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domingo, 16 de junio de 2019

"Lo volveremos a hacer" Joaquín Torra






El presidente de la Generalidad, el conocido racista Joaquín Torra, se ha permitido afirmar: “Lo volveremos a hacer”.  ¿Qué es lo que volverían a hacer? Un nuevo golpe de Estado  para separar a Cataluña de España. Así de claro. Es la respuesta como  amenaza dirigida al Tribunal Supremo de la nación española, que juzga a doce políticos independentista y ha dado por concluido el juicio celebrado en Madrid como "visto para sentencia". Como pueden observar, una muestra paradigmática y ejemplarizante de "político demócrata" que acata las sentencias del Tribunal supremo de España manifestando su arrepentimiento.   
Ante esta amenaza del supremacista Joaquín Torra, quien piensa que "los españoles son bestias carroñeras, víboras, hienas con una grave tara en el ADN” el Presidente en funciones del gobierno de España Señor Pedro Sánchez mira vergonzosamente para otro lado sin dar una respuesta contundente, ni defender el Estado de Derecho que él mismo prometió defender, seguramente porque necesite los votos de los independentistas catalanes para ser investido como Presidente de España. Una vergüenza y una ignominia. Juzguen ustedes mismos.


martes, 12 de febrero de 2019

ES HORA DE HACER JUSTICIA






Hoy comienza el que pasa por ser uno de los juicios más relevantes de nuestra democracia, similar en trascendencia al del 23-F, al de los GAL que dio con la cúpula del Ministerio del Interior socialista en la cárcel, o al de la ilegalización del brazo político de ETA, o al del 11-M. Todos ellos tenían un nexo en común respecto a la vista oral que hoy empieza por el intento de golpe de Estado perpetrado en Cataluña el 1 de octubre de 2017: el del proteger a nuestra democracia frente a quienes la atacan. La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo se enfrenta hoy, pues, a un reto esencial para la pervivencia del Estado tal y como lo concebimos los españoles en 1978, con el mandato vinculante de asegurar la unidad de España. Por eso conviene combatir numerosas mentiras enfermizas. Que este juicio a doce líderes del separatismo catalán esté contaminado por connotaciones políticas ajenas al Tribunal no implica en ningún caso que sea un «juicio político». Es un proceso penal a unos presuntos delincuentes acusados de rebelión, sedición y malversación para subvertir el orden constitucional, declarar ilegalmente una «república» catalana, y romper, con episodios de violencia incluidos, la unidad de España. No es cierto que haya en nuestro país «presos políticos». Ni que se les juzgue por votar en un ejercicio legítimo de su derecho al sufragio. No es verdad que se juzguen ideas y no es verdad que el Supremo haya predeterminado su sentencia.
Sin embargo, el independentismo se ha convertido en una mafia en busca de cómplices para difundir esa mercancía caduca. Es irritante que haya países como Bélgica, protectores de prófugos rebeldes como Carles Puigdemont, o que haya medios de comunicación internacionales que retraten a España como una dictadura autoritaria y represora. Sí, porque es mentira. Pero siendo irritante, no es tan peligroso como que el cooperador necesario, incluso en la estrategia jurídica diseñada -y fallida- para impedir que se les juzgase por rebelión, sea el propio presidente del Gobierno. Eso sí es extremadamente grave, en la medida en que ha pretendido coaccionar a nuestra Justicia con el fin de agradar al separatismo para sobrevivir con 84 escaños. Pero nada de esto es lo que se juzga. Se juzgan hechos a priori compatibles con algunos de los delitos más ominosos de nuestro Código Penal. Más aún: si alguien cree que el Tribunal Penal va a permitir que la sala se convierta en un parque temático del independentismo, es que desconoce la seriedad, independencia e imparcialidad con la que actúa. Este juicio no es político. Es una vista a personas que se juegan hasta 25 años de cárcel, y eso es mucho más que formar parte del martirologio victimista de una traición a la nación. Estaban avisados y, pese a ello, golpearon a España. Es hora de hacer justicia. 
(Editorial  de ABC, 12-02-2019)



sábado, 29 de septiembre de 2018

Lo que nunca ocurrió




"Para que lo entienda la ministra portavoz. Vayamos por partes. Lo que nunca ocurrió en España desde las primeras elecciones generales libres de 1977 es que gobernara un partido con tan sólo 84 escaños. Como no creíamos que alguien podría estar dispuesto a aceptar el apoyo de golpistas y filoetarras para ocupar La Moncloa a cualquier precio. Tampoco recordamos que ningún Ejecutivo de los salidos de las urnas quisiera llevarse por delante la inviolabilidad del Senado y, todavía menos, que su vicepresidenta propusiese amordazar a los medios de comunicación. Esto último porque les irritan las informaciones sobre los plagios de la tesis de Sánchez -asunto del que quedan bastantes páginas por escribir-, los audios de las cloacas vinculadas a la todavía ministra de Justicia, los másteres fraudulentos de Montón o la mala relación con la Hacienda pública de Màxim Huerta y Pedro Duque. Pero esto es la democracia y la ejemplaridad pública pasa por la autoexigencia: el debate está donde ustedes, señora Celaá junto con la censora Calvo, han querido ponerlo. Ahí, justito ahí." Sin comentarios.

                              ABC El Astrolabio Bieito Rubido. 29 de septiembre 2018 




miércoles, 18 de abril de 2018




El Tribunal Supremo ratifica la existencia de indicios de delito de rebelión en la actuación de los dirigentes del ‘procés’ y rebate los argumentos del tribunal alemán



La Sala cree que no es razonable equiparar lo ocurrido en Cataluña con las protestas contra la ampliación de un aeropuerto en Frankfurt
Autor 
          Comunicación Poder Judicial


