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sábado, 25 de noviembre de 2023

Una infame coartada





La coartada más infame del Partido Socialista Obrero Español perpetrada por Pedro Sánchez para elegir como socios parlamentarios a comunistas y separatistas, frente a los constitucionalistas conservadores representados por PP y Vox, es un insulto a la inteligencia y se enmascara bajo argumentaciones carentes de racionalidad. Es una burda arquitectura sociológica construida "ad hoc" para con falacias y engaños construir una opinión adversa al pacto o "gran coalición" entre los dos partidos mayoritarios de la cámara -PP y PSOE- con más de 60% de los votos, para justificar como socios parlamentarios y de gobierno a los partidos de izquierda y a los secesionistas, bajo la apelación engañosa de coalición "progresista". Esta maniobra que se nos vende a los españoles, -contraria a la opinión mayoritaria- carece de racionalidad argumentativa y se sostiene en falacias y argumentos fáciles de desmontar, que solo favorece los intereses personales de Pedro Sánchez. A ello vamos.
Clasificar como "progresista" a Junts partido del prófugo Carles Puigdemont  o al PNV de Andoni Ortuzar y compañía, es una broma de mal gusto o tomarnos a todos por ignorantes, (progresismo que en la génesis y la historia de ambos partidos no se sostiene), pero ya se sabe, que una mentira repetida infinidad de veces se convierte en verdad (como ven, dominar el relato a base de eufemismos y mentiras, es primordial para engañar a la opinión pública y construir un relato creíble pero falaz). Son dos partidos conservadores de derechas de un rancio nacionalismo que han derivado en el secesionismo, gracias a la deslealtad de sus dirigentes políticos, cuyos postulados están más cerca del "ancien regime" de súbditos medievales que de ciudadanos libres surgidos de la razón ilustrada. El PSOE y sus satélites de izquierdas, están en las antípodas al progresismo que nos quieren vender y a los que la gobernabilidad de España les importa un bledo; es más, cuanto peor le vaya a nuestro país mejor para ellos. Puigdemont se frota las manos con internacionalizar el "procés catalán" en todo el mundo, y hacer ruido de que hay un conflicto entre España y Cataluña, situando a esta autonomía a la misma altura que al resto de España, conflicto, que solo se encuentra en su mente soñadora y calenturienta, construído a propósito como coartada para justificar su política secesionista pero que carece de motivos históricos, lingüísticos, sociales y económicos. El PNV es un partido nacionalista que se encuentra muy acomodado en España con el concierto del "Cupo vasco", que consiste en "mover el árbol para recoger las nueces" -Arzallus dixit-; cuya meta más inmediata es seguir ordeñando la teta de la vaca hasta dejarla seca a  cambio de conseguir todo lo que se pueda y más, y mercadear con el postor que más dé. O sea , ser insolidarios y vivir a costa del resto de los españoles. Su meta a corto plazo es ser un Estado libre asociado a España, y que ésta le siga pagando la fiesta.
Es obvio que el presidente de gobierno Pedro Sánchez ha utilizado como coartada, al secesionismo catalán para ocultar el mayor acto de corrupción política que un presidente de gobierno puede perpetrar contra su país: perdonar los delitos de un delincuente para que te vote a cambio en su investidura. Ésta, y sólo ésta, es la razón del rechazo a gobernar con la derecha y de presentarla ante la opinión pública como facha y antidemocrática. Que sepamos, VOX y su presidente Abascal, no han aprobado una amnistía que liquida la igualdad de los españoles ante la ley y otorga a una casta separatista de ultraderecha la impunidad  jurídica, política, y moral. Tampoco han desobedecido los mandatos del Tribunal Constitucional de forma reiterativa. No han secuestrado a nadie ni han organizado grupos de radicales que hayan organizado actos de sabotaje en calles, carreteras y aeropuertos. No han señalado objetivos terroristas desde la editorial de un periódico. Menos, celebrar el asesinato de políticos, policías o guardias civiles, adultos, niños, coche bomba o tiro en la nuca -(todo esto imputable a Bildu, partido de izquierdas heredero de  ETA con más de 800 asesinatos en su debe)-. Tampoco Vox organizó un golpe de Estado en Cataluña malversando fondos públicos para financiarlo, y cuyo principal responsable, Carles Puigdemont, huyó prófugo de la justicia para no ser procesado y condenado por sedición, malversación, y corrupción política. Nada de esto se le puede imputar a Vox o a cualquier dirigente de esta formación de derechas, y sí a los socios separatistas de Sánchez que cumplen con holgura con todos estos delitos. Hay que desmontar esta infame coartada de Pedro Sánchez con los enemigos de España, que solo buscan la liquidación del Estado democrático de Derecho y el orden constitucional -y lo que es peor- todo a cambio de mantenerte a él en el poder. Que cada uno saque sus conclusiones.




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