manos abiertas

mano abierta

La mano del niño aún no sabe que es mano,
y quiere cogerlo todo para dominarlo.
Tampoco distingue, entre mano abierta
o puño cerrado.
No sabe marcar distancia,
ni sabe que antes de obtener algo,
hay que abrir la mano.

Con el tiempo aprenderá,
que todo lo que se abarca por la vista,
aquello que en la distancia es deseado,
y ponerlo bajo su mano,
necesitará moverse, hacer un esfuerzo
para poder capturarlo.

Se dará cuenta que una mano abierta,
ofrece confianza, amistad y franqueza,
mientras que un puño cerrado,
solo ofrece fuerza, temor o violencia.

En su día a diario, cuando pierda pie
o caiga trastabillado,
asirá la mano de su madre, al lado,
y encontrará en ella seguridad y firmeza
de una mano abierta.

Entonces sabrá que es mejor una mano
abierta, con generosidad,
que un puño cerrado, con agresividad.