La Sala Segunda del Tribunal Supremo ha dictado un auto en el que ratifica la existencia de indicios de delito de rebelión en las personas que dirigieron el ‘procés’ secesionista de Cataluña entre los años 2015 y 2017 y rebate los argumentos del tribunal alemán de Schleswig-Holstein que está estudiando la euroorden dictada contra el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, al estimar que no es razonable, como ha hecho, comparar el proceso secesionista dentro de un país de la Unión Europea con las protestas organizadas contra la ampliación del aeropuerto de Frankfurt.
“En nuestro caso no se trataba de ampliar o no una de las pistas del aeropuerto de El Prat de Llobregat, y que ello generara la protesta de miles de manifestantes para impedirlo. Lo que aquí realmente sucedía era que después de más de dos años dedicados a laminar el ordenamiento jurídico estatal y autonómico, y de oponerse frontalmente al cumplimiento de sentencias básicas del Tribunal Constitucional, se culminaba el proceso secesionista dentro de un país de la Unión Europea, con una democracia asentada, poniendo las masas en la calle para que votaran en un referéndum inconstitucional oponiéndose a la fuerza legítima del Estado que protegía unos supuestos colegios electorales”, señala el auto.
La resolución ha sido dictada por la Sala de Apelaciones, formada por los magistrados Miguel Colmenero, Francisco Monterde y Alberto Jorge Barreiro, y desestima el recurso planteado por Jordi Sànchez contra la decisión del juez Pablo Llarena, del pasado 9 de marzo, de denegar la libertad de dicho investigado en la causa así como la concesión de un permiso extraordinario para asistir al primer pleno de investidura, el pasado 12 de marzo, para la que fue propuesto en el Parlamento catalán.
Rebelión por quienes ostentaban el poder autonómico
La Sala analiza en el auto la naturaleza del delito de rebelión, que está regulado en los Delitos contra la Constitución, y afirma que “en este caso parece que, cuando menos indiciariamente, se ha atacado la soberanía nacional y la unidad territorial de la Nación española (artículos 1 y 2 de Constitución)”.
En concreto, especifica que no se trata de una “rebelión de una muchedumbre de personas, más o menos organizada contra el Estado español para tomar sus centros de poder”, sino que las personas que llevaron la iniciativa en la ejecución de los presuntos hechos delictivos eran “sujetos que ocupaban oficial y legítimamente los poderes constitucional y legalmente establecidos en una comunidad autónoma”.
Por ello, según la Sala, en lugar de valerse de la violencia para tomar el poder central del Estado trataban de desconectar o desgajar del Estado español las instituciones autonómicas cuyos poderes ejercían. Para ello contaban con los medios jurídicos que les habían proporcionado la Constitución y el Estatuto de autonomía a través de unas elecciones legítimas, “instrumental jurídico que acabaron utilizando con fines totalmente contrarios a los dispuestos por las normas que legitimaban su función”.
“En un contexto de esa índole, es claro que la violencia física pasaba a un segundo lugar, pues sólo era preciso utilizarla en algún cruce o tránsito puntual de la línea de ruta que se habían marcado. Especialmente para realizar el referéndum de independencia, ya que se trataba de un peldaño imprescindible en su andadura para el objetivo de la secesión, y al tenerlo que materializar masivamente y en centros públicos se iban a encontrar con la oposición de la fuera legítima del Estado”, explica el auto.
Violencia previsible al lanzar a dos millones de personas a una votación ilegal
Los magistrados destacan al respecto del 1-O que el Gobierno español desplazó a Cataluña a unos 6.000 agentes que tenían la obligación de que se cumplimentaran las sentencias y resoluciones del Tribunal Constitucional, prohibiendo la celebración de un referéndum declarado inconstitucional.
Sin embargo, pese a todas las advertencias de los tribunales y de las autoridades gubernativas, “los protagonistas del procés prosiguieron con su hoja de ruta e indujeron a unos dos millones de personas a que salieran a la calle para votar ilegalmente”. El resultado fue que, como era “totalmente previsible e inevitable”, hubo violencia y más de cien enfrentamientos físicos entre personas que fueron a votar y la Policía.
El auto analiza a continuación la intensidad de la violencia ocurrida y la valoración de ese aspecto que realiza el tribunal alemán que conoce de la euroorden de Puigdemont, ya que estimó que dicho grado de violencia no fue suficiente para que el Gobierno español se hubiese visto obligado a rendirse a las demandas de los insurgentes al no resultar bastante para doblegar la voluntad del Estado.
El Supremo destaca al respecto que los 6.000 agentes que se utilizaron para impedir el referéndum resultaron ostensiblemente superados por los dos millones de votantes, y prueba de ello es que la consulta –aunque nunca tuvo las mínimas garantías- acabó realizándose, y que los procesados siguieron con su hoja de ruta secesionista y acabaron declarando la independencia de Cataluña. Añade que “si hubieran intervenido un número bastante mayor de policías es muy probable que todo acabara en una masacre y entonces sí sería muy factible que el resultado de la euroorden fuera muy distinto”.
El tribunal alemán hace una comparación no razonable
Además, el Supremo destaca que no es razonable que el tribunal alemán homologue lo ocurrido en el proceso separatista de una comunidad autónoma de más de siete millones de habitantes como Cataluña con unas revueltas organizadas por la ampliación del aeropuerto de Frankfurt, al tratarse de dos supuestos fácticos que nada tienen que ver el uno con el otro.
A la Sala lo que más le llama la atención de la argumentación del tribunal alemán es que empieza con un ejemplo hipotético muy adecuado al caso de Cataluña, como es preguntarse qué sucedería en Alemania si el presidente de un Land incurriera en una conducta como la perpetrada en Cataluña, “pero a las pocas líneas abandona ese discurso sin profundizar en él y se desliza repentinamente hacia el supuesto fáctico de la pista del aeropuerto, huyendo así del pantanoso ejemplo comparativo que tan adecuado y pertinente resultaba”.
“El supuesto hipotético del presidente del Land daba mucho de sí, pero muy probablemente en el caso de que se siguieran en su análisis argumental las reglas propias del discurso de la racionalidad comunicativa, su desenlace acabaría en la concesión de la euroorden”, dice el auto.
Si los hechos hubieran ocurrido en Alemania, no habría una sentencia simbólica
Así, destaca que “si los hechos que se han venido cometiendo en España se hubieran perpetrado en un Land de Alemania con los mismos factores de evolución, tiempo y resultado, no parece muy factible que todo ello se saldara con una sentencia condenatoria meramente simbólica como se dice en la resolución del tribunal regional superior de Schleswig-Holstein”, explica.
En cualquier caso, la Sala recoge además en su resolución que la Fiscalía dejó abierta la puerta en su escrito de querella para que, en el supuesto de que no se constatara suficientemente el elemento de la violencia en el caso concreto, se subsumiera la conducta de los sujetos investigados en el tipo penal de la sedición.

 
 
 

