Chequeos

Chequeos no, gracias

Hoy quiero darte un consejo
de amigo, porque  te estimo:
No se te ocurra ir al médico
para que te haga un chequeo
seguro que sales vivo
pero con expresión de muerto
pues a veces es mejor
vivir como analfabeto.

No hay humano que supere
el análisis de un experto,
sin que le salga algún mal
sin que te encuentre un defecto

en el alma o en el cuerpo.
Sabrás con analítica precisión,
tu grado de triglicéridos,
el azúcar de tu sangre,
el nivel de colesterol,
y hasta el de tu hipertensión.

Pero lo peor no es esto;
habrás de sacrificarte
y decir adiós a "tus amigos":
la panceta y la morcilla,
la sobrasada y el salchichón.
Y si tienes hipertensión,
olvídate de la sal,
del queso y la mantequilla,
del café negro, del bar,
solo deporte y andar,
infusiones,
y pastillas en paladar.

Comer verduras hervidas,
crudas o poco cocidas;
pasar de ser un carnívoro
o convertirte en herbívoro.
!Nada de beber alcohol!
que no es bueno para el hígado;
tampoco agua del lugar
de fuente o de manantial,
agua de supermercado
en botella de plástico o cristal.

¿Ves por lo que soy tu amigo
y te aconsejo un camino?
Eso sí, demencial y con desatino,
sin tener en cuenta
ningún análisis clínico.
Vivirás mucho mejor
a tus anchas y caprichos
sin miedos y sin prejuicios.

Serás feliz los días,
que "la moira" ha prescrito,
disfrutando del regalo de la vida
en tertulias con amigos,
bebiendo y comiendo juntos,
viandas con buenos vinos,
que el ser humano ha inventado
para olvidar su destino.


     Antonio González