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martes, 9 de julio de 2013

!Hay que ver lo que le gusta a este hombre esquiar en Suiza!




Con precisión de reloj suizo Bárcenas se aprestaba a efectuar su viaje a Suiza con una regularidad pasmosa. No sabemos si le gustaba más la leche de las vacas suizas -por lo de seguir mamando de la teta-, o deslizarse sobre la blancura de las cumbres nevadas. El blanco era un color para despistar; lo que realmente le gustaba era el negro, pero aplicado al dinero. ¿Qué, Señor Bárcenas, otra semanita a esquiar a Suiza? Le debieron preguntar en el ascensor, los despistados políticos del PP los viernes a medio día al abandonar la sede del partido, mientras les birlaba delante de sus propias narices 45 millones de euros. Podría ser, que algunos estaban tan atentos contando la calderilla del sobre dadivoso del tesorero, que no prestaron atención suficiente a los tejemanejes de su hombre de confianza.
Sabíamos que los partidos políticos de España se financiaban ilegalmente, con el dinero que recibían a cambio de contrataciones ilegales. Sacas de billetes o maletines aparecían tras la concesión de una obra pública o un servicio público amañado, para ser repartidos  a altos cargos de los partidos o para financiar una campaña electoral y seguir estrujando  la teta. No pasa un día sin que los españoles nos desayunemos con noticias de corrupción que afecta a todos los partidos del arco parlamentario, hasta el punto que cada vez son menos noticia. Todos aquellos que han tocado el poder, PP, PSOE, CiU, ERC, etc., tienen algo que ocultar. Pero no crean que los principios éticos les lleva a limpiar los nauseabundos recovecos pestilentes de sus propias cloacas, a pedir responsabilidades y a tomar decisiones drásticas contra los responsables de su propio partido. No. Nada de eso; sino todo lo contrario, a negar y ocultar lo evidente, hasta que un determinado medio lo descubra -medio ideológicamente contrario a la ideología del denunciado- Lo último, recién sacado del horno, afecta al Partido Popular. Son los papeles de Bárcenas, antiguo gerente y tesorero del PP, publicados por EL MUNDO, en donde se implica a Mariano Rajoy, Rato, Cascos, Arenas  y Mayor Oreja, un póker de ases del partido en el gobierno de España, de recibir unos cuarenta mil euros  por persona y año, mientras todos ellos eran ministros del gobierno de España con Aznar, conculcando la ley de incompatibilidades, que prohibe la percepción de dos sueldos a la vez de la administración pública. La autenticidad de los papeles no cabe duda; aquí no se trata de fotocopias; otra cosa es que digan la verdad. Esto no ha hecho nada mas  que empezar. ¿Por qué ahora y no antes? Bárcenas se siente traicionado por el PP y ha decidido tirar de la manta, caiga quién caiga, aún sabiendo que tira piedras contra su propio tejado. Si no lo hizo antes, fue por lealtad al partido que tanto le dio. No olvidemos que la decisión de publicar estos papeles contables, surge cuando el Juez Rus le aplica una fianza de 43 millones de euros para salir de la cárcel, cantidad inalcanzable hasta para él mismo, no porque no lo tenga, sino porque teme perder lo acumulado después de tantos años de latrocinio. Tampoco podemos olvidar que detrás de todo este asunto esté el Ministerio Fiscal dependiente del ministro Ruiz Gallardón, que a su vez aspira a suceder a Mariano Rajoy: ¿Cuándo mejor momento que ahora? Por lo pronto, la noticia es de una gravedad incalculable. Si se prueba su veracidad en sede judicial, las consecuencias penales han prescrito, no así las consecuencias políticas -que son  de tal calado- que haría temblar los cimientos del gobierno, su caída y el adelanto de las elecciones. Si todo esto es cierto, Rajoy no puede permanecer como presidente del gobierno de España, ni un solo minuto; tampoco sus colaboradores implicados. El PP, niega la veracidad del contenido de estos apuntes contables, achacándolos a una venganza del despechado Señor Bárcenas. Sea lo que fuere, lo importante no es quien acusa sino comprobar que lo acusado es veraz. La presunción de inocencia no se les puede negar. No son ellos los que tienen que demostrar su inocencia, sino que es Bárcenas quien ha decidido asumir el riesgo de plantear un proceso general contra la financiación irregular del Partido Popular: A él corresponde probar lo denunciado ante el Juez Rus. A pesar de todo, yo sigo creyendo en la Justicia de mi país y  que España -pese a todo- es un Estado Democrático de Derecho. Si no, al tiempo.




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