sábado, 11 de noviembre de 2017

Cae el telón de una gran mentira





La farsa ha terminado y la función ha acabado. Ahora es tiempo de ajustar cuentas. La tierra prometida en donde manará leche y miel, ha concluido. Pues no, no ha finalizado, alguien tiene y debe pagar esta representación simbólica de la independencia, esta fiesta pagada con el dinero de todos los españoles. Porque todo ha sido un juego simbólico, algo de mentirijilla, evanescente, apariencial. Todos los tejemanejes, las idas y venidas, las sesiones y proclamaciones de independencia no han existido, todo ha sido una farsa, una representación en donde los actores -los políticos secesionistas- lo han pasado fetén (para este viaje no se nesesitan tales alforjas) Ha caído el telón y ha acabado la representación: ahora los espectadores, aquellos que han creído en el delirio de unos  irresponsables, han de volver a casa y enfrentarse con la cruda realidad. Carmen Forcadell está en la cárcel, Presidenta del Parlamento  de Cataluña, que después de admitir el 155 -o sea la Constitución, que tan irresponsablemente conculcó-, ahora la acepta. Según dice literalmente el auto de su señoría- “no es que hayan asumido la intervención derivada de la aplicación del artículo 155 de la Constitución sino que han manifestado que, o bien renuncian a la actividad política futura o, los que desean seguir ejerciéndola, lo harán renunciando a cualquier actuación fuera del marco constitucional”. Un mazazo terrible para los independentistas por parte de una de sus líderes más representativos. Se libra -pues- de permanecer en  prisión previa fianza de 150.000 euros, y pelillos a la mar. Con ello, traiciona sus principios y los cambia a conveniencia, todo por eludir la prisión incondicional impuesta por el Tribunal Supremo: "Estos son mis principios y si no te gustan...los cambio por otros".
Pero no todo ha acabado. Seguirán más capítulos a continuación. Porque, ¿Qué les dirán a tantos miles de ciudadanos catalanes que creyeron en su mensaje, agitando sus banderas y saliendo a la calle? ¿Cómo suturar esa herida tan profunda que ha dejado el procés en tantos ciudadanos que creyeron en él? ¿Cómo curar la terrible frustración que ha ocasionado el dichoso procés entre los ciudadanos de Cataluña y el resto de ciudadanos españoles? ¿Qué van a pensar todos estos ciudadanos cuando vuelvan y descubran la gran mentira del independentismo? Con Carlos Puigdemont en Bruselas haciendo la guerra por su cuenta, -haciendo amigos en la Unión Europea-, con medio Gobierno catalán en prisión preventiva, y con la cantada de Carmen Forcadell aceptando el 155 por dormir en su casa, el panorama no puede ser más sombrío para el independentismo ¿Quién liderará el procés? Han jugado con el sentimiento de la gente y ahora se ha descubierto la gran mentira, el gran fiasco. Como bien dice Ignacio Varela, en el Confidencial: "Se acabó la fantasía unilateral. Aunque ganen el 21-D, ya es inconcebible retomar el 'procés' en el punto inservible en que lo dejaron. El gobierno que salga de las elecciones tendrá que obviar todo lo sucedido desde el funesto pleno del 6 de septiembre. Tendrá que diseñar un nuevo proyecto y aprestarse a realizarlo mediante una doble negociación, con España y dentro de Cataluña, siempre en el marco de la ley. Tendrá que recuperar la abandonada tarea de gobernar, empezando por hacer algo útil para que regresen las dos mil empresas a las que a que ellos echaron de Cataluña. Por eso sería muy saludable que otras personas menos chamuscadas encabecen la nueva etapa.
No se sabe qué sorprende más en el comportamiento de los dirigentes del independentismo: si su abismal falta de grandeza (una causa épica, como fundar un Estado, dirigida por gentes de una vulgaridad aplastante); la ingenuidad de pretender que se puede mutilar impunemente a un Estado europeo de 500 años sin que se defienda con todo su poder; o el cinismo de vender a dos millones de personas la fantasía de un coche volador que los conduciría al paraíso, sabiendo que solo disponían de un vehículo a pedales para recorrer el empedrado camino del infierno". (Ignacio Varela, La confesión de Forcadell y el requien por "el procés". El Confidencial)




viernes, 3 de noviembre de 2017

El vídeo que pone en su sitio a los políticos independentistas: xenófobo...





El día negro de Cataluña

Por Carlos Herrera ABC Digital

Puede que no sea una buena noticia para la política, pero encarcelar colectivamente a los miembros del Gobierno catalán protagonista del reciente golpe contra el Estado es una muestra de la independencia de la Justicia. Durante un buen tiempo han desobedecido las indicaciones del Tribunal Constitucional, han violado todas la normativas estatutarias y, por demás, han incurrido en delitos claramente tipificados en los diferentes códigos que regulan el desarrollo de la vida administrativa española. La juez Lamela no debe entender de otra cosa que no sea la legalidad, y en función de eso mismo no ha considerado si es procedente la decisión de encarcelar preventivamente a los miembros del Gobierno de la Generalidad de Cataluña.
A buen seguro el Gobierno de España hubiese preferido otra decisión. Medidas cautelares parecidas a las que se aplicaron al jefe de los Mozos, Trapero, permitirían cierto ambiente balsámico cara a las elecciones que esperan a la vuelta de menos de cincuenta días, pero la ley está escrita y su aplicación corresponde a los jueces que de manera independiente la interpretan. La huida de Puigdemont no ha beneficiado precisamente a sus compañeros de gabinete. De hecho, no ha beneficiado a Cataluña en ninguno de sus extremos.
Ignoro si la decisión de encarcelar a todo el Gobierno catalán a mano va a alterar la vida cotidiana en la sociedad catalana. Después de la aplicación del 155 se ha producido una cierta sensación de alivio en el día a día de la comunidad. Como si de repente se hubiese apaciguado el polvorín permanente sobre el que vivía la realidad informativa del territorio. Evidentemente esa paz de estos tres o cuatro días puede verse alterada por el envío a prisión de los protagonistas de las acciones inconstitucionales de los recientes eventos levantiscos. Pero la sagrada independencia judicial, con todas las críticas que merezca la toma de decisiones, es una garantía de la separación de poderes y una forma de medir la calidad de la democracia media de un Estado. El auto de la juez Lamela puede no ser conveniente para el día a día de la política, pero evidencia que los encarcelados formaban parte de un grupo organizado de individuos que alentaron la insurrección pública y la desobediencia de la sociedad hacia las órdenes emanadas de ellos y la resistencia colectiva a la autoridad legítima del Estado. Todo ello, por cierto, financiado con fondos públicos. Resulta evidente que la prisión de tipos que hasta ayer mismo paseaban por la política con el desenfado de los violadores impunes de la ley no va a resultar indiferente para aquellos que han hecho de la movilización ciudadana una suerte de legitimidad incuestionable. Las calles volverán a ser pequeños polvorines de corto recorrido y las instituciones asistirán al vocerío de no pocos portavoces de revoluciones pacatas, pero, con todo, convendría que los protagonistas de tanta erisipela social se lean con paciencia y decencia el auto de la juez. En ningún país de nuestro entorno se hubiera dado un desenlace distinto al ocurrido en España. Si un gobierno local desafiare cualquier legalidad europea de la forma que lo ha hecho el Gobierno de la Generalidad, el ordenamiento legal de cualquier Estado no se hubiera andado con contemplaciones.
Puigdemont, en su huida estrambótica, finalmente no ha hecho ningún favor a sus compañeros de taller. A estas horas los encarcelados deben estar maldiciendo su nombre. El día negro para Cataluña no se ciñe al de la detención de algunos de sus dirigentes. El día negro se engendró en el mismo momento en el que un puñado de iluminados decidió desafiar las leyes y protagonizar delitos de rebelión, sedición y malversación, razones por las que una juez que no elige el Gobierno de España ha decidido ingresarles preventivamente en prisión.  (Carlos Herrera, ABC Digital).


jueves, 5 de octubre de 2017

"Los intelectuales son como las putas, vivimos de gustar" (Fernando Savater)







"Fernando Savater (San Sebastián, 1947), ha sido galardonado con el premio Antonio de Sancha en su XXI edición, otorgado por la Asociación de Editores de Madrid, por su trayectoria personal e intelectual y su defensa del libro y la cultura como elementos indispensables en la educación y en el desarrollo intelectual y ético de las personas.
En una posterior rueda de prensa, el premiado ha manifestado -refiriéndose a Cataluña- que espera no se celebre un referéndum separatista e ilegal  porque es una agresión a la ciudadania."No existe desde el punto de vista político tal cosa como Cataluña. Existe una ciudadanía cultural de Cataluña. El fantasma de don Ramón Lázaro y yo esperamos que no se celebre, que no vuelvan los privilegios feudales y que los ciudadanos lo sean de la nación que entonces se fundó", apuntó. En este sentido, criticó durante la respuesta o ausencia de ella de los intelectuales en nuestro país. "En España, lo que hay es una cobardía monstruosa. No me di cuenta que había tantos cobardes hasta que viví en el País Vasco. Esa cobardía está generalizada y, por supuesto, está en Cataluña", reiteró. "Los intelectuales somos como las putas, vivimos de gustar", continuó Savater. "A muchos intelectuales lo que les ha pasado es que quieren gustar y que les quieran aunque para ello haya que arrastrarse por el fango. Ahora parece que muchos han reaccionado".
Savater afirmó que la efectividad del Gobierno se verá "el día 1", y precisó que "llevamos 5 años haciendo muy poco" en contra de "todas esas tonterías del inmovilismo del Gobierno, como si la ley tuviese que moverse cuando viene gente que quiere violarla".
El escritor criticó un "diálogo excesivo". "El diálogo con los catalanes y con los Pujol en concreto ha existido y ha sido exageradamente grande. Hoy muchos de los personajillos que pululan deberían llevar una época larga en la cárcel. A lo mejor me equivoco y vemos que el día 1 el Gobierno ha hecho bien. Ojalá. Aunque pienso que debieran haber actuado antes". Y apuntó que antes de la crisis "y de que se descubriera qué parte de la misma venía de que los dirigentes robaban", no había "tanto separatismo".
Savater señaló como origen del problema a la educación o más bien a la "deseducación", a no contar las cosas como fueron". En la sociedad catalana "habrá un mal rollo" que costará sanar puesto que "habrá mucha gente frustrada porque se va a sentir engañada". (Laura Galdeano. Libertad Digital, 26/09/2017).

Hasta aquí la noticia, que a mi me ha hecho reflexionar sobre el papel del intelectual en nuestra sociedad occidental y que comparto con vosotros. Tiene razón el gran filósofo y sabio Fernando Savater, cuando manifiesta el papel que debe jugar el intelectual en las sociedades abiertas y democráticas. El intelectual ha de estar comprometido con la verdad y no con la postverdad. (Entiendo por verdad no el concepto metafísico como principio general abstracto, etc sino algo más pragmático y concreto, más bien es una actitud del intelectual para enfrentarse a la realidad con un espíritu veraz, e interpretarla con una actitud altruista de acuerdo con una conciencia libre de toda contaminación, que beneficie la convivencia y el entendimiento entre los pueblos) El criterio para encontrarla es aquella que favorece el bien común, entendiendo por bien, aquel que beneficia a un gran número o mayoría de personas informadas rectamente, y cuyos principios sean adecuados a la rectitud de conciencia, sujetos a los DDHH. Esto como planteamiento moral y ético personal, me parece el más adecuado. Desde un punto de vista objetivo, social o político, "la verdad" ha de estar adecuadamente representada en las normas o principios que rigen las relaciones entre los integrantes de una sociedad, me refiero a la constitución y a la ley, refrendada democráticamente por el pueblo. El intelectual, ha de servir a la verdad desde su propia manera de pensar, pero nunca ha de servirse de sus conocimientos e ideas para dominar o imponer una determinada ideología. Ha de ser un referente de denuncia frente a aquellos  (políticos, instituciones, grupos de presión, etc) que utilizan los mecanismos sociológicos de aprendizaje (Educación, escuela, historia) -no para educar en los valores cívicos democráticos que contribuyan a la convivencia y el bien común-, sino para dominar e imponer sistemas políticos de poder, no respetuosos con el pluralismo político que caracteriza a nuestra sociedad occidental. Se trata de "desmitologizar" a la sociedad, adormecida con falacias y promesas falsas, pues es bien sabido, que el mito es más creíble a las masas como huída por lo que tiene de idílico o fantasioso, que bregar con la cruda realidad, ocultando en el plano de la política diversas formas de poder que se manifiestan como tiranía, caudillismo o populismo, al servicio de intereses ocultos en beneficio de sus líderes o gobernantes La obra y palabra del intelectual, ha de servir como referente para denunciar y descubrir donde se encuentra la manipulación y combatirla desde sus propios postulados con argumentos y razones, convenciendo más que venciendo. También es su deber, entablar un diálogo abierto y sincero con sus contemporáneos, para juntos descubrir esas razones objetivas que contribuyan a la paz, la igualdad y la dignidad de los pueblos. Su rol no es crear una obra para que guste a todos o para posicionarse en defensa de una determinada idea de poder, sino la de ser un agente dinamizador social que establezca un diálogo veraz y sincero a través de su obra, despertar un espíritu crítico y poder contribuir así a la recta formación de ciudadanos democráticamente libres. El verdadero intelectual, debe ser coherente por sus propias ideas, y defenderlas si las considera justas, nunca debe renunciar a esto, a cambio de dádivas y honores. Lo contrario, es "prostituirse" ante los mecanismos de poder que dominan y manipulan a las sociedades modernas (dinero, fama, poder,  etc.)
De lo dicho, querido lector, que cada uno profundice en aquello que le parece más adecuado, sabiendo que en la actualidad el papel del intelectual no es tan importante como  ha sido en otras épocas - a Dios gracias- en un mundo donde el conocimiento no es patrimonio de unos pocos sino que se ha diversificado y globalizado. Su verdad será creíble en la medida que su compromiso sea fiel a ella.





miércoles, 4 de octubre de 2017

El Discurso del Jefe del Estado








No. Ayer no eran vísperas de navidad, ni tampoco oíamos a los niños de la lotería cantar los números de la suerte y, sin embargo, el Rey se dirigía a la Nación en todas las televisiones de España -incluida TV3-. Desde el primer momento todos los españoles sabíamos que algo importante se nos iba a comunicar de parte del Rey con motivo del referéndum ilegal de Cataluña. !Vaya si lo hizo! No, no desfraudó el Rey Felipe VI al mostrar desde la primera palabra la desdealtad y la antidemocrática actitud de la Generalitat. No habló el Rey solamente, habló el Jefe del Estado, con precisión, rotundidad,  y con claridad de ideas: "Es responsabilidad de los legítimos poderes del Estado asegurar el orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones". Además manifestó otras ideas que subrayo como importantes:

–"Estamos viviendo momentos muy graves para nuestra vida democrática".
–"Desde hace ya tiempo, determinadas autoridades de Cataluña, de una manera reiterada, consciente y deliberada, han venido incumpliendo la Constitución y su Estatuto de Autonomía".
–"Con sus decisiones han vulnerado de manera sistemática las normas aprobadas legal y legítimamente, demostrando una deslealtad inadmisible hacia los poderes del Estado".
–"Hoy la sociedad catalana está fracturada y enfrentada".
–"Han pretendido quebrar la unidad de España y la soberanía nacional, que es el derecho de todos los españoles a decidir democráticamente su vida en común".
–"Sé muy bien que en Cataluña también hay mucha preocupación y gran inquietud con la conducta de las autoridades autonómicas. A quienes así lo sienten, les digo que no están solos, ni lo estarán, que tienen todo el apoyo y la solidaridad del resto de los españoles".
–"Son momentos difíciles, pero los superaremos. Son momentos muy complejos, pero saldremos adelante".
–"Debemos seguir ese camino, con serenidad y con determinación. En ese camino, en esa España mejor que todos deseamos, estará también Cataluña".
–"Subrayar una vez más el firme compromiso de la Corona con la Constitución y con la democracia, mi entrega al entendimiento y la concordia entre españoles, y mi compromiso como Rey con la unidad y la permanencia de España".

