La Rambla
de los Santos
Decidme cómo es mi río
que lo busco y no lo encuentro
a dónde han partido
sus aguas bravas,
con su estruendoso bramido.
Quién ha dejado su cauce
pedregoso y relamido,
seco, sin una gota de agua,
donde ya no crece el sauce
ni abreva animal uncido.
¿Dónde están sus aguas claras
sabemos que han partido
pero no sabemos donde
ni por qué han huido.
Si alguno encuentra mi río:
!Cuenta conmigo!
pues no solamente busco
aguas que muevan molino,
sino aquellas manos recias
que ateridas por el frío
dejaban la ropa limpia
a golpe de riñón, jabón y brío.
antonio gonzález