La Nuca de Rodrigo Rato

UNA MANO SOBRE EL CUELLO

Una mano sobre el cuello,
sobre la cervical,
una mano acusatoria,
condenatoria por igual.

La mano de un policía,
sobre el cuello de Rodrigo,
otrora hombre importante,
hoy, solo un hombre hundido.

El que en otro tiempo,
no hubiera permitido,
ni le tocaran un pelo,
hoy se encuentra aturdido.

El mundo asombrado está,
por esta escena teatral,
donde los protagonistas,
somos todos por igual.

Hace tan solo un rato,
vimos a Rodrigo Rato,
conducido a declarar,
sin oponer alegatos.

Esa mano policial, en la cervical,
no es algo particular,
sino un símbolo elocuente,
de linchamiento general.

Es la mano que aprieta,
el cuello de la corrupción,
de evasores "patriotas",
que cambian patrimonio, por nación.

Que afloren todos sus nombres,
queremos saber quienes son,
paguen todos sus impuestos,
con recargas y sanción.

¿Dónde la presunción de inocencia?
¿Y la ley de intimidad?
¿Ha sido declarado culpable,
sin juez y sin tribunal?

Unos dicen que es asunto particular;
otros lo consideran general.
Algunos lo han condenado ya;
otros a la expectativa están.

España es un Estado de derecho,
que debe garantizar la igualdad,
donde todos los ciudadanos, 
han de ser tratados con equidad.

Pero lo que se ha demostrado,
y bien, por cierto, es que todos
los españoles, somos iguales,
ante los  medios.         

          antonio gonzález