El Rey podía haber hecho un discurso con el violín en la mano, cantando las excelencias con palabras que a la progresía tanto gusta como, "diálogo" "negociación" "compromiso" "hermandad" "comprensión" bla, bla, bla. La prueba evidente que acertó, es la cara que se les ha puesto a estos, (Podemos, IU, Compromís, en Comun, etc), incluido al Señor Pedro Sánchez, Secretario General del PSOE, que está inoportunamente en otras cosas y que por medio de Margarita Robles (que no es del PSOE) le echa la culpa de todo a la Vicepresidenta del Gobierno Soraya Saénz de Santamaría. Allá ellos. Acabo de escuchar al Director de ABC Bieito Rubido que en una rápida encuesta de opinión si hubiera actualmente elecciones en España, el PSOE y Podemos se desplomarían mientras que Ciudadanos y Partido Popular subirían, (y no precisamente porque el PP lo esté haciendo bien, sino por lo rematadamente mal que lo está haciendo el PSOE de Sánchez). Se equivoca Pedro Sánchez y se equivoca la parte del PSOE que le sigue; afortunadamente, no todo el PSOE. La  Presidenta de Andalucía Susana Díaz, está demostrando estar en su sitio, aunque se espera más de ella como presidenta de la Comunidad más poblada de España como es Andalucía. No es así el caso de el Presidente de Extremadura Fernández Vara, quien ha hablado alto y claro, refiriendose a los policias: "Estaban allí no por ser ellos, sino por ser nosotros". En cuanto al PP debe aplicar el artículo 155 de la Constitución, YA, sin esperar el apoyo del PSOE quien no está ni se le espera, puesto que cuenta con mayoría en el Senado, sabiendo que no es el bálsamo de Fierabrás, pero ya se sabe, mejor es prevenir que curar. El tiempo apremia.




sábado, 30 de septiembre de 2017

CALIPORCO





"De las 50 provincias españolas sólo cuatro podrían sostener a día de hoy sus pensiones con lo que ingresan por cotizaciones sociales. Según los datos de la Seguridad Social correspondientes a 2016, sólo Madrid, Baleares, Almería y Las Palmas recaudan lo suficiente para sostener las pensiones. En el lado del superávit les acompañan también las dos ciudades autónomas: Ceuta y Melilla." (El Economista.es)



