soneto
a un dios ideal
Deja mi dios que alimente mi fe, postrada,
reafírmala en tu presencia con mis rezos,
deja que siga con mis insistentes ruegos,
que mitigan infinitas esperanzas frustradas.
Deja que crea en tu imagen sublimada,
y me sienta reconfortado en la majada,
que la noche de la vida es oscura, larga,
y tu luz se deja esperar hasta el alba.
¿A pesar de ser una idea por mi mente imaginada,
tan grande y maravillosamente elaborada,
que no hubiera otra más grande o mejor pensada?
Sí. Porque de ti depende mi felicidad lograda,
la misma a la que no quiero renunciar:
la eternidad regalada de una idea no sustanciada.
antonio gonzález
P.D. Poema basado en el argumento ontológico de San Anselmo sobre la demostración racional de la existencia de Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario