Niña que del monte bajas

 


Niña
que del monte bajas

Niña que del monte bajas
con la gavilla en las manos
niña que del monte bajas
cansada por el trabajo.

Deja que seque el sudor
que corre por tu mejilla
que menos puedo yo hacer
a quien por amor me cuida.

Los mozos, niña celosos
envidia tienen de mi
saben que son esas manos
quienes guardan mi redil

Mantienen calor y fuego
al rincón de nuestro hogar
calientan el lecho frío
en días de frío invernal.

Niña que del monte bajas
con la gavilla en las manos
niña que del monte bajas
cansada por el trabajo.

Deja que enjugue la sangre
que por tus brazos fluye
deja que alivie el dolor
que en mi corazón confluye.

Pues tu sangre y tu sudor
-mi niña-  que corre sobre tu piel
son muestras de tu amor
que unísono late en los dos.

Por ello mi bella niña
soy mozo afortunado
pues en el baile del pueblo
bailo contigo agarrado.

Niña que del monte bajas
con la gavilla en las manos
niña que del monte bajas
cansada por el trabajo.

Antonio González Padilla

Pavo Real

Pavo Real

Pavo Real que apareces
en las noches de crepúsculo
con tus plumas de colores
recordando los amores
bajo un cielo nocturno.
No ocultes bajo el plumaje
de tonalidades, los dones
que prenden dentro de ti,
en deseos y frustraciones.

Celo y deseo muestran 
tus andares,
gallardo es tu porte,
marcial es tu andar,
pues eres real señor
de casa y corral.

De ti espero, que me cubras
como la nube al cielo,
de aquellos peligros inciertos
y sus pavorosos miedos;
que tu espolón me defienda,
de temores propios y ajenos,
con firmeza y decisión,
de frustraciones y anhelos.


   Antonio González Padilla

Nihilismo

Nihilismo

No me pidáis lo que no puedo daros.
¿Qué son mis poemas sino versos
trabados de un poeta asido a la
frágil edad donde todo ha sido?
¿Qué son mis versos sino el querer
y no poder de un dios desterrado
de su cielo o un rey sin cetro,
corona, ni reinado?
¿Acaso queréis ser una generación
sin palabra, muda,
enterrada en el olvido y engullida 
por la endeblez de la memoria?
!No quiero morir dos veces!
bastante tengo con mi propia muerte,
para aceptar, sin lucha,
que muera la memoria de la gente.
Atrapado estoy en mi propia aporía,
herido por la ignorancia,
sumido en la duda, la vacilación,
la incertidumbre, el destino.
!Qué desengaño atroz!
!Qué ducha de realismo con agua
que no moja sino quema
la piel del alma!
!Qué decepción!
!Busco sin encontrar ese lugar
que no esté sujeto a la nihilidad!
Todo es metafísica... virtual.
Es mi sino.     

               Antonio

          GONZÁLEZ PADILLA

El Libro...

El libro...


Quien tiene un libro en la mano
tiene los mundos lejanos
al alcance de su mano.

Quien tiene un libro en la mano
posee el poder apreciado
de soñar sueños lejanos,
y tocarlos tan de cerca
con la yema de sus manos.

Y cual poderoso creador,
recrear mundos fantásticos
que nacen de la imaginación
compartiendo un tesoro
que ya alguien descubrió.

Ese poder misterioso
que se esconde entre sus páginas,
se descubre lentamente
a través de la lectura
reposada atentamente,

que bien juntas o trabadas
forman una palabra,

y así, así agrupadas,
componen una oración
ofreciendo al lector
un mensaje embaucador;

a seguir y seguir leyendo
hasta llegar al final,
donde escritor y lector
sienten con un corazón
o difieren la opinión,
que de todo ha de haber
en la viña del señor.

¿Que no me gusta el final
porque la trama termina
de una forma desigual?
Pues la cambio a mi antojo
que da el ser soberano
con ese poder omnímodo
sobre sueños y vasallos.

Quien tiene un libro en la mano
tiene el mundo entre sus manos,
quien tiene un libro en la mano
abarca sueños ideados.

Sueños que son recuerdos,
sueños que realizan cuentos,

palabras en letra impresa,

que en páginas agrupadas

convierten su escritura
en una obra literaria:

en novela o en teatro,
en grandes disertaciones,

en sonetos y canciones,

en un pequeño relato.