Solo cuatro provincias -entre ellas, Almería- podría sostener a día de hoy sus pensiones por lo que ingresan por cotizaciones sociales. Dicho así, como almeriense, esto, no solo me llena de orgullo sino que estoy pensando muy seriamente de crear las condiciones políticas y sociológicas para conseguir la  independencia de Almería, de España, y no digamos de Andalucía. Al fin y al cabo, un sentimiento de amor por mi tierra me impele a ello. Razones tengo y muchas: Ya está bien que los sevillanos organicen su feria de Sevilla, con rebujito y jamón de pata negra, a costa del esfuerzo de los almerienses. Tambien hay para el gobierno central, puesto que tienen relegada a esta provincia en infraestructuras de comunicación ferroviaria, hasta el punto, que todavía se ruedan peliculas del oeste en nuestra red ferroviaria y en nuestras anquilosadas estaciones, que más que estaciones parecen museos del siglo XIX.
En mi época de estudiante en Salamanca una de las "aficiones" de mis colegas de piso -la mayoría de Zamora- era salir por la Plaza Mayor de Salamanca con un pegatina  en la chaqueta con las letras en mayúscula que decía: ZA-LI-POR-CO, que traducido era algo así como: "Zamora libre por cojones"; así que esto del independentismo no es una fiebre loca que les ha sobrevenido a  algunos catalanes independentistas, sino que ya en los años mediados de los 70, era una aspiración de algunos españoles que llevan muy dentro de sí el !Viva Cartagena! Un grito que enmarca la aspiración egoísta de muchos ciudadanos con un sentido pésimo de la solidaridad, por mirarse al ombligo y exigir -no se sabe a quien- el ¿Qué hay de lo mio?. Siguiendo el sentimiento separatista -que no la lógica de la razón- y después de conocer las razones falsas y falaces de que Cataluña viviría mejor fuera de España, o sea, que en esa tierra de promisión "tendrían dos cosechas al año y el obispo sería catalán": Tendría muy seriamente que pensarme el ser independentista. Total, mi solidaridad solo crea vagos en otras partes del país, y a diferencia de Cataluña, mis productos no he de venderlos al resto de España -como hace Cataluña- sino exportarlos al extranjero. Tampoco he de preocuparme por la riqueza de mis compatriotas, al fin y al cabo no compran mis productos, por lo cual, me importa un bledo su poder adquisitivo; (poco inteligente por mi parte -he de reconocerlo- porque cuanto más ricos sean y su poder adquisitivo más alto, me comprarían más). Según se deduce de la noticia, Almería tendría un futuro más que halagüeño, no así otras regiones de España, incluida Cataluña.
Pero no se preocupen, no: Aquí nadie se va a separar; porque esta tierra es solidaria con el resto de España, porque así lo mamó desde la escuela, donde no se adoctrinó odio al vecino, ni se crearon mitos para inventar una historia ficticia y justificar una identidad superior al resto de los españoles, ni se crearon mentiras para ocultar corrupción, nepotismo y rapiña...Tampoco se enseñó el victimismo y la queja perenne, envidiosa y falaz, que lo único que pretende es ocultar la mala gestión, no asumir los propios errores y culpar siempre a Madrit de que no llueva. En esta tierra de Almería, nos enseñaron a apretar los dientes, cerrar la boca,  coger la maleta  y emigrar a otra tierra a buscarse la vida, abandonando nuestras raíces, nuestra familia, nuestro pueblo, nuestras tierras de labranza, que de ser productivas -aunque insuficientes- se convirtieron en secas y baldías en un eterno barbecho. Emigramos de nuestra tierra porque, "El Caudillo de España por la gracia de Dios"  -(Plá y Deniel, catalán y Primado de España, fue quien le nominó "caudillo")-, Don Francisco Franco, industrializó Cataluña en los años 50 con fuertes inversiones de capital financiero en detrimento del resto de España (Andalucía, Extremadura, las dos Castillas, Galicia, etc). Nadie se marchó y despobló nuestras ciudades y pueblos porque un día les dio por ahí; se fueron buscando el pan que en su tierra no encontraron por la falta de inversión y oportunidades; (aún recuerdo el día cuando salí a la carretera con una banderita de España de papel para pedir a  gritos: "Franco, más agua más árboles") Éste, ni siquiera se paró, aminoró su marcha, y pasó de largo con su guardia mora; (aún sigue la petición en el paredón de una caseta vieja de peones camineros). La SEAT se fue a Martorell, (Barcelona); (podía haberse quedado en Guadalajara donde había unos terrenos disponibles), el polo petroquímico de Tarragona no surgió de la nada, hubo voluntad de construirlo allí por decisión y voluntarismo político; el proteccionismo a la industria téxtil y de hilaturas en detrimento de los paños ingleses (mejores y más baratos que los catalanes) cuyas importaciones se le aplicaron altísimos aranceles, es una muestra más de esta política selectiva, proteccionista y privilegiada con Cataluña, en detrimento del resto de España. En efecto, esta fuerte apuesta de inversión en Cataluña, la convirtieron en la región más rica y próspera de España. Entonces, ¿Dónde y cómo se puede mantener seriamente la victimización de Cataluña? En cuarenta años de democracia con la Constitución del 78, ninguna región ha sido tan privilegiada como ha sido Cataluña. Ninguna. Y si hablamos de diálogo, ninguna comunidad ha hablado tanto y se le ha escuchado tanto como a Cataluña. Cataluña actualmente se financia con un tercio del total disponible de fondos destinados a las CCAA de España (FLA) los 2 tercios restantes se reparten al resto de Comunidades Autónomas (7.5 millones de Catalanes frente a 40 millones del resto de españoles, aproximadamente). ¿Dónde está la proporción respecto al índice demográfico?
En el año 2012 Arturo Mas visitó al presidente del gobierno en Moncloa, Señor Mariano Rajoy, exigiendo una nueva financiación para Cataluña similar al cupo Vasco. (Cupo ofrecido en los años anteriores y rechazado por Puyol) Rajoy en plena crisis española, con la prima de riesgo por la nubes en comparación al bono alemán, le dijo que esperara unos años y que al salir de la crisis hablarían (según economistas solventes, sería inviable aplicarlo en Cataluña por representar su PIB un 20% del total de España) La respuesta de Mas todos la conocemos, o me das lo que te pido o saco la gente a la calle para exigir la independencia. Dicho y hecho. Después de esto, ¿Se puede criticar la falta de diálogo? Cuando dos hablan y tratan de llegar a un acuerdo los dos deben ceder: ¿Me pueden decir en qué cedió Cataluña? Porque todos sabemos, que Cataluña goza de un nivel de competencias autonómicas como ninguna región del mundo occidental. Se puede criticar la España descentralizada de las autonomías, y las competencias transferidas de Educación, Sanidad, y Servicios Asistenciales, a las CCAA, si bien, el sistema ha dado sus frutos: España ha vivido le época más brillante y floreciente económica de su historia, aunque también ha habido fallos y mucha traición y deslealtad institucional con las competencias transferidas, utilizadas para crear comparaciones absurdas de unos  frente a otros y no para solucionar la gobernabilidad de los ciudadanos, por parte de los políticos y de las instituciones, como demuestra el momento crítico que estamos viviendo.
Para terminar una última reflexión que comienzo con una pregunta retórica: ¿Por qué hay ciudadanos catalanes que creen que Cataluña es una nación soberana y que tienen el derecho a decidir sobre su independencia, sin contar con el resto de españoles? La respuesta es obvia: Porque se creen una nación soberana, cuyo sujeto de soberanía son los ciudadanos catalanes, y no respetan el Artículo 2 de la Constitución Española que dice "que la soberanía reside en todo el pueblo español". De ahí que todo referéndum al margen de la Constitución, que trate de hacer una consulta en cualquier región de España sobre su independencia, sea ilegal, o sea, que va contra la ley y el ordenamiento jurídico de la Carta magna. España es un Estado Democrático de Derecho, esto significa que todos los ciudadanos estamos sujetos al imperio de la ley, y que nadie está por encima de ella. La ley es garantía de la salvaguarda de nuestra libertad y de nuestra igualdad, lo que se traduce en la práctica, que ningún ciudadano podrá ser  discriminado en función de su lengua, raza, o religión. Se puede ser independentista en España, y no pasa nada. También se puede cambiar la Constitución según determina su propio ordenamiento jurídico, mediante una mayoría cualificada de las cámaras del Congreso y el Senado por diputados y senadores. Si así se hiciera, cualquier territorio podría ser independiente mediante un referéndum a nivel nacional. Así es como funciona un Estado de Derecho. ¿Y por qué no se puede votar? ¿Qué hay de malo en preguntar a los ciudadanos? Votar y consultar no es malo, siempre que la pregunta -en contenido y forma- se haga dentro de los cauces legales. No es malo votar -es condición necesaria aunque no suficiente para que haya democracia- En el caso que nos ocupa, es ilegal votar este referéndum porque quien lo promueve no tiene competencia para hacerlo, ni autoridad para ordenarlo, por las razones expuestas anteriormente.
La otra alternativa para llegar a la independencia, es la propuesta por mi colega de Zamora, -salvando las distancias en favor de mi compañero- la de ZALIPORCO, o las que propone la CUP (Candidatura de Unidad Popular) CALIPORCO (Cataluña libre por cojones) Como ven de eso va la cosa.



 




domingo, 24 de septiembre de 2017

Cataluña ante su encrucijada





“No hay que tener miedo de la pobreza ni del destierro, ni de la cárcel, ni de la muerte; de lo que hay que tener miedo es del propio miedo”
                                                                         
