la gracia con la imperfección del                     estado de "vida".
            3.  La tercera se realiza en cuanto que el hombre conoce y ama a Dios perfectamente en la gloria.

  La primera se imagen se halla en todos los hombres; la segunda en los justos; la tercera en los                  bieaventurados.

LA NEOESCOLÁSTICA.  Identifica la imagen de Dios con la naturaleza intelectual del hombre, y separando demasiado la naturaleza de la gracia, no tienen en cuenta que la imagen verdaera querida por Dios es la que se tienen mediante la unión con Cristo y que tiende  hacia su perfección escatológica.
(Continuará)


viernes, 28 de mayo de 2021



                             "Quítate las sandalias porque el lugar que pisas es santo"
                                                                                                       
                                                                                                     Éxodo 3, 5
                                       
                                                                                                      

!Mi Buen Dios
hazme constructor de mi mismo!
Tú que inspiraste a los arquitectos
para hacer las catedrales.
Tú que guiaste el cincel y el martillo
de los canteros,
para esculpir la piedra o el madero,
y mostrar en esos pórticos la belleza del cielo
resplandor de tu presencia de tu Reino.
Tú que creaste la inteligencia 
de los arquitectos, 
para elevar esas torres
mirando al cielo,
despegadas de la gravedad
de todo lo terreno.
Tú que consagraste el espacio
en tu templo sagrado,
como lugar santo,
haz que sacuda el polvo del pecado,
y pise en tu presencia
con pies descalzos,
porque el lugar que piso,
es santo.

       Antonio González

 

martes, 27 de abril de 2021

DIOS CREADOR: Fundamentos Bíblicos.





           El motivo fundamental que me ha movido a hacer esta reflexión, es el de exponer en una breve síntesis el concepto bíblico de creación y la reflexión teológica de la Iglesia y otros sistemas modernos. 
Trataremos de analizar a lo largo de la exposición del tema los elementos más característicos y aquellos que aportan una mayor profundización del tema. Partiendo pues de una consideración importante: La fe religiosa de Israel, que arranca de la experiencia histórica de Yahvéh como salvador, se remonta luego hasta los orígenes afirmando la creación del mundo por Dios, y concibiendo la creación como el comienzo de la historia salvífica hasta la reflexión teológica de la Iglesia.
Para la creación de este trabajo, he tratado de resumir y ampliar con conceptos personales a M. FLICK Z. ALSZEGHY, Antropología teológica y los comienzos de la salvación. Ediciones Sígueme, Salamanca 1970. Y a H. RENCKENS, Creación paraíso y pecado original, Ediciones Guadarrama, Madrid 1969.


1. DIOS AUTOR DEL MUNDO

      La idea de la dependencia del mundo respecto de Dios está inseparablemente unida, en el pensamiento Hebreo, con la del origen del mundo que procede de Dios.
En la mentalidad griega, el mundo es un conjunto de seres distribuidos en el espacio. En esta concepción estática, lo que tiene más importancia para expresar la dependencia del mundo respecto de Dios es la noción de participación y de relación trascendente. El pensamiento semítico concibe el mundo más bien en forma dinámica, como un río que discurre en el tiempo, como una historia. En esta concepción, la dependencia del mundo respecto de Dios se expresa principalmente con la afirmación siguiente: Dios es el autor del mundo; pero no solo por Él lo ha creado, sino porque continuamente lo está sustentando, despliega los cielos, funda la tierra y hace todas las cosas.

         "Pero Jesús les replicó: Mi Padre trabaja siempre y yo también trabajo" (Jn 5,17)

         "Así dice Yahvéh, tu redentor, el que te formó desde el seno. Yo, Yahvéh, lo he hecho todo, yo,                  solo,  extendí los cielos, yo asenté la tierra, sin ayuda alguna"  (Is 44,24) 

Por ello si Dios retira su protección todo muere y dejaría de existir: el hombre, las bestias...solo quedaría polvo.