Todo está en ese libro
-querido lector-
que se encuentra entre tus manos.

Quien quiera seguir soñando
ya sabe lo que ha de hacer:
abrir la página de un libro
y presto ponerse a leer.

Antonio González Padilla

  
!Feliz día del libro a todos aquellos que no sabemos vivir sin él!

Renacer

Renacer...

Abrazados el uno al otro estamos a la espera
que el fuego del deseo prenda en nuestra mejilla
y el fruto del amor plantado en la semilla
surja como brote en esta primavera.

Que el canto de los pájaros acompañe el pareo
y el ramaje y el viento se muevan al compás
y la fuerza de las aguas en su camino a la mar
no apague ese regalo del dios Prometeo.

Que el trino del jilguero y el verderón pasajero
acompañe nuestro descubrimiento 
como melodía de nuestros húmedos cuerpos.

Y entre la flor del almendro y el cerezo
el valle de un manto blanco cubierto
sea testigo de un renacer sin momentos.

       
              Antonio González Padilla

Zingara de carnaval

ZINGARA DE CARNAVAL

Zingara de carnaval,
amapola del trigal
deja que la espiga sea
guardián de tu identidad.
De pelo negro atrayente
y dos pendientes relucientes
imperio del sol naciente,
son tus labios refulgentes
de carmesí rojo ardiente.

Besarlos querrían muchos
y arroparlos con su boca,
sentir el sabor pasional
de una zingara tan loca;
perdida en la inmensidad
entre tambores y procacidad
danzas al son de fanfarrias
al ritmo de carnaval
balbuceando identidad.

Alocada es tu carrera
entre corpiños y ligueros
ocultando tus encantos
a murmullos y mentideros,
pues debajo de tu falda
se encuentra tu negro tanga
que más que ocultar, engaña:
un respingado trasero
con el que soñar, soñemos.


   Antonio González Padilla

El amor hecho mercado

El amor hecho mercado

En el día de los enamorados
se hace regalo el mercado 
de un amor devaluado
con descuentos ofertado.

Reclamo de escaparates
se disfraza de ternura
con publicidad engañosa
con una sutil textura.

Un brillo publicitario
envuelto en papel celofán
que deslumbra nuestros ojos 
con engañoso final.

Y que haya tanta gente
que confunde la verdad
con la falacia que miente:
!Es para echarse a llorar!

     antonio gonzález

AUSENCIA

TU AUSENCIA

Descubro que Tú estás ahí,
de alguna manera todo me habla de ti,
que después de la hecatombe,
la nada te separa de mi.

No habrá otro amanecer,
tus ojos no estarán para gozarlo,
ni habrá luz que ilumine tu pupila:
tu amanecer convertido en ocaso.

Ya no hay dolor que pare el tiempo,
pues los días se dilatan en tu ausencia:
acaparan el instante y el momento.

Condenado a sentir tu partida,
sumido en la tristeza
de eterna amargura compartida.

    
       Antonio González Padilla

Un poema sin palabras

Te escribiré un poema

Algún día te escribiré un poema
sin palabras, sin fonemas,
un poema sin nombre, ni letras.
Te escribiré un poema
sin bellas metáforas,
con flores que no huelan
o fuentes cristalinas que no canten
en un jardín con olor a jazmín. 
Te escribiré un poema,
sin mencionar los pájaros
en las ramas,
las noches  estrelladas,
o la luz de la luna plateada
que escapa al alba.
Sin riachuelos en la montaña,
o palmeras dobladas de esmeraldas
en idílicas playas. 
Te escribiré un poema... sin palabras;
sin epítetos, que por decir algo, 
no digan nada,
de rebuscadas metáforas,
que esconden el sentir de la palabra.
Te escribiré un poema...
sin la cálida brisa del estío,
o del viento bravío de la montaña,
en desiertos de arena y oasis de plata,
en la alborada.
Te escribiré un poema...
¡Un poema sin palabras, mi amor,
porque todas en tus ojos están...,
en tu mirada!

