Pésames que matan

Ha muerto la mujer más rica de España. El talento, la constancia y el trabajo han adornado a ésta mujer hecha a sí misma, la misma que dedicó su vida desde niña para construir lo que hoy es la compañía más importante del planeta: el imperio Inditex y su marca insignia ZARA. Con un capital  que ronda los 5.000 millones de dólares, gracias al 7% de participación en la compañía de su ex-marido Amancio Ortega, Rosalía MERA ha fallecido en La Coruña tras sufrir un derrame cerebral masivo a los 69 años de edad. Mujer comprometida con los discapacitados y colectivos vulnerables, presidía la Fundación Paideia, dedicada a la integración social de los más débiles y discapacitados. Interrogada cómo podía ser de izquierdas una mujer tan rica como ella, contestaba que nadie puede olvidar los orígenes de dónde nació. Sencillez y simpatía eran comunes en ésta mujer, que empezó en una pequeña tienda de ropa de La Coruña, vendiendo  batas de guata, para terminar abriendo tiendas en la Quinta Avenida de Nueva York y las ciudades más prestigiosas del mundo. La lucha por "El Prestige" y las simpatías que sentía por las manifestaciones del 15M, son muestras evidentes de su compromiso con la izquierda y sus ideas progresistas. 

Sorprende, pués, el particular pésame de CCOO de Castilla La Mancha a través de  su cuenta oficial de Twiter: "El hueco que deja Rosalía Mera (DEP) en la lista #Forbes ya ha sido ocupado por otro/a. Que también se morirá tarde o temprano". (Hasta aquí la cita de CCOO) Valiente solidaridad con alguien que lo único que ha hecho en su vida ha sido trabajar y crear puestos de trabajo. Tú que has escrito ésta indecencia, también te morirás, en el anonimato en el que ahora te escondes en las  siglas de tu sindicato, para no dar la cara, tirar la piedra y esconder la mano. Tú que vives de la subvención del dinero público, desagradecido y chupóctero, desnortado y criticón, ignorante fracasado, envidioso acomplejado contra todos los que emprenden riqueza y bienestar, Tú, ¿A qué te dedicas? Nos lo imaginamos. De verdad, nos gustaría saber quién eres.