          "Ved ahora que yo, solo yo soy, y que no hay otro Dios junto a mi. Yo doy la muerte y doy la vida, hiero yo y sano yo mismo  (Dt 32,39)

        " Si él retirara así su soplo, si recogiera así su espíritu, a una expiraría toda carne, el hombre al polvo volvería" (Jb 34,14-15)

La afirmación "Dios es el autor del mundo" recorre toda la Sagrada Escritura desde el Génesis (1,1) donde coienza de forma inciepiente, pero tajante , hasta el Apocalipsis (4,11)

             "En el principio creó Dios los cielos y la tierra" (Gn 1,1)

             "...Tú has creado el universo; por tu voluntad lo que no existía fue creado"  (Ap 4-11)

Los libros sagrados hablan de Dios, autor del mundo, no solo para resolver una duda de orden especulativo, sino para cimentar una postura religiosa, vivida por el pueblo de Israel. Es muy frecuente en los Salmos la exhortación a alabar a Dios a través de la contemplación del mundo, su obra (Sal 33;  89; 95; 104; 135; 146; en (Jb 38); en Jeremías la idea de que Dios ha creado el cielo y la tierra demuestra la nulidad de los ídolos (Jer 10); en la segunda parte de Isaías se recurre con frecuencia a la creación para suscitar confianza en Dios, capaz de librar de la esclavitud de Babilonia:

              "¿Quién midió los mares con el cuenco de la mano, y abarcó con su palmo la dimensión de los                  cielos, metió en un tercio de medida el polvo de la tierra, pesó con la romana los montes, y los                  cerros con la balanza?"  (Is 40,12; cfr 45,18s;)

Así mismo en los libros sapienciales se celebra la sabiduría con que Dios ha creado el mundo:

                "Dios de los padres, Señor de la misericordia, que con tu palabra hiciste el universo" (Sb 9,1)
                  cfr Sb 7,21; Prv 8,22- Ecl 39; 42,12-15).

En el libro de los Macabeos aparece la fuerza que puede dar al pueblo perseguido esta verdad, prenda de la resurrección futura (2 Mac 7).
En el Nuevo Testamento se afirma la divinidad de Cristo, al atribuirle la creación:

                 "Por él fue hecho el mundo" (Jn 1-10)

                 "Él es "la imagen de Dios invisible, primogénito de toda criatura, porque en él fueron creadas                    todas las cosas del cielo y de la tierra... todo fue creado por Él y para Él. Él es ante todo y                         todo subsiste en Él " (Col, 1-17)


1.  Dios ha creado el mundo de la nada

¿Se puede admitir que la Sagrada Escritura enseña la creación de la nada? Ciertamente en un pasaje de la Biblia existe una respuesta explícita: "Te ruego hijo mio mires al cielo y a la tierra  y, al ver todo lo que hay en ellos, sepas que a partir de la nada lo hizo Dios y que también el género humano ha llegado así a la existencia (2 Mac 7,28)
Es una doctrina común en Israel en el tiempo de la persecución de Antíoco Epifanes (168 a.c.) Es una convicción difundida en el pueblo elegido después de la cautividad.
Vale también para los primeros capítulos del Génesis. Los teólogos encuentran en el primer versículo del Génesis la doctrina de la creación de la nada. añaden que la expresión "in principio" significa el comienzo absoluto, antes del cual solo existía Dios.
Lo que sí es cierto, es que la primera perícopa de la Bíblia puntualiza y afirma que Dios es el creador del mundo con todo lo que contiene. La mentalidad israelita sencilla no se le puede pedir más que lo que dice. El material que se nos presenta en estos en estos primeros capítulos del Génesis, son producto de la percepción del israelita como vividos en su tiempo; por tanto, el mundo visible este que vivimos, que conocemos solo en su estado final de existencia, brota de las manos de Dios su creador.
Además la opinión de Dionisio Petavio, según la cual el primer versículo está sintetizando lo que más adelante se describe en Gn 1,2-2,4,. Actualmente está muy difundida esta teoría.
Casi todos los pueblos tienen en su tradición religiosa narraciones cosmogónicas. especialmente se encontraban mitos semejantes en las civilizaciones que rodeaban a Israel. Pero al contrario de estos mitos en el génesis nunca aparece la divinidad personificada como un monstruo; tampoco Dios tiene que obrar de manera laboriosa. El autor cuida evitar toda personificación (a pesar de la descripción antropomórfica) El océano mitológico es simplemente agua; los astros adorados por  otros, para el israelita son iluminarias del cielo. dios obra sin resistencia alguna; es curiosos notar aquí que contrario a las demás concepciones o mitos de concebir el mundo y la forma de actuar con sus dioses, en la Bíblia, y más completamente en el Deutero-Isaías, se le atribuye a la palabra de Yahvéh una fuerza creadora. El avance que esto supone respecto de la concepción anterior, consiste, que al tener ya  la plena conciencia de la  "creatio ex nihilo",  (el Deutero-Isaías es el primero que emplea el término técnico para la creación, vara que después va a usar toda la literatura post-exílica) la palabra creadora en sentido pleno es como el vehículo de la sabiduría de Yahvéh, hasta tal punto, que ya a parece esta palabra como personificada (Is 55,11)
Como hemos dicho, el único principio que da origen a las cosas es la acción de Dios por su palabra. la inmediatez con que Dios se dirige a su obra totalmente hecha por Él, está subrayada por el salmista y por Isaías:
           "Pues Él habló y fue así, mandó Él y se hizo" (Sal 33,9)

           "Si es mi mano la que fundamentó la tierra y mi diestra la que extendió los cielos. yo los llamo y               todos se presentan"  (Is 48,13)  (cfr Rm 4,17; Sab 1,14; 9,9, 1,23,11,26)

Sobre "la segunda creación" notamos la obra de Dios, que organiza el mundo del caos primitivo:
           
            "En otro tiempo hubo cielos y hubo tierra, salida del agua sustentada por la palabra de Dios"
              (2 Pe 3,5)

El núcleo esencial de la religión de Israel consistía en una total entrega al Dios de la Alianza, que para realizarse con autenticidad en una etapa de vida dedicada al nomadismo, era suficiente pensar en Dios como guía en los viajes y en las batallas (cfr Dt 26,5-9). Cuando el desarrollo cultural -realizado después de un encuentro con las otras civilizaciones- hace al pueblo capaz de profundización, las concepciones se van haciendo más hondas y van apareciendo nuevos aspectos en las relaciones entre el hombre y Dios.
Así que después de la ocupación de la tierra prometida empieza un estilo nuevo. Dios será el Señor de la vegetación de los tiempos y las estaciones de la naturaleza. se utiliza el esquema espacial (Dios altísimo, Dios del cielo y de la tierra) el esquema temporal (Dios que existía antes de todas  las cosas) y especialmente el esquema causal (Dios artífice de todas las cosas)  Cfr 2 Re 19; Is 40, 55.

Durante el destierro se fue elaborando aquella teología de la creación, cuyo fruto es el texto actual de Gn 1,1-2,4. este texto (del documento sacerdotal, año 444 a.C) enseña la universalidad y la exclusividad de la acción divina en la producción del mundo; en efecto, esta intención didáctica es la que se deduce:

1- El hecho de que los autores sagrados eliminen intencionalmente los elementos míticos, conocidos también en Israel, de una lucha creadora del demiurgo contra cierta personificación del caos.

2- Que la acción divina se realice mediante la palabra, esto es, de la manera más lejana a la idea de emanación o del uso de elementos primordiales.

3- Y finalmente, que la descripción simétrica de la obra de los seis días enseñe que Dios no solamente
llene, sino que además ponga los tres espacios primordiales de la concepción semítica del universo (abismo, tierra, universo firmamento). Con esta idea de la eficiencia exclusiva y universal divina en orden a la producción del mundo es inconciliable la existencia de un elemento preexistente, independiente de Dios: creación de la nada. Además es útil relevar que la estructura de los días es dada por los sacerdotes, para justificar y dar contenido a los seis días laborables del hebreo, y más aún, para el día de Yahvéh. Es una elaboración post factum.

Toda la creación narrada en el Génesis está orientada hacia el hombre. toda la cosmogénesis tiene la función de preparar la narración de la historia humana. Además, el hombre no es considerado como arrojado en un universo creado por Dios a la que están ordenadas todas las demás cosas. Por eso esta narración, tiende a hacernos comprender que no solo el cielo y la tierra, sino también los mismos hombres son obra de la mano de Dios y que por ello tienen que abandonarse con confiada obediencia a un Dios poderoso y benévolo, que los destina y los llama a una alianza con Él.
El hombre y su mundo depende en ultimo análisis total y exclusivamente, en el devenir, en el ser y en el obrar, de Dios, como de su propio autor.



2.  El Nuevo Testamento recoge la línea veterotestamentaria poniendo de relieve el                                 cristocentrismo  del universo

El N.T. recoge la doctrina del A.T. según Hebreos 11,3.

             "Por la fe, sabemos que el universo fue formado por la palabra de Dios de suerte que no                             de cosas visibles resultara lo visible"

Sin embargo esta doctrina ha sido desarrollada en dos sentidos:

2.1.  El centro de la  creación ya no es el pueblo de Israel, sino Cristo y sus discípulos. Se toma una                  concienciación universalista a todos los hombres. 
     
               "Señor, tú que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos (Hch 4,24;cfr 4,25-                     30; 1 Pe 4,19)
Dentro de esta perspectiva, también la esperanza en un cielo nuevo y en una tierra nueva que ya se había vislumbrado en la última fase de la revelación del A.T.
 