                                                                             Epicteto
                                                                                                     

La filosofía nació en Grecia con el paso del mito al logos (razón); dicho de otra manera, la forma de interpretar la realidad de los griegos evolucionó desde los relatos cosmogónicos de Hesíodo y Homero hacia una nueva forma de  relato basado en la razón, porque las explicaciones mitológicas no bastaban por ser insuficientes para poder explicar la complejidad de la cultura griega. El mito, nunca abandonó a la Grecia clásica y supo acomodarse y convivir  con la racionalidad filosófica. Otro tanto ocurrió con la religión como un "saber" que se acomodó en la sociedad griega más como una tradición que como un elemento dinamizador de la antropología griega. La Filosofía se fue imponiendo progresivamente al mito, no sin esfuerzo y trabajo de los que la cultivaban, donde los avances y retrocesos convivían a la par. Este avance fue lento y laborioso y solo era perceptible en una élite cultural minoritaria. Tuvieron que pasar siglos para que los frutos de la racionalidad filosófica se manifestara en las formas  socioculturales y políticas de los griegos. El paso del mito al logos significó un cambio cultural antropológico desde la emoción y el sentimiento (mito) a la razón y la inteligibilidad de lo real. Gracias a este paso, nuestra cultura occidental inició un proceso irreversible y fecundo para erradicar la superstición, el oscurantismo y el miedo de una sociedad anclada en el pasado sentimental y mitológico, y sustituirlo por la racionalidad filosófica.
La política y las formas de gobierno también se vieron reinterpretadas a la luz de la filosofía, descubriendo un nuevo sentido del poder y la autoridad en consonancia con los nuevos tiempos; su manifestación más definitoria la encontramos en "demos" (pueblo) y "Kratos" (gobierno) la democracia como forma de gobierno participativa, y en el "nomos" (ley) como expresión escrita de la voluntad del pueblo, ambos sujetos al imperio de la razón. Lejos queda el mito, emotivo y sentimental, sujeto al arbitrio de las veleidades de los dioses y de sus intérpretes, de la racionalidad filosófica, la eficacia, el buen gobierno o "el principio de realidad" freudiano. Mito que en el plano de la política, se manifiestan como tiranía, caudillismo o populismo, al servicio de intereses ocultos, en beneficio de sus líderes o gobernantes

Han pasado 2500 años desde el siglo V o siglo de Pericles en la Grecia clásica, y vuelven a repetirse en Cataluña los mismos hechos históricos con diferentes protagonistas. El nacionalismo secesionista iniciado en el siglo XIX a las ubres del romanticismo, inició un proceso cuyo recorrido terminará -más tarde o más temprano- en el independentismo. Es cuestión de tiempo. Instalado en el mito, el sentimiento y la ensoñación, utilizará todos los medios a su alcance para conseguir sus objetivos, al margen de la racionalidad.  Para ello cuentan con una formidable maquinaria de propaganda en los medios de comunicación y en la escuela: “La economía o incluso la geopolítica no son más que cortinas de humo", escribe Michel Houellebecq en su último libro, Sumisión: "Quien controla a los niños controla el futuro, punto final. Así que la única cuestión capital, el único aspecto en el que no darán su brazo a torcer, es la educación de los niños". La escuela catalana, más que educar en valores, crea ideología secesionista (recuerden los vídeos de TV3 de manipulación a niños menores de edad en la escuela primaria durante la pseudo consulta del 9 de noviembre). Para ello cuenta un relato metafísico, basado en el enfrentamiento y en la diferencia, maniqueista y victimista de "buenos" (nosotros, los catalanes) y "malos" (los otros, los españoles); Son treinta y cinco años martilleando a los niños en falsas interpretaciones de la historia, en la inmersión lingüística, en un proselitismo ideológico, etc, -y ya se sabe, que cuando una mentira se repite indefinidamente se convierte en verdad-; por tanto, es cuestión de tiempo.
El problema no es el "encaje" de Cataluña en España, ni su "singularidad", ni la seducción o amor de los españoles a Cataluña -no nos engañemos-, hagamos lo que hagamos la hoja de ruta está trazada y seguirá su trayectoria hasta terminar en el independentismo. Se equivoca el PSOE al pretender una tercera vía federalista basada en más competencias o en una ventajosa financiación económica en detrimento de otras regiones de España. No se trata de eso, porque el nacionalismo secesionista no se contentará, lo quiere todo. Tampoco las advertencias de los organismos internacionales con sus líderes a la cabeza de la salida de Cataluña de la Unión Europea y sus consecuencias  económicas (con todo lo que significa para el tejido empresarial y de comercio), serán válidas. Así como infructuosas las advertencias de la deuda de Cataluña, de la falta de financiación, del corralito que se formaría, de la imposibilidad de pagar las pensiones etc, etc. Enquistados en el mito del independencia, harán oídos sordos a las advertencias de los políticos, empresarios, banqueros, (así se explica, que cuantas más advertencias más suben las encuentas del independentismo, una reacción contraria a la que se pretende) Pues nada ni nadie podrá contra el "procés" y su meta de "tierra prometida" donde todos los problemas quedarán resueltos por encanto. Negarán las consecuencias y apelarán a la mentira, al ocultamiento, a reconocer la realidad (saltarán por la ventana negando la ley de gravedad a la espera de no pegársela) No encontraremos una respuesta coherente o racional ante tales peligros, más bien sus respuestas entran en el terreno de los sentimientos:  "No podrán prescindir de  7 millones de catalanes", "Los bancos no se marcharán renunciando a un mercado...", etc etc; no hay una respuesta racional basada en un principio de realidad, no se quiere reconocer la evidencia de los tratados internacionales, todo es voluntarismo metafísico...

Llegados a este punto nos podemos preguntar cómo acabará esto o qué podemos hacer. Lo primero corresponde a los Catalanes y consiste en manifestar en sus circulos próximos con la palabra y la obra todo lo que representa este referéndum anticonstitucional, sabiendo que en esta labor no están solo ya que están respaldados por millones de españoles, procurando no alterar los enfrentamientos con los independentistas y por los propios partidos constitucionalistas de Cataluña. Además, el Estado democrático cuenta con suficientes procedimientos para parar esta ruptura secesionista, apelando al orden constitucional y a los tribunales de justicia (una solución que podría ser puesta en práctica es la de aplicar los artículos de la Constitución sin más, -por ejemplo el art. 155- cuya aplicación requiere mayoría en el Senado, con la que cuenta el PP) Tal como están las cosas es posible que el gobierno de España se vea en la necesidad de aplicarlo sin más dilación. En la tensión entre el Estado y los secesionistas, y ante el peligro de una ruptura inminente  entre Cataluña y España, haya que hacerlo. Esto lo requiere la propia unidad del país y nuestra seguridad: "La unidad del país es la columna principal de la verdadera independencia y el sostén de la tranquilidad interna...de vuestra propia seguridad y de las libertades que tanto amáis". Washington.

