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jueves, 20 de noviembre de 2014

Bajo la lluvia de un día soleado










Have you ever seen the rain?  "Alguien me dijo hace mucho tiempo que antes de la tormenta hay calma (...) "Cuando se acabe lloverá  un día soleado"(Creedence Clearwater Revival). Bajo la lluvia de un día soleado me sentí de nuevo profesor. Fue un día radiante. A las faldas de Sierra Nevada, el Instituto  que lleva su nombre me abría sus puertas por primera vez, con la naturalidad de quien lo ha hecho siempre, como si nunca hubiera dejado de ser profesor (cuatro años lejos de los alumnos son demasiados para quien hizo de la enseñanza su razón de ser) Allí había una veintena de pares de ojos, mirando, escudriñando, con los ojos bien abiertos esperando -no se sabe a quién y qué- a una Charla-Coloquio cuyo título no comprendían muy bien la de "Cosmos Noetós". Paco Fernández, su profesor de informática, es el culpable de todo esto: "Lo haremos en el salón de actos con la música de los Creendece de fondo, porque dime que música prefieres y te conoceré mejor como persona ". (no le faltaba razón) Su cálido recibimiento en el Hall del Instituto, su abrazo sincero y afectuoso y el brillo de sus ojos, mostraban la fuerza y la pasión de éste joven profesor, que creía en lo que hacía y en el que me sentí identificado con su proyecto. No nos conocíamos, a pesar de que éramos paisanos, pero empatizamos de inmediato. 
Fue una hora en el que el tiempo voló. Después de la lectura de dos de mis entradas, las preguntas tardaron en llegar por la timidez de los alumnos. Poco a poco, el hielo se fue rompiendo y hablamos de comunicación, literatura, filosofía y educación. "El nombre de mi blog se llama, Cosmos Noetós o Mundo de las Ideas,  -les dije-  en honor a Platón, mi filósofo preferido (a ello también me ayudó la observación de Maria Angeles, su profesora de filosofía, que estaban leyendo el mito de la caverna) Decía PLATÓN que "educar consiste en mirar hacia la recta dirección." No fijar la mirada hacia las sombras que proyectan los objetos en la pared de la caverna, porque se trata de girarla, salir de la cueva para contemplar la luz del SOL exterior y ver los objetos, no como meras sombras proyectadas, sino en el mundo real. Hacer que lo que está oculto aparezca en todo su esplendor. De ahí viene la palabra verdad en griego "aletheia", lo que "no está oculto",  aquello que no está rodeado de obscuridad, sino de luz. desde este punto de vista, la educación consiste en liberar al hombre de las ataduras a las cosas sensibles, perecederas, mutables y no permanentes. Es rescatar desde el fondo confortable de la caverna, al ser humano atado a la ignorancia, molicie, egoísmo; porque allí se encuentra instalado en una falsa seguridad, ya que desde su infancia no conoce otro mundo que aquel de las sombras. Vista así la educación es una aventura arriesgada, para salir del estado primitivo de naturaleza y descubrir una realidad que desconocemos, pero que nos hará mas libres, adultos y con mayoría de edad. El maestro arriesga mucho de quedarse en el empeño. Ha de convencer mediante argumentos persuasivos de la excelencia del conocimiento y de la sabiduría. Ha de inculcar a todos aquellos que se aferran a permanecer en la cueva, las ventajas de ser libres de la esclavitud de la ignorancia, arriesgando incluso su propia vida, porque habrá fanáticos que se resistirán a abandonar lo que ellos consideran su propia casa por no conocer otra mejor.
El Mito de la Caverna de Platón, nos sigue ilustrando desde la Grecia Clásica y cada vez que lo leemos, es fuente de inspiración y de sabiduría. Pertenece a los Diálogos de Platón y en concreto a La República o "politeia". Es una obra que trata sobre el gobierno de la ciudad, de la educación o "paideia" de los gobernantes y de los diversos sistemas políticos de gobierno, siendo el párrafo principal,  culmen de la obra, cuando PLATÓN manifiesta "Que hasta que los filósofos no sean reyes o gobernantes y los reyes no se hagan filósofos, nunca acabarán los males de este mundo, Glauco". 
El mito, nos habla de unos hombres encadenados a la pared que hay que liberar. La liberación se consigue conociendo la auténtica realidad del ser  que no es otra sino la idea o "eidos". En esto consisten la verdadera ontología, en el des-velamiento o conocimiento del ser, frente a la apariencia o "doxa". El mito nos muestra cual es el verdadero objeto de la investigación filosófica, que no es otra que el ser "to on" en la idea. Las sombras proyectadas en la pared son la "eikasía", las que no tiene entidad, es solo eso, apariencia y sombra, fuente de errores para gente confusa. Nadie puede construir un conocimiento sobres ellas -dice Platón- pues son como arenas movedizas que no soportan nada. La realidad está formada de cosas, creencias "pistis" y sombras, que no permanecen que son y no son a la vez. ¿De dónde vienen las ideas? Éste fue uno de los problemas agudos que Platón tuvo que solucionar. Comentaba que el sabio al saberlo todo, no necesitaba saber mas porque todo lo sabía; el que no sabe nada o necio total, tampoco era válido para el conocimiento filosófico, porque al no saber nada, no sabe "que no sabe" y tampoco sabe qué saber. De esta aporía o problema, sólo se sale siendo filósofo o "amante de la sabiduría", porque "saber es recordar lo que nuestra alma ha contemplado en el mundo de las ideas" o "cosmos noetós". El verdadero filósofo es el que hace de ella su vida. Es el amante de la sabiduría y debe estar en tensión para escuchar y desvelar el verdadero sentido de la realidad. De ahí el desapego del maestro Platón sobre lo perecedero y lo movible y su desprecio a las cosas de este mundo de apariencia o "cosmos horatós", por no ser sino copias imperfectas "metexis", imágenes, que participan y manifiestan "parousía" o modelos "paradigma" de la verdadera realidad que es la idea. No en vano la  raíz de la palabra idea, proviene de "eidein" que significa "ver", no con los ojos de la cara, sino con los del alma. Se trata de acceder, mediante el conocimiento al mundo de las ideas "cosmos noetos" para conocer las verdaderas realidades o ideas que en estricta jerarquización terminan en la Idea de BIEN, de la que emana o participan las demás ideas.
Pero el mito, también nos muestra una verdadera epistemología o "teoría del conocimiento" basada en la búsqueda de la ciencia o "epistemé" Para ello, hay que salir de la caverna donde solo hay un conocimiento de conjetura "eikasía" de imágenes y sombras o de creencia "pistis" en la contemplación directa de los objetos, que nos muestra un conocimiento sensible y opinable "doxa", y encontrar el verdadero conocimiento científico,  que está en la razón discursiva "dianoia" de la matemáticas, y en la razón intuitiva  "nous"  o dialéctica de las ideas.
No acaba aquí la fecundidad del mito platónico. También es fuente de inspiración  axiológica o de valores. El nuevo hombre salido de la caverna, debe ajustar su conducta a principios y valores éticos, en perfecto equilibrio y equidad, con la gran virtud que ha de presidir su relación con  él mismo y con el Estado: LA JUSTICIA o "dikaoisine". Debe ser un hombre prudente "frónesis" y recto para sí y los demás. Esto es una exigencia del conocimiento de las ideas y un principio "areté" que rige y se sitúa en la cabeza: el auriga que conduce el carro de nuestra existencia hacia el BIEN, y no hacia la "hedoné" o placer sensible. También ha de ser fuerte, valeroso y valiente "andreía" pero a la vez ha de controlar sus fuerzas y encauzarlas  al servicio de la "polis" o Estado; nunca dejarse llevar por la ira. Finalmente, debe ser moderado "sofrosine",  controlar sus apetitos y pasiones y someterse al recto juicio de la razón."  