                 "Pues he aquí que yo creo cielos nuevos y tierra nueva...he aquí que yo voy a crear a                                   Jerusalém..." (Is 65,17-25;

adquiere un nuevo significado: se trata de la nueva Jerusalém cuya lámpara es el Cordero

                  "La ciudad no necesita ni del sol ni de la luna que la alumbre porque la ilumina la gloria de Dios, y su lámpara es el Cordero (Ap 21,23;  cfr 21,1-8;  2 Pe 3)

2.2.  El Nuevo Testamento añade la función que tiene Cristo en la creación...

       "Él es la imagen de Dios invisible, primogénito de toda creación, porque en él fueron                      creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra, las visibles y las invisibles, los Tronos                        y las Dominaciones, los Principados, las Potestades: todo fue creado por él y para él, él                            existe con anterioridad a todo, y todo tienen en él su consistencia.
Él es también la cabeza del cuerpo de la Iglesia: Él es el principio, el primogénito entre los                      muertos, para que sea él el primero en todo, pues Dios tuvo a bien hacer residir en él toda                        la plenitud, y reconciliar por él y para él todas las cosas, pacificando mediante la sangre de                      su cruz, lo que hay en la tierra y en los cielos"  (Col,1,15-20)  Cfr  DACQUINO, Il                                  messaggio della salvezza,  5  pp 685-686.
 
Habrá que fijarse especialmente en las siguientes palabras: imagen, primogénito, primero de todo, plenitud.
De la exégesis literal emergen los siguientes temas:

-El Padre invisible, (esto es, inaccesible) cuya infinita perefección está dianmicamente presente en Cristo  (Cfr Sal 68,17; 2 Cor 5,19)

-Cristo, en virtud de la plenitud recibida, principio dinámico de la creación y de la re-creación, el apóstol considera la persona de Cristo en una unidad teandrica, sin fijar su atención en la diversidad de las naturalezas.

-El mundo, no solamente no solamente como una multitud de cosas diversas, sino como un todo, que tiene su principio fuera de sí, y que tiene necesidad del influjo continuo de este principio, bien sea para permanecer en el ser, o bien sea para tender hacia su cumplimiento final. Cristo es llamado esperanza de la gloria  (Col 1,27)

-La creación es entendida, por una parte, como una operación eficaz divina, y por otra, como el universo estructurado, correspondiente a esta operación y resultante de ella.


La parte de Cristo en la creación se describe por medio de tres proposiciones: dia, en, eis. estas expresiones pueden considerarse de tres maneras:

-SINGULARMENTE: Cristo es alfa y omega  (Ap 1,8;  21,6;  22,13) en el cual ha sido creado y por cuyo amor existe y se desarrolla.

-COMPLEXIVAMENTE: Dado que estos tres prefijos forman una unidad que repetidamente se usa precisamente como una uniad, su conjunto tiene que tener un sentido que trasciende la suma de cada uno de ellos. Cristo no solo ha producido al mundo en su devenir, sino que además le da unidad como "pantocrator", haciéndolo subsistir en una unidad estable y estructurada. Considerando el concepto de "alienación de Dios" se comprende como Cristo "lo contiene todo", en cuanto que le da sentido al universo atrayéndolo así.

-Considerando finalmente que la triada "dia, en, eis" nunca se le aplica al Padre, sino solamente a Cristo (Rm 11,36; 1 Cor 8,6) parece como si se quisiera indicar con ella un influjo en el devenir, en el subsistir, y en la evolución del mundo, que es propia de Cristo.

Suponiendo esto, queda justificada la "transconceptualización" por la que Cristo es llamado causa eficiente, ejemplar y final de la Creación. 
Esto no significa que "dia quiere decir precisamente una causalidad eficiente, que "en" se refiera a la causalidad formal y ejemplar, y  "eis" está en relación con la causalidad final. Es más bien todo el conjunto de estas tres partículas las que signifiquen todo el conjunto de esta triple causalidad.

             "De una manera fragmentaria y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros padres por medio de los profetas; en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo a quien instituyó heredero de todo, por quien también hizo los mundos; el gloria e impronta de su esencia, y el que sostiene todo por su palabra poderosa, después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a a la diestra de la majestad en las alturas, con una superioridad sobre los ángeles cuanto mayor cuanto más le supera en el nombre que ha heredado"  (Hb 1, 1-14)

También en esta perícopa se habla del hijo en su realidad concreta, esto es, de Jesús el Verbo encarnado (Hb 2,9) sin distinguir entre lo que le compete en cuanto Dios y lo que le corresponde en cuanto hombre. Él, en el centro de la perícopa, es descrito con categorías propias de  la especulación sapiencial, como participante de la perfección paterna en el ser y en el obrar. Las palabras "respalndor de su gloria" e "impronta de su esencia" tienen que interpretarse a la luz de Sab 7,25-27. Esta glorificación de Cristo está en medio de otras dos afirmaciones que se refieren a la función de Cristo: 
         
          "por quien también hizo los mundos"; 
      
          "el que sostiene todo con su palabra poderosa". 

