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miércoles, 20 de abril de 2022

Así fueron las cosas...

 

En España todo iba bien
la gente se respetaba
las normas eran seguidas
como en toda democracia. 
Pero he aquí que en 2004
un desgraciado atentado
cambió nuestro destino
y todo se fue al carajo.
Zapatero irrumpió
en la escena nacional
cambiando leyes y normas 
que despertaron rencillas
en un país de igualdad.

El nacionalismo catalán
pudo cambiar el estatuto
en un acto tan egoísta
sin contar con los demás.
Se creó una guerra de sexos
entre hombres y mujeres
y se aplicaron
feministas reivindicaciones.
A la vez se permitieron
normas en la universidad
sin respeto a los derechos 
de igualdad y pluralidad.

Hasta que en 2014
una peste apareció
impregnando al país
de un nauseabundo olor.
Todo es malo -nos decían-
"indignados" se llamaron
en plazas y calles acamparon
para no irse ya jamás.
A españoles dividieron
en buenos y en malos
y al resto que no comulgaba
con sus postulados:
"casta" la llamaron.

A padres e hijos enfrentaron
inventándose problemas
que creaban desunión
entre los más cercanos.
Y crearon división
entre mujeres y hombres
con un lenguaje inclusivo
que afectaba a sus nombres.
Ni el sexo se salvó
de este saqueo tan infame
enfrentando a los héteros 
con los homosexuales.

Hablaron de cunetas
de los buenos y los malos
desenterraron el odio
de españoles hermanados.
A los creadores de empleo
se les llamó explotadores
y a los orgullosos de España
fascistas y opresores.
A los jóvenes adoctrinaron
mediante su ideología
con promesas y derechos
y con falsas expectativas.

Hablaron de vivienda digna
de derecho en los barrios,
mientras ellos se mudaban
a parcelas con chalets 
de 2000 metros cuadrados.
De ser aliados
con los norteamericanos,
pasamos a ser amigos
de la narcodictadura
de Maduro y de Los Castro, 
a la vez que socavaban
la Constitución del 78.
por ser rancia y trasnochada. 

Hablaron de tolerancia
a la vez que nos rodeaban 
con los escraches
y sus chanzas.
Y si osabas no pensar
como ellos te indicaban
te denunciaban en redes
hasta caer en desgracia.
Las capillas asaltaron
pisoteando las creencias
de miles de ciudadanos
sin respeto a su conciencia
sin respeto a lo sagrado.

¡Son chusma de vividores
que ya no engañan a nadie
y menos a los españoles!
¡Pagarán por su osadía
con el voto y el olvido,
su traición, su felonía!

    
      Antonio González


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