"¿Cómo ves la sociedad española?" (me  interpela un joven espigado)"Con temor pero con esperanza" -le contesto- "Con esperanza -empecemos por lo positivo- porque creo en vosotros, en vuestra preparación y en vuestro empeño. Con esperanza,  porque creo en mi país llamado España. Pero también con temor porque hay gente en la que prevalece la importancia del territorio, de la  diferencia y la singularidad frente a la España de los ciudadanos, iguales y libres ante la ley con independencia de dónde vivan. Gente, que han manipulado el lenguaje y la historia para ponerlo al servicio de ideologías rupturistas. Gente que no respeta la ley, fundamento de todo Estado democrático de derecho, sin saber que es por esa misma ley por la que ellos pueden disentir..., y son libres hasta para cambiarla."

"¿Qué espero yo sobre mi País?" (pregunta retórica que me hago a mi mismo) "Nada. Yo no espero nada, porque no creo ni en el destino ni en la predestinación de los pueblos, sino en la unidad, en el esfuerzo, y en el trabajo de los ciudadanos por construir un país próspero, igualitario y justo." Como hombre libre que soy he de preguntarme "¿Qué hago por mi País y sus ciudadanos?" Esa es la pregunta cuya respuesta corresponde a cada uno de nosotros, y a todos. Este, y no otro, es el sentido de la educación: Educar para ser  ciudadanos libres, responsables, y críticos, comprometidos con todo lo que atañe al hombre y su mundo.  "Algún día después de la tormenta aparecerá un día lluvioso de sol que iluminará nuestros corazones"...