Por la expresión "sostiene" cfr Is 46, 3-4 en la versión de los LXX. Esta doble afirmación referente a la actividad de Cristo está encuadrada a su vez entre dos alusiones a la gloria inicial y final de Cristo:

           " a quien él instituyó heredero de todo"
    
           " se sentó a la diestra de la majestad en las alturas"

Así pues, la estructura de Hb 1, 1-4  es análoga a la de Flp  2, 5-10. Cristo posee la gloria divina. Realiza la creación y la re-creación y de esta forma posee su gloria bajo un nuevo aspecto. Cristo se presenta como autor del mundo, en cuanto que lo ha hecho, lo sostiene y lo purifica. La alusión a Sb 7, 21-30 contiene con mayor claridad que Col 1, la categoría de la ejemplaridad de Cristo respecto al mundo: en efecto, los aspectos "apaugasma" (reflejo e irradiación) y "karacter (la impronta que sella), significa que Cristo refleja e irradia la belleza del Padre sobre el mundo.

En el Prólogo de Jn 1, 1-17, se afirma que todo ha sido hecho por medio del verbo, a esta afirmación corresponde, en la segunda parte del prólogo, a otra afirmación, según la cual, la ley ha sido dada por medio de Moisés, mientras que la gracia y la verdad, esto es, la fiel benevolencia de Dios se ha realizado por medio de Cristo (v.17). Puesto que en ningún otro lugar de Juan  se habla de la función creadora de Cristo es preciso explicar la afirmación del prólogo según el contexto de ideas dentro del cual ha sido concebido, que es precisamente el de la función  creadora de la sabiduría (Pr 8, 22-31)   (7, 22-8,1) y el de la función creadora de la palabra de Dios (Is 40,24-28), 48,13-16). Por una parte el Padre crea como si complaciese a su propia sabiduría en el que está contenido el plano de ese mundo, que Él llama a la existencia y que se realiza a través de la  creación, especialmente en el hombre (Sb 9, 1-14); por otra parte, el Padre crea por medio de la palabra, de modo, que la palabra de la creación es instrumento activo de la producción del universo  (Gn 1). En el Prólogo de Juan, las funciones de la sabiduría y de la palabra son atribuidas a la persona de Cristo. De este modo se describe aquí un movimiento progresivo, a través del cuál, el Padre, del Verbo creador, y del Verbo encarnado, teniendo por ejemplar al Verbo, lo produce y lo dirige todo hacia la plena participación del Verbo.



2. REFLEXIÓN ESPECULATIVA

La Sagrada  Escritura, así como los Padres Griegos, profundizan en la reflexión sobre la "persona"; subrayan por tanto la unidad en cristología, y acentúan la pluralidad en la doctrina trinitaria.
La reflexión se concentra en la "naturaleza" y por eso acentúan en cristología la dualidad, y en la trinidad su unidad. Por eso el pensamiento occidental tuvo que distinguir la función creadora de la divinidad (el Verbo en cuanto increado) y la humanidad (el Verbo en cuanto encarnado). El pensamiento escolástico distinguía la causalidad eficiente, la causalidad final y la causalidad ejemplar.


El Verbo increado o creador como causa eficiente

La creación es común a las tres divinas personas. Sin embargo, aunque la naturaleza es común a las tres personas, cada una de ellas la posee según su propiedad: el Padre como ingénito, generante e inspirante; el Hijo como gerente e inspirante; el Espíritu Santo como espirado por el Padre y el Hijo. Lo mismo hay que decir también de la acción creadora: todo ha sido creado por el Padre a través del Hijo y del Espíritu Santo. Santo Tomás puede decir que las procesiones divinas son necesarias para la producción de las escrituras por el hecho de que la creación tiene como causa el entendimiento y la voluntad de Dios.
El Verbo es la sede de las ideas divinas, es la causalidad ejemplar. El Verbo es como la primera idea en la que están contenidas todas las otras. El Padre crea todas las cosas en el Verbo como en su causa ejemplar suprema, y en el espíritu Santo, en el que el Padre se ama a sí mismo y por ello a toda creatura que participa en su propia bondad. El Verbo es el fin de la creación, ya que la Trinidad actúa por amor a la belleza concebida en el Verbo, queriendo realizarla fuera de sí.