      Antonio González Padilla

Entre sábanas

Entre Sábanas

!Ven calienta mi lecho!
y que te pueda abrazar
juntos tu cuerpo y el mio
entre pliegues de una sábana
hagamos tú y yo el amor.
!Ámame y hazme olvidar!
olvida lo que nos separa
con un grito de pasión.
!Ven amada, ven a mi cama...!
Que en la arruga de estos pliegues
está escondida mi alma,
entrecrucemos las manos
y juntos..., perdernos tú y yo,
al alba...

      A. González Padilla

Deja abierto el balcón...

Deja el balcón abierto... 

Cuando yo muera, 
deja abierto el balcón,
para que respire el aire
y siga entrando el sol.

No quiero cirios de cera
ni exposición de mi féretro
como en una pasarela;
no quiero crujir de dientes
ni llanto de plañideras.
Deja que entre la brisa
esa brisa mañanera,
que acompañe mi descanso
quien durante cada día
refrescó mi rostro ajado.

Quiero estar solo con ella
y hablar de esas cosas bellas
con la brisa placentera,
cuando en soledad callada
las estrellas se ocultaban
allá en el cielo, en lo más alto.
y nos escudriñaban.

Cuando yo muera...
no quiero susurro o rezos,  
que interrumpan mi silencio
o distraiga mis recuerdos:
Quiero escuchar la campana
que con su voz plañidera
rompa el silencio del pueblo
al alba por la mañana.

Tampoco quiero estandartes
que ondeen con lazos al viento,
no simbolizan mi fe
y menos mis sentimientos.
No quiero agua bendita
ni palabras con aliento,
tampoco quiero incensarios
con incienso y otros ungüentos.

Ni procesión de mi féretro

con coronas marchitas
de flores que huelan a muerto,
o pésames multitudinarios
con gestos que lleva el viento.

Deja que camine solo
por los surcos de mi huerto,
hablaré con él allí
y recobraré sus gestos...
hablaremos de cosechas 
de la uva y del tiempo;
fumaremos un cigarrillo
bajo la parra del huerto,
y el humo se elevará
entre pámpanos y sarmientos,
entre palabras de afecto.

Deja el balcón abierto...    
    

   Antonio González Padilla

Otoño, precursor de invierno

        

OTOÑO DE...

Hojas caducas que visten laderas
en un manto de crujir seco;
otoño caduco que cual primavera,
retoña en el suelo, cementerio yermo.

Olor a membrillo, huele nuestro tiempo
con tufo de invierno, que renueva el viento.
Trueno sempiterno, aguacero cierto;
con ascuas en rescoldo
que sabe a pimiento, a lagar en fermento.

!Otoño, precursor de invierno!

       
               A. González Padilla

Despiertos

DESPIERTOS

Quiero ser tu amante
despertar cada día
en tu lecho,
abrazar tu mirada serena,
cuando se han ido las estrellas,
y besar tus labios entreabiertos.
Quiero ser tu amante,
tuyo para siempre;
encontrar hueco
donde covijar sueños.
Dame, dame, tu desnudo,
ebrio, para buscar en tu valle,
la flor, 
en noche oscura de celo...
!Despierta! Enjuguemos el sudor
del huerto, 
que la planta germine,
como germinan los sueños,
después de una noche loca.
Despiertos.

   A. González Padilla

Warsan Shire

Warsan Shire, poeta

Tienes que entenderlo:

"Nadie pone a su hijo
en un barco
salvo que el agua sea 
más segura que la tierra"

"Nadie sale de su hogar
a no ser que este sea
más peligroso
que la boca de un tiburón"

"Tampoco metería a mi hija 
en una barca 
que pueda hundirse..."

No son palabras que rimen
ni floten en espuma blanca
esas que para algunos poetas
son metáforas de nácar.

Nacen del fondo del mar
donde la luz está apagada
nacen con un grito agudo
de gente desesperada.

No son poemas inspirados
en la quietud de la noche
nacen sobre la cubierta
de una patera sin nombre.

Aquí el ritmo no lo marca
esa musa  inspirada
sino las olas que mueren
en el flanco una barca.

Y cada golpe es amenaza 
que hunde más esa patera
y ahoga tantos poemas
como gritos de esperanza.

      Antonio González 

Un dedo investigador

Un dedo investigador

El dedo entrando
allá donde el sol no brilla,
entra cual estoque inhiesto
ayudado por la vaselina.

De rodillas en fetal posición
el caballero se inclina
los hay que gritan de dolor
y otros que gritan al doctor:

!Siga siga por favor,
no pare Señor doctor,
que uno por la salud,
sufre lo que mande Dios!