Have you ever seen the rain?

Someone told me long ago there's a calm before the storm,
i know; it's been comin' for some time.
when it's over, so they say, it'll rain a sunny day,
i know; shinin' down like water.
Chorus:
i want to know, have you ever seen the rain?
i want to know, have you ever seen the rain
comin' down on a sunny day?
Yesterday, and days before, sun is cold and rain is hard,
i know; been that way for all my time.
'til forever, on it goes through the circle, fast and slow,
i know; it can't stop, i wonder.
Chorus
yeah!

chorus


N.B.  Con mi agradecimiento y afecto a Mari Angeles y Paco, profesores del IES Sierra Nevada de Fiñana (Almería), por darme la oportunidad de recobrar mi espíritu docente como profesor de filosofía y sentirme tan joven como en los viejos tiempos.


                      

martes, 18 de noviembre de 2014

Lágrimas sobre clavijas





-Sí,  Abla, díganme
-...
-Ya no podemos poner conferencias. Es que van a instalar el automático.

Cristina Hernández Maqueda estaba más nerviosa y titubeante que nunca. Nunca se había azarado antes con clavijas, cables, números... Pero las doce y dos minutos del día 22 de noviembre de 1988 eran una hora, un minuto y una fecha especial. La pequeña sala de espera jamás registró un lleno como en esos momentos.
-¿Abla? ¿Ayuntamiento?
-...
-Ya no puedo pasarle. No. Es que ya no podemos aceptar conferencias. 
Titubeante, nerviosa y tal vez más guapa y adornada que otros días, Cristina vivía sus últimos minutos tras esos aparatos. Seis años de trabajo con sus voces, inquietudes, cortes, repeticiones, etc., iban a terminar. En un cajoncillo superior quedaba el registro de la última conferencia. Había sido puesta a las doce y dos minutos del mediodía. Llevaba el número 035566, una duración de tres  minutos (aunque solo hubiese sido uno, porque los saltos telefónicos cuentan de tres en tres) y costó 40 pesetas. María, su hermana, contemplaba el barullo creado con la llegada del personal de telefónica, curiosos y medios informativos que quisieron incorporarse en las últimas llamadas, ya no registradas contablemente.
"Llevamos con la Central seis años. Al principio, claro que no sabía manejar todo este lío, pero aprendí pronto porque esto no tiene secretos para nadie. No, cuando llegué no había tantos números. Han ido aumentando con los años." La conversación se corta con las palabras del alcalde al gobernador civil, mientras Cristina y María reflejan en su cara una nostalgia a la que sólo ellas sabrían poner sus imágenes. Un brillo especial iluminaba sus ojos. 
Y, de pronto, empezó a sonar una petardada en la calle. José Ramón Carmona Rodriguez, empalmador ("Bueno, pon vigilante de líneas y cables, que lo otro suena mal", -precisa entre pícaro y legal-). Estaba cortando las líneas viejas y cada corte expulsaba una pequeña cápsula, con estampidos  de las botellas de cava, que no contempló ninguno de los tres actos de inauguración. Pero todo revestía la tristeza de un adiós: El locutorio empotrado en un rincón, en cuyo techo había guías, cajas, paquetes... Un segundo locutorio empotrado en la pared trasparente de plástico, un banco de espera, y hasta el cartel pidiendo, por favor, la solicitud del justificante... Y en un rincón, casi olvidada por el bullicio en la pequeña casa de la calle José Antonio, Francisca Padilla, rompía a llorar. Era la encargada titular de la centralita y toda su vida (más de sesenta años) se desplomaba en esos momentos.