El Verbo encarnado, creador como causa eficiente

La humanidad de Cristo no es causa eficiente de la creación; más bien, si admitimos que la Encarnación fue querida por Dios, no solo para reparar el pecado, sino que  ha sido la razón propia de la creación, podremos decir que es causa eficiente del mundo, aquel Verbo que en la plenitud de los tiempos se encarna; más aún, que es causa eficiente en cuanto que se encarna, o sea, al querer prepararse mediante la creación la "carne" que habría de asumir.


Causalidad final y ejemplar

Para que Cristo sea primogénito entre muchos hermanos (Rm  8,29) puede  decirse que Dios quiere todo el universo por amor a Cristo, empezando desde el primer movimiento de la materia hasta su total plenitud escatológica, por consiguiente, la naturaleza humana del Verbo es la clave de inteligibilidad de todo el universo.
Si el Verbo encarnado es término hacia donde procede ante todo el universo, el fenómeno humano encuentra su última explicación solamente cuando se le considera a la luz del misterio de la Encarnación.
Así pues, la encarnación de Cristo, su muerte y su resurrección, no solo son  hechos históricos contingentes, sin los cuales la realidad humana no existiría de hecho, pero seguiría siendo perfectamente comprensible en orden ideal. lo mismo que el hombre no es inteligible sin relación con Dios que lo ha creado, lo conserva, y del cual depende todo su derarrollo; tampoco es perfectamente inteligible sin relación con Cristo, por el cual, en el cual, y hacia el cual, lo ha creado, lo conserva y lo dirige hasta la plenitud escatológica. La relación del fenómeno humano no es algo extrínseco a la realidad humana. Esta realidad no puede ser comprendida adecuadamente sin relación con Cristo.
Por eso están ordenados a Cristo, no solamente los que creen en Él, ni solamente los que han acogido su Espíritu sin conocer explícitamente su evangelio, sino absolutamente "todos" los hombres, incluso aquellos que no lo aceptan. Precisamente porque el género humano contiene en sí el Verbo encarnado, Cristo -aunque habite en un pequeño ángulo del universo- es el centro y la cima de todo el universo de los espíritus puros. (Continuará)




domingo, 21 de abril de 2019

Ha Resucitado






RESURRECCIÓN

¿Por qué buscáis entre los muertos
a quien ha resucitado?

¿Por qué buscáis en la tumba
al que es glorificado?

!Hombres de poca fe
solo creéis si tocáis!
¿No creéis en la palabra,
de aquel a quien amáis?

Aquel a quién buscáis,
ya no está en este mundo,
está en la gloria del Padre,
por haber sufrido mucho.

!Jesús ha resucitado!
Lejos de la muerte está,
aquel que venció al pecado,
nacido de una madre virginal.

Él se nos ha adelantado,
por ser hermano mayor,
él ha sido resucitado,
por su Padre, el Buen Dios.

Nosotros también seguiremos,
la senda que Él nos trazó,
venceremos a la muerte,
el día de nuestra resurrección.


      antonio gonzález padilla



sábado, 20 de abril de 2019

Resurrección






Llueve. Y sigue lloviendo a las siete y ocho minutos de la mañana del Sábado Santo: sabe a Sábado de Gloria. La lluvia, nos ha despertado tocando suavemente los cristales de nuestras ventanas. Abla no ha esperado los tres días preceptivos para que resucite el Señor: Ya es domingo de resurrección porque así lo ha querido la Providencia ¿Hay mayor resurrección que el agua para una tierra sedienta que aquella que regenera la vida y nueve a la naturaleza a salir de su escondite y ofrecer su fuerza? Hemos santificado las fiestas y hemos renovado en la pasión del Viernes Santo la muerte trágica de un Dios que se humilla hasta morir en la cruz para nuestras redención. No nos quedemos en la tragedia ni en el dolor del Viernes Santo, porque entonces el fracaso de la muerte y del sacrificio del crucificado habría sido  rotundo. !Resucitemos con Él! Porque si no es así vana sería nuestra fe. 
Esta noche celebraremos la liturgia de la palabra, las lecturas del Antiguo y Nuevo Testamento; os invito a que prestéis atención, son maravillosas. Celebraremos la liturgia de la luz con el cirio pascual  y la liturgia del agua con la renovación de las promesas bautismales. !Siempre el agua como elemento purificador y de iniciación en la Asamblea de los Santos como es la Iglesia! El agua sin la cual la vida sería imposible y que tanto significado tuvo para los primeros cristianos. El agua que se manifiesta en nuestra tierra como maná símbolo del resucitado que lo hace no bajo la luz de un tórrido sol, (días vendrán para ello), sino como nubes del cielo, el regalo de un Padre bondadoso que no olvida a sus hijos sedientos. Un regalo en forma de gracia (carisma) de nuestro Dios providente que como respuesta a nuestra fe y oraciones, riega nuestra alma y nuestros campos del agua purificadora y reparadora. Un Dios que aprieta, pero que no ahoga. !Que así sea!




domingo, 1 de abril de 2018

!Buscadlo en este lugar!