Los hay quienes desean
que pronto acabe sin más,
y otros que se siga hurgando
hasta  llegar al final. 

El doctor con su faena
y el paciente a la espera
a que el doctor saque el dedo
de tan oscura caverna. 

El gusto es tan personal...
que no sirve a todos por igual:
es un momento  crucial,
pues cada uno lo mide,
según el gusto que da.

       antonio gonzález



 NB  Hoy se celebra el día del cáncer de próstata: Nos lo tomamos en serio.

Instante

instante

Primavera florida y hermosa
primavera frondosa;
exultante,
repleta de brotes:
hierba nueva,
en campos, veredas, y bosques,
germinada,
sin pisadas, sin huellas.
Despertares con olores,
golondrinas, flores,
en prados verdes de colores.
Eterno retorno del renacer:
todo fue, será, es...
Solo instante...

     antonio gonzález

Punto y final

PUNTO Y FINAL

Apareciste.
Así, sin avisar:
una luz en el horizonte
con gran intensidad.
Ofuscaste mis ojos
con esa claridad
que da la luz intensa,
la palabra al despertar.
Hiciste el día corto
las horas se nos fueron
vivíamos el medio día
hurgando en  el lagar
buscando en el pajar
esa aguja perdida
de nombre felicidad.
!Qué lastima, no la
supimos encontrar!
¿Seguirá aún por ahí
o fue  una veleidad?
La noche arrebató
la poca claridad
que había en el horizonte:
todo es oscuridad.
Hoy eres punto y final.

   antonio gonzález

No es el final

NO ES EL FINAL...

Cuando me muera, seguiré aquí en esta tierra
que me vio nacer, en estas calles
que me vieron crecer...,
en estos huertos donde planté y recolecté
los frutos de la tierra, mi Edén.
En sus caminos donde caminé,
en las fragancias de las flores
que aspiré, en sus aguas, en sus bosques,
en sus fuentes... donde me sacié.
No penséis que me he ido para siempre,
estaré en el polen de las flores,
en el aire que corre entre los montes,
y en la brisa fresca del verano;
en aquellos sitios que tocaron mi alma:
allí estaré...
Seré  polvo vital de alma que enamora,
que se despliega en el gesto, la palabra,
la forma, poema libre que trova...
Busco la tierra de la que está hecha mi alma,
con la esperanza de reencontrar el lugar,
el hueco que dejó..., el barro que modeló
vestigios de alegría o tristeza de la infancia;
sabiendo que la muerte no es final,
sino sendero hacia una estación,
y volver a empezar...

              antonio gonzález

No todo tiene precio

¿Qué puede comprar
  el dinero?


Puedes tener dinero
y creer que eres el dueño
del mundo entero.

Aquel que tiene dinero:

Puede comprar muchas casas,
pero solo puede habitar una 
a sus anchas. 

Puede comprar una cama,
pero no podrá dormir 
sin una conciencia honrada.

Podrá comprar medicinas,
pero nunca la salud
que es quien alarga la vida.

Podrá comprar amistades,
pero jamás sabrá la verdad
de compromiso y lealtades.

Podrá comprar un reloj,
pero no controlar el tiempo
que éste solo lo controla Dios.

Puede comprar un buen libro,
pero no la inteligencia
que comprende el contenido.

Podrá comprar posición,
pero nunca el respeto
que da una buena educación.

Podrá comprar placer y sexo,
pero no sentirá el amor
que da un verdadero beso.

El dinero no lo es todo,
hay cosas que no compra,
pues no todo tiene precio,   
en un mundo de valores
principios y honra.

     antonio gonzález

A Ti Mujer

a ti, mujer

A ti mujer, te llamo como hijo,
a ti me aferro en mi llanto,
de pródigo hijo, desespero,
por volver a tu regazo...
!Fuente maternal, escucha mi canto!
Un  canto que otrora fue desvelo:
solo fue llanto;
en noches que no hubo tiempos,
ni pausas, ni descanso;
melodía del reclamo,
monotonía en acto,
en el tajo abnegada y callada,
sin pedir nada a  cambio. 
Amor entregado,
salario de olvidos, dolor,
y desencanto.
!A ti, mujer, a ti te canto!