viernes, 14 de noviembre de 2014

Un viaje a las antípodas





Mariano Rajoy, Presidente de gobierno de España, se ha marchado de viaje a las antípodas, (Australia) que como sabeis, es la distancia más larga entre dos puntos en la tierra; y si no se ido más lejos es porque aún la tecnología no permite viajar en el Rosetta, (ese maravilloso ingenio técnico capaz de recorrer 500 millones de kilómetros sin averías) si no, a estas horas Mariano estaría, más allá de las nubes, no para contarlas como hacía Zapatero, sino para huir lo más lejos de esto, que aun sigue llamándose España, en un cometa que se dirige al sol. Algunos esperan que no vuelva (yo que él me lo pensaría) y se quede en aquellas tierras de canguros o en la Polinesia del Pacífico en alguna de aquellas idílicas islas, fumándose un puro bajo la tenue sombra de un cocotero haciendo crucigramas o deshojando la margarita sobre qué hacer con España o como resolver los problemas de "las tres C", a su vez, Cataluña, crisis, y corrupción. El panorama no puede ser más desolador por estos lares: juzga tú mismo.
Después de tres días de la la bochornosa consulta catalana, el Presidente se dignó salir  a dar la cara para decir lo obvio, la defensa de la soberanía nacional y la posibilidad de que Cataluña pueda iniciar un procedimiento de  referéndum de acuerdo con la Constitución, en donde  participarían todos los ciudadanos españoles, aunque manifestó que él estaría en contra de cualquier iniciativa que pretendiera fraccionar el territorio nacional. A la pregunta de por qué no actuó impidiendo esta parodia de consulta, manifestó "el principio de la proporcionalidad" que consiste en evitar ciertas intervenciones de las fuerza de seguridad del Estado (retirada de urnas o cierre de colegios electorales) por las consecuencias que se derivarían de su actuación (eso de, "peor es el remedio que la enfermedad"). Muchos ciudadanos de Cataluña y España (entre los que me encuentro) tuvieron un sentimiento de orfandad y abandono por parte del Estado, aunque a muchos no les sorprendió, ya que el Estado lleva muchos años  ausente de Cataluña. Fíjate lo que manifiesta Nicolás Redondo Terreros: “En el 9-N, el Estado no compareció por cálculo o por temor a las consecuencias de la aplicación de su propia fuerza. Los independentistas hicieron todo lo necesario para conseguir su objetivo: utilizaron  toda la fuerza del poder de la Generalidat, manipularon los medios de comunicación públicos y privados catalanes y usaron a una sociedad domesticada con dinero público. De esta manera -sigue Redondo Terreros- pudieron votar en una consulta que para nosotros no deja de ser una expresión antidemocrática de un nacionalismo radicalizado (…) Por el contrario, los que defendemos la Constitución y la ley, como garantía de la libertad de todos, nos hemos visto arrinconados en la defensa de su aplicación que nos hubiera gustado que se hubiera hecho antes del 9-N, porque hacerlo posteriormente originará numerosas contradicciones” (El País). Ahora, la Fiscalía del Estado debe intervenir para que a Mas y sus consejeros nos les salga gratis la prevaricación, la malversación de fondos públicos y la desobediencia al Tribunal Constitucional. La mayoría de españoles queremos que sea así, pero mucho me temo, que están dando largas para que el castigo se quede en nada y todo quede en un burdo pasteleo entre Gobierno y Generalidad ya pactado. Lamentablemente un ejemplo más que demuestra que la cúpula de los jueces depende del gobierno central -no así los jueces- lo que muestra que no hay separación de poderes en España, y que la justicia está al servicio de la coyuntura política.
Tampoco van bien las cosas en economía, no porque no se han hecho bien los deberes, sino porque las economías de los países de nuestro entorno comunitario, no despegan y esto dificulta el crecimiento español. Si Alemania, Francia, Italia no importan nuestros productos, porque su economía es débil o en recesión, tu me dirás qué hacer. El consumo interno crece pero no al ritmo que a todos nos gustaría por lo que las empresas no pueden producir más porque no venden ni exportan. Aún hay 5 millones de parados, y esto, no hay país que lo aguante. Un problema de difícil solución cuya solución no se vislumbra en el horizonte. La bajada del petróleo Brent a menos de 80 dólares es una buena noticia porque ahorraremos 8.000 millones de euros.
Por último la corrupción sistémica que afecta a todo lo que se mueve (instituciones del Estado y autonómicas, corporaciones locales, partidos políticos, sindicatos y patronal) ¿Todos  corruptos? Evidentemente, no (la inmensa mayoría son gente horrada), pero hay una sensación de hartazgo entre los ciudadanos porque cada día surge un nuevo caso y la gente ha perdido la paciencia y la esperanza de que esto cambie. La lentitud de los tiempos en los que juega la justicia no coinciden con los de los ciudadanos que observan atónitos como nadie va a la cárcel y tampoco devuelven el dinero, dando la sensación de impunidad de la casta política, (parafraseando a un alto magistrado que dijo que las leyes en España están preparadas para los que roban un pollo en el supermercado llendo a la cárcel de inmediato, pero no para los que roban  millones de euros y lo sacan fuera del país). Esto es lo que hay. ¿Entiendes por qué Mariano Rajoy se marcha a las antípodas?