Siguiendo con este análisis, que venimos haciendo, junto a la educación, hemos perdido la batalla del lenguaje. ¿Qué significa esto? Los constructores mitos y leyendas al "socaire" de sus propios intereses, aquellos que se erigen como caudillos, mesías salvadores del pueblo, o encantadores de serpientes, cuando no, embaucadores y trileros que engañan a su pueblo con falsas promesas, necesitan hacer proselitismo para expandir la "nueva religión" del independentismo; para ello cuentan con el lenguaje. ¿A quién no le gusta oír: "El derecho a decidir",  la "libertad de los pueblos oprimidos", "la democracia del pueblo", "independencia", son palabras que evocan liberación, libertad, modernidad, progreso, tolerancia, aventura, etc...; palabras, que en apariencia, dichas así de forma abstracta, no dicen ni significan nada; pero en la tribuna de un mitin con la camisa desabrochada, cuelan, y mucho: todo el mundo estaría de acuerdo. Otra cosa es cuando debajo de las palabras y el discurso que lo componen, analizamos su contenido, entonces la falacia, la demagogia, la manipulación, o el victimismo, lo encontramos oculto en su caldo de cultivo. También la estética jovial y desenfadada con que se presenta el producto (en carteles y manifestaciones) puede atraer al consumidor. Demasiado tarde, pues su discurso ha llegado a la gente, conformando su conciencia en consonancia con sus postulados. 
El siguiente paso consiste en aunar voluntades y esfuerzos para expandir la nueva religión del independentismo, la sacralización de sus mitos y símbolos (bandera, himnos, identidades, etc) identificando a "los nuestros" frente a "los otros", que llamaremos "facistas" porque se identifican con un período oscuro de la dictadura franquista, ¿Y quién se siente a gusto con este adjetivo aunque no sea cierto? (he aquí la perversión del lenguaje, la búsqueda del agravio comparativo de una época superada, que nada tiene que ver con la actual). Las consecuencias del "credo nacionalista" son evidentes: La fractura de la sociedad catalana entre los que se sienten constitucionalistas (catalanes y españoles) o independentistas (catalanes separatistas) es un hecho de consecuencias graves, que afecta a la familia, a los amigos, al mundo laboral, etc. El miedo a ser identificado y señalado como "anticatalán" o "españolista" como hereje o renegado de la causa o proceso de "la patria catalana", explica muy bien esta actitud de falta de libertad en una sociedad democrática, por eso, los ciudadanos guardan silencio (es lo que tiene la herejía) De aquí a ser apartados y excluidos del reconocimiento social, con las consecuencias económicas y de oportunidades que se pierden, hay un pequeño trecho. 
De lo que se trata es de olcultar el fracaso de un gobierno que ha renunciado a gobernar, como es la lucha contra el paro (principal problema de la sociedad catalana), la sanidad, los servicios sociales, etc., todo queda supeditado y postergado al ideario independentista del proceso, que como tapadera, envuelve el fracaso de un gobierno que no se ha dedicado a resolver los problemas de los catalanes, sino a construir un proyecto para tapar la corrupción y su ineptitud para gobernar, no asumiendo su propia responsabilidad y culpando siempre a los otros ("España nos roba"). 
En esta dialéctica sociológica, los españoles constitucionalistas no lo hemos perdido todo; contamos con el respaldo internacional de instituciones y líderes del mundo de la política, del mundo financiero y empresarial, que por activa y por pasiva le han dicho a Mas la inviabilidad del proceso independentista. Pero sobre todo la ley está de nuestra parte, así han de entenderse las palabras del presidente europeo, Jean-Claude Juncker, quien ha declarado sobre la independencia de Cataluña: "Ningún Parlamento autonómico puede contradecir la Constitución nacional". Se puede decir más alto pero no más claro. Dicho en lenguaje coloquial. El Parlamento de Cataluña no tiene las competencias para declarar la independencia ni aún sacando el 99% de los votos los partidos políticos a favor del separatismo (esto ellos lo saben, pero no lo dicen; prefieren engañar a sus ciudadanos) 
Sobre este aspecto, el filósofo Fernando Savater vinculó identificó a los nacionalistas como "el populismo" en España y advirtió de que precisamente el populismo es "la democracia de los ignorantes". El intelectual se refirió así sobre la independencia de Cataluña durante su intervención en el Congreso del Bienestar. Savater abordó la convivencia multicultural y los radicalismos en una charla en la que no faltaron las referencias al proceso catalán. Así, sobre el reto separatista, el filósofo apuntó que "ser ciudadano no es una cuestión sentimental, sino administrativa" y advirtió de que la "libertad" de un territorio respecto de España no implica la libertad individual de cada uno pero esa idea, añadió, "no interesa que se sepa". En su opinión "aunque el 99% votase la independencia, seguiría existiendo el mismo atropello a la ciudadanía con el resto del país". Savater, que inició su intervención reivindicando la figura de Voltaire, también habló de los fanatismos y alertó de que este movimiento "se cura con las leyes, aunque lo peligroso son los sitios donde mandan los fanáticos". Nuestra seguridad, libertad, e independencia -en palabras de Washintong- no nos la concederán gratuitamente, están en la unidad del país -y yo añadiría- en la seguridad de la ley constitucional, que nos hemos dado todos los españoles, y que nos libra del fanatismo, de la demagogia y de los separatismos.

Un ejemplo ilustrativo lo tenemos en el debate televisivo de la pasada noche entre Margallo vs Junqueras ¿Quién crees que ganó? Según el medio y su ideología quien ganó fue uno u otro. Pues bien, para mí no ganó ninguno, puesto que sus planteamientos no son comparables por ser diametralmente opuestos, la razón frente al sentimiento. Mientras Junqueras habla de su Arcadia feliz, utilizando un lenguaje  sentimental, mitológico, poético, ilusorio..., en donde describe el amor platónico de catalanes y españoles, con las contradicciones de seguiremos siendo españoles pese a ser un Estado independiente, etc.,(ser o no ser...,"To be or not to be");  Margallo, argumenta y establece un discurso racional, justificado con datos objetivos de tratados de derecho internacional, que se imponen por la lógica de los hechos, y "el principio de realidad" incuestionable.

El día 1 de Octubre próximo, los catalanes tienen la oportunidad de demostrar ante el mundo su patriotismo que no es otro sino ser catalán y español, haciendo caso omiso a esta representación o parodia de referédum que no cumple los mínimas exigencias de legalidad y legitimidad. Y cuando se convoquen elecciones autonómicas, entonces será el momento de "decidir" como ciudadanos libres; allí, no se van a encontrar con una papeleta en la mesa electoral sobre el "Sí" o el "No" a la independencia de Cataluña, sino una serie de papeletas de todos los partidos políticos, que confluyen a esas futuras elecciones, para votar a sus representantes políticos de una región de España llamada Cataluña, para formar un parlamento y un determinado gobierno -(que no nos ganen otra vez la batalla del lenguaje)-, que gobernará durante los próximos cuatro años, y se ocupará de los verdaderos problemas de los catalanes, que no son otros sino el paro, le educación, la sanidad, la asistencia social, las pensiones, etc. Esto es lo que marca la ley y esto es lo que se votará, todo lo demás son cantos de sirena que tratan de confundir  a la ciudadanía y de poner a las instituciones al margen de la legalidad.
A modo de conclusión, me dirijo a todos los ciudadanos catalanes -y en particular a mis amigos y familiares de Cataluña- para animarles a que no se avergüencen de que son ciudadanos libres de un gran país  llamado España, y que su voz no sea silenciada por aquellos que más gritan; que nadie les tape la boca, y que asuman su responsabilidad como ciudadanos libres de la sociedad civil, para que otros no decidan por ellos. En palabras de Fernándo Savater, "Las personas libres no preguntan qué va a pasar, sino qué tenemos que hacer". Pues, lo mismo que contribuyeron con su sacrificio y trabajo, en el pasado, en hacer una Cataluña próspera y rica, para ellos y sus hijos, ahora, nadie les despoje de lo que les pertenece por derecho: Ser ciudadanos catalanes, españoles y europeos. Para que cuando vengan a nuestra tierra -su tierra- no lo hagan con un pasaporte extranjero. 


                                                Antonio González Padilla