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domingo, 25 de agosto de 2013

I ENCUENTRO MINERO





JUAN GONZÁLEZ GÓMEZ FUE NUESTRO ABUELO. Fue el Padre fundador de una gran familia, LA FAMILIA DE LOS MINEROS. Ayer 24 de agosto, nos reunimos en la Merendica de Abla parte de sus descendientes, con nuestras esposas e hijos para celebrar y rememorar su memoria y disfrutar de una comida de hermandad entre todos los que orgullosamente llevamos su apellido.  El ABUELO JUAN se casó con la ABUELA LUISA, y en segundas nupcias con la ABUELA PACA. De la primera mujer nacieron: Pepe, Juan, Pepa, Antonio Segundo ( y los fallecidos Paca, Caridad y Antonio); y de la segunda esposa: Dolores y Paco. El Abuelo Juan nunca fue minero, ni estuvo trabajando en una mina. El mote, tiene su historia como todos los motes de pueblo. Parece ser que en un enfado con su padre y bisabuelo nuestro, tomó la determinación de abandonar el domicilio paterno y marchar a trabajar a las minas de Alquife. Dicho y hecho. Nuestro abuelo se marchó a la carretera para encontrar un coche que le transportase a su aventura minera. Su buena o mala suerte -nunca se sabe- fue, que aquel día no pasó ningún  vehículo por lo que se vio obligado a volver a casa por la tarde. Al llegar a la plaza alguien con chanza le dijo: "Ya viene el minero", y con minero se quedó, paradójicamente sin pisar una mina. Fue un hombre emprendedor y laborioso; hecho a sí mismo. Se dedicó al comercio; su tienda estaba en la plaza abierta a todos, tanto los que tenían como los que no tenían: siempre dispuesto a echar una mano a los necesitados. Sobre todo aquellos a los que una mala cosecha o un revés económico les impedía seguir adelante, allí estaba el Abuelo Juan para fiarle y poner a su disposición  todo lo que tenía. De profundas ideas religiosas, bien pagó en sus propias carnes la persecución por parte de algunos vecinos de ideas anticlericales, por defender la imagen de la Virgen de los Dolores, ocultándola en un hueco de la pared de su propia casa a salvo de la hoguera de milicianos de izquierdas. Fue un hombre sensato, prudente y moderado o sea DISCRETO e inteligente; querido y respetado por sus amigos  como por los que no pensaban como él. Un 28 de agosto del año 45 un infarto fulminante nos lo arrebató, cuando preparaba el viaje a la capital para asistir a la procesión de la Virgen del Mar, Patrona de Almería de la que era un ferviente devoto.
En la algarabía del encuentro, en la alegría de los abrazos y besos entre nosotros, encontré un lugar en mi memoria para recordar y retrotraerme al pasado de los ausentes, que  estuvieron tan presentes a través de los rasgos, gestos, voces y sonrisas de mis primos. Allí estaba el TÍO PEPE, el primogénito, casado con la TÍA ELENA,  hombre serio pero cercano, de mirada inteligente y chispeante, paseando por la plaza de mi pueblo con las manos atrás, después de una jornada laboriosa como secretario del ayuntamiento, en el rostro de sus hijos, LUIS, PILAR, PEPE, ELENA, MOISÉS, TATO, JUAN Y PACO . El  TIO JUAN, casado con la TÍA MARÍA de cuyo matrimonio nacieron MARÍA JOSÉ, ARGENTINA Y LOLA; Maestro como sus tres hijas, ejemplo de dedicación a una profesión que solo podía ser ejercida con vocación y empeño.
La TÍA PEPA, casada con el TÍO ANICETO (mis padrinos), tan unidos a nosotros y nuestra  infancia, que ésta no podría ser comprendida sin sus desvelos y cariño hacia sus sobrinos. LUISA y ANICETO, son sus hijos y nuestros primos del alma.  Ahora les toca el turno al TÍO ANTONIO y la TÍA PAQUITA, (mis padres) ¿Qué puede decir un  hijo de sus padres? No hay adjetivo en el mundo que pueda resumir lo que fueron mis padres para todos nosotros, aunque si me apuran solo se me ocurre una palabra: BUENOS. Sus hijos ANTONIO, MARINA, PAQUITINA Y JUAN DAVID, aquí estamos, intentando imitar sus virtudes aunque no lo consigamos. La TÍA DOLORES casada  con el TÍO ALBERTO, la pequeña del abuelo por la que tanto esmero puso en su formación de maestra, tan humana y cercana a nosotros. Sus hijos ALBERTO, LOURDES BELEN y NURIA, tan lejos en Cataluña, pero tan próximos y entrañables. Y finalmente, el benjamín de la familia, el TÍO PACO Y la TÍA CARMEN, emprendedor y heredero de las virtudes del abuelo, cariñoso, sagaz e inteligente, con sus cuatro retoños: MARMEN, ESTHER, PACO y OLGA.  
¿Qué os parece? Ésta es nuestra familia, nuestra gran familia de la que estamos orgullosos de pertenecer a ella. Algunos ya se han ido, aunque es un decir: siguen presentes en nuestros corazones mientras estos sigan latiendo. Hoy Juan González, nuestro abuelo, tiene motivos para estar contento y bendecirnos desde el cielo en compañía de nuestra abuelas, padres, hermanos y tíos. !Se lo debíamos!



P.D. El agradecimiento más profundo al Primo Alberto y al Primo Paco "instigadores" de esta feliz iniciativa sin cuya implicación no hubiera sido posible este I Encuentro Minero. Lo hago extensivo a todos los primos que han dedicado su tiempo y esfuerzo para que esto haya sido una realidad. Que el esfuerzo y la dedicación nos mantenga unidos en el cariño y el afecto, y que los lazos familiares y las señas de identidad permanezcan incólumes a través del tiempo. A mis primos: Luis, Pilar, Pepe, Elena, Moisés, Tato, Juan, Paco, María José, Argentina, Lola, Luisa, Aniceto, Antonio, Marina, Paqui, Juan David, Alberto, Lourdes Belén, Nuria, Marmen, Esther, Paco, Olga.



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