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lunes, 15 de diciembre de 2014

Pobreza con rostro humano





¿Qué culpa tienen los niños de los errores de sus mayores? Ninguna. Pero son ellos las primeras víctimas de una crisis económica que les golpea sin compasión. UNICEF ha presentado los niños de la recesión, el impacto de la crisis económica en el bienestar infantil en los países ricos. 800.000 niños españoles están en el umbral de la pobreza, siendo España el tercer país rico donde más aumentó el número de niños pobres, después de EEUU y México.
GONZALO tiene un sueño. Su sueño es ser futbolista. Juega en el equipo de su barrio y la ficha se la paga su abuelo, así como la equipación. Tan mal han ido las cosas, que ha tenido que dejar de soñar y acogerse al plan B. "Lo importante es tener trabajo y poder comer" ¿Qué ha sucedido para que un niño deje de soñar y tome conciencia de un mundo real? Ha interiorizado como la cruda realidad se impone a los sueños. Gonzalo tiene 10 años y  su hermana Beatriz 5. Apenas hace unos años, el sueldo de oficial de albañilería de su padre era suficiente para comer y vestir decentemente y hasta para veranear en un apartamento en la playa. Los cinco años de paro y la imposibilidad de encontrar un nuevo trabajo, han impedido pagar la hipoteca del apartamento al banco que se ha quedado con él, y la de la vivienda. Han sido desahuciados y han tenido que refugiarse en la casa de sus abuelos. Los padres reconocen que se equivocaron al tener dos hipotecas que al final no pudieron pagar. Gonzalo ha repetido curso y está muy protestón...Esta es su triste historia.
Tzvetan Todorov (Sofía, 1939) filósofo búlgaro nacionalizado francés, nos habla de valores en La pintura de la ilustración (Galaxia Gutenberg), sobre la justicia, la libertad, el laicismo, en una Europa bajo la dictadura de los mercados. Sus ideas fluyen de forma sosegada y sorprendente, desgranando la independencia de la economía liberal y la libertad de los mercados ajenos a las necesidades reales de las personas; su libertad en manos de unos pocos es la servidumbre de la mayoría que sufre la pobreza en sus propias carnes. La democracia política se ha independizado de la voluntad de los ciudadanos para estar al servicio de los podeorosos y sus intereses, en detrimento de  una mayoría que carece de una verdadera libertad porque carece de recursos económicos, y esto, naturalmente, afecta a la igualdad. Nuestra sociedad es cada vez más injusta, nadie defiende el bien común y el estado garante de este derecho justifica su incapacidad con razones económicas y presupuestarias. El individuo es más débil a la vez que menos libre; sus limitaciones no son teóricas sino concretas: Si un individuo no tiene formación ni educación, éste es más manipulable; si carece de casa porque no puede pagarla o es desahuciado por no poder pagar la hipoteca, su libertad a una vivienda digna está suprimida...Y así sucesivamente ¿Para qué sirve una libertad escrita en un papel si luego no se cumple? ¿Qué hacer para solucionar este problema? Teodorov nos  aconseja a estar vigilantes, creer en la justicia, luchar contra los localismos y creer en entidades supranacionales, y reactivar la participación ciudadana en nuevas formaciones políticas que defiendan el bien común y las libertades individuales. Hay que conseguir por todos los medios que la economía no sea insumisa e independiente de todo poder político, y que se dirija solo por las leyes de mercado, sin restricción a la acción de los individuos -nos dice-.
Son dos ejemplos muy apropiados para reflexionar estos días de navidad y ser solidarios con aquellos que sufren la pobreza con rostro humano.


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