Éste es su lugar

No busquéis al Nazareno,
ni en la tierra ni en el cielo,
no lo busquéis en los templos,
ni en los ritos o cementerios,
no lo busquéis entre los muertos:
¡Buscadlo allí entre la gente,
allí Él está vivo!
en los enfermos e indigentes,
compartiendo su olvido.

No lo busquéis en imágenes
ni en la madera o el oro,
tampoco está en los tronos
paseando por la ciudad,
entre una marcha triunfal:
!Buscadlo en un hospital,
en arrabales y favelas,
seguro que allí, lo encontrarás!

Buscadlo entre los exilados,
está entre las pateras
allí en el mediterráneo,
sepultado entre su gente
en un cementerio, ahogado,
sin lápida ni referente:
allí está el gran olvidado.

Buscadlo en la enfermedad,
en la pobreza o en la orfandad,
en la soledad o el desprecio...,
allí donde hay humanidad,
allí donde hay sufrimiento,
y alguien lo pasa mal.
¡Buscadlo sin descansar,
porque si en algún sitio está,
éste es su lugar!

      antonio gonzález



jueves, 4 de enero de 2018

A los Reyes Magos





A los Reyes Magos

Al Rey Melchor, le prometí
no buscar oro ni honores,
ni ídolos ni señores,
pues la única riqueza,
está en creer en uno mismo,
en su fuerza y su destreza.

Adorar solo a mi Dios,
con incienso de Gaspar,
servir a un solo Señor,
pues quien sirve a dos señores, 
puede a uno contentar,
y al otro, despreciar.

Y aquel cuerpo malherido,
del mesías recién nacido,
untarlo con mirra olorosa,
como ofrece Baltasar, 
ungüento para un gran viaje,
desde el pesebre a la losa.

      antonio gonzález



viernes, 29 de diciembre de 2017

La Navidad y su sentido





La Navidad y su sentido

Hay fiestas religiosas
que a lo largo de algún tiempo
se han convertido en ruidosas
con excesos gastronómicos
frenesí comercial
y muchas superfluas cosas.

Olvidando lo esencial
del misterio acontecido
de raigambre universal
de un niño recién nacido
en la humildad de un pesebre 
de una madre virginal.

Lo que acaeció en Judea
expresa con mucha fuerza
lo que somos y seremos:
nuestra real contingencia
y el deseo de eternidad
que busca la trascendencia.

A esta tensión lacerante
jamás resuelta,
el mensaje evangélico
propone un respuesta:
La de un Dios-hombre
que nacido de una virgen
adquiere nuestra naturaleza.

Dado que este fenómeno
resulta incomprensible
además de absurdo
para una mente racional
refleja  a la perfección
nuestro destino en el mundo.

En efecto, sólo puede
rescatarnos de nuestra suerte
aquél que asumió el dolor
sufriendo en su propia carne
la aceptación de la muerte.

Genial manifestación
de entrega y humildad 
de un Dios que por amor
se hace uno de nosotros
en un misterio insondable
de difícil comprensión.

antonio gonzález
 
 

