Una cagada monumental

Mira que la hemos "cagado" a lo largo de nuestra vida. Nunca ha sido bien vista ni reconocida una función biológica tan natural como la de defecar, tan importante o a la par como la de comer: una y otra se complementan en el ciclo natural de los seres vivos (tan importante es engullir como eliminar).  Pero mientras la segunda (comer) ha sido ennoblecida, cantada, exaltada y aplaudida por la literatura y el sentir general, (siendo el motivo fundamental que explica los avatares históricos del género humano), la primera (la defecación) ha sido tristemente e injustamente relegada a un segundo plano, cuando no menospreciada por un pudor cultural mal entendido. Así se comprende, como en el lenguaje popular, la expresión "las cagao" metafóricamente signifique metedura de pata o fracaso. ¿Quién no la cagao a lo largo de su vida?: que levante la mano o cierre el culo...

Para "cagadas" la de Scott V.S., de nacionalidad alemana acusado por la Guardia Civil de ser el causante del incendio más grande  de España en la  Isla de La Palma, situada en las Islas Canarias, quemando 4.500 hectáreas y llevándose por delante la vida de un agente  medio ambiental canario. Las explicaciones que ofreció el joven a la Guardia Civil fueron que al quemar papel higiénico utilizado para hacer sus necesidades, el fuego se extendió con tal fuerza que no pudo apagarlo. La verdad es que la imprudencia de este jovencito ha costado una vida y la calcinación del 7% de la Isla de La Palma y una semana de cientos de personas movilizadas, y miles  desalojados de sus casas "La cagada" ha sido monumental y sus consecuencias podrían pertenecer al libro de los récord Guinnes, como para tomárselo a chufla, si no fuera por las trágicas consecuencias que se desprenden de la conducta torpe e irresponsable de este ciudadano alemán. La verdad es que este chico "la cagao " pero de verdad. Y es que  a la hora de "cagarla" -es este el caso un alemán- nos ha superado con creces.