sábado, 7 de enero de 2017

El verdadero sentido de los Reyes Magos de Oriente






No era fácil emprender un viaje en aquellos tiempos. Junto al peligro de los caminos y el salto a las caravanas, había que tener muchas ganas de complicarse la vida solo porque ha aparecido en el cielo una señal, -que vaya Usted a saber- qué significa, si la explosión de una supernova, o la confluencia de Júpiter con Saturno. El relato de los Reyes Magos no deja de sorprendernos hoy en día, y tal vez por eso, -pese a que han querido instrumentalizar este acontecimiento, y no lo han conseguido-, sigue enraizado en lo más profundo de nuestra cultura. Aquellos hombres más que reyes o magos, eran investigadores o sabios preocupados por las señales que venían del cielo. Provenían de una tierra llamada Babilonia que en la actualidad llamamos Irak entre los ríos Tigris y Eufrates, cuna de civilización y ciencia. Su aventura podría comenzar con eso que llamamos curiosidad o admiración por conocer el significado de unas señales en el cielo tan fuertes que les obliga a emprender una aventura peligrosa y problemática cuyo final nadie podía conocer. Aquella época era muy arriesgada para ponerse en camino; sólo una fuerte llamada de la curiosidad científica o de la transcendencia religiosa, puede hacer que unos sabios, ricos y acomodados, dejen sus comodidades para iniciar un viaje de incierto futuro. Es la llamada de unos hombres que dejan sus comodidades para seguir la búsqueda del "sentido", pese a los riesgos que esto entraña para sus vidas acomodadas y los peligros que entrañaba dicha empresa.
Este es el verdadero significado de esta fiesta que la sociedad moderna ha materializado burdamente mediante el consumismo materialista. También los ayuntamientos regidos por populistas o independentistas han tratado de instrumentalizar una fiesta religiosa, que por tradición les pertenece a los niños, y que desacralizándola desde su contexto religioso, han intentado dotarla con un contenido naturalista innovador, agnóstico, y político, sin conseguirlo. Debajo de todos estos intentos, subyace el afán de erradicar todo aquello que fundamentan nuestros valores trascendentes y cambiarlos por otros de sentido opuesto. Para ello utilizan el adoctrinamiento en todos los ámbitos de la sociedad para ir imponiendo sus ideas y manera de pensar y lo hacen con los más débiles y aquellos que tienen menos posibilidades de defenderse. Dejemos a los niños en paz y respetemos las tradiciones recibidas de nuestros antepasados.Es un deber y una obligación que les debemos.






lunes, 13 de junio de 2016

A San Antonio bendito





Oración a San Antonio

San Antonio casamentero,
humilde  hombre de Dios,
haz que encuentre un guapo novio,
y a la vez con din dan don,
prometo rezos y limosnas
para tu mayor honor.

Te prometo sacrificios,
entrega y dedicación,
siempre que seas generoso,
y me concedas el don,
de pasar las noches frías,
arrimada a buen calor.


Pues no hay peor desazón,
ni tristeza más profunda,
que estar sola en este mundo,
en un lecho sin varón,
aunque después de mi muerte,
bien sé que estaré con Dios.

      antonio gonzález


martes, 19 de abril de 2016

Las preguntas por el sentido ( I )





CRÍTICA A LA RELIGIÓN: El lenguaje religioso


La palabra "crítica" la empleamos tal y como la entiende Kant: "Como estudio profundo, o las condiciones de posibilidad que cumple  la religión como un saber". La pregunta es retórica, porque la respuesta está implícita en el enunciado: Vistas las condiciones que todo saber o ciencia ha de poseer para tener este status, y no dándose en la religión dichas condiciones previamente establecidas, la respuesta es obvia: La religión no es un saber; será otra cosa, pero no un saber. "En buena parte, las críticas actuales al significado y funciones de la religión se centran en esa pretensión de trascendencia y de absoluto, que lleva a ir más allá de la filosofía y de la ciencia". (J.A.Estrada) La crítica filosófica a la religión, se centra en el estudio del lenguaje religioso y en el carácter fundante de la religión en su encuentro con el Absoluto. También en la eliminación del límite entre la trascendencia (El mundo del más allá) y la inmanencia, (el mundo de los sentidos) invadiendo una y otra sus campos definitorios (hecho inasumible para el pensamiento científico-técnico-filosófico)  Para la filosofía y la ciencia, el individuo y la sociedad son el único sujeto posible de una realidad que llamamos contingente; Ir más allá es invadir el campo de lo trascendente y lo convierte en una aventura carente de sentido. Desde este punto de vista, la búsqueda del sentido se convierte en un "sin sentido". No obstante lo dicho, la conciencia del hombre no deja de preguntarse cuáles son los fundamentos antropológicos que mantienen el rescordo ardiente de ese afán por lo Absoluto, su mundo trascendente, y la búsqueda del sentido.
No se puede entender la religión -como muy bien manifiesta J.A.Estrada- como un saber independiente, desarraigado del entorno dónde se genera, ya que está muy relacionada con la cultura y con el saber científico y filosófico. La comprensión global de la realidad también forma parte de la religión desde una perspectiva diferente a como la entiende la racionalidad científico-filosófica. El lenguaje religioso no es ni puede ser contradictorio con los lenguajes racionales aunque sus fines no sean los mismos; este lenguaje -si bien propio de la religión- no es contradictorio con los lenguajes que configuran los distintos saberes culturales, aunque va más allá, pues buscan una cierta fundamentación del sentido transcendente del hombre como convincente y creíble, pero nunca demostrable. De ahí, la apelación a la fe, como salto en el vacío. Por eso un diálogo entre estos diferentes lenguajes, siempre será bienvenido.