Los ochenta mil espectadores del Santiago Bernabéu quedaron mudos en el minutos 55 del partido Real Madrid vs Granada, cuando Karim Benzema después de jugar un magistral partido y golear por dos veces, caía lesionado. El silencio se tornó en una gran ovación cuando el jugador se retiraba hacia los vestuarios. El madridísmo reconocía y confirmaba con sus aplausos, que aquel joven francés, tímido y reservado en otro tiempo, se había convertido en un killer del área. Ahora con este reconocimiento, se confirmaba lo que muy pocos supimos ver cuando fichó por el Real Madrid (Ver artículos del blog), y la mayoría infravaloró hasta el punto de querer venderlo.
Hoy el madridismo sabe que tiene uno de los mejores delanteros del mundo y que aún no se ha visto ni la mitad de jugador que puede llegar a ser. Humillado y despreciado por parte del equipo técnico -incluido su Entrenador- no fué vendido gracias al padrinazgo de Florentino, quien le ha protegido como un padre hace con su hijo. Los 35 kilos pagados por él, se antojan ahora calderilla. El trueque con el Kun Agüero, no resiste comparación.Y la comparación con Villa es de risa. Algunos periodistas deportivos deberían esconderse y tragarse sus juicios de valor; me refiero a D. Roberto Gómez y José Vicente Arnáiz, quienes pretendían que el Real Madrid lo vendiera para comprar al Kun. Tampoco la afición madridísta supo entenderlo: le acusaba de indolente, frío y apático.
Según Antonio Romero en As "el patito feo se ha hecho cisne de manera imparable. El delantero tímido en el trato y perezoso en el trabajo se ha convertido en un killer, en una máquina precisa que ahora mismo es la referencia clara del equipo. Por encima de Cristiano Ronaldo, por mucho que el portugués se ponga serio por perder cuota de pantalla y protagonismo. Benzema lo hace todo bien: remate, desmarque, movilidad, capacidad de asociación y control. Está de dulce y se siente poderoso". Su juego se parece cada vez más al De Zidane, elegante, sóbrio y efectivo. Con Higuaín forma una pareja imparable y cada vez se entienden mejor. Cuando Higuaín fija a los centrales jugando de referencia, Karim encuentra espacios para desarrollar su juego con más libertad y efectividad. Mourinho lo sabe y seguro que los hará jugar juntos con más asiduidad. Otro que deberá tomar nota es Cristiano Ronaldo. Deberá ser más participativo y generoso por el bien del equipo y hacerlo todo esto con alegría.
Creo que para ser un gran jugador todavía necesita mucho tiempo y carácter, como por ejemplo hacer una gran partido cuando la presión es máxima en la alta competición: champions,mundiales, europeos, etc. Personalmente no siento predilección por jugadores que necesitan un entrenador que les motive y un presidente que les proteja para dar un paso adelante en su carrera, ¡ojala que cualquier canterano del Real Madrid hubiese tenido este apadrinamiento! y me pregunto ¿que presente y futuro tendría Benzema si lo hubiesen cedido en un equipo español de media tabla hacia abajo para demostrar su valía como muchos canteranos?. En mi opinión si atendemos al precio que se pago por el jugador y al sueldo que percibe todavía tendría que rendir muchísimo más. Hoy en día en el deporte de elite se necesita carácter de ganador no siendo suficiente tener un don para jugar a futbol y lo siento pero me recuerda al Sr.Anelka. Viene a mi mente Karim cuando jugaba en el Olympic y sus enfrentamientos en champions contra el Barcelona…
ResponderEliminarRespetando la opinión ajena -faltaría más- sigo pensando que un jugador extranjero necesita adaptación y aclimatación al nuevo país. Este es el caso de Karim.Nada que ver con el Sr.Anelka. Estamos hablando de un jugador contrastado y experimentado, pese a su juventud. Actualmente es el delantero titular de la Seleción Francesa. Intuyo que detrás de esta opinión hay un culé al que se le quitarán las dudas más pronto que tarde.De hecho el F.C. Barcelona quiso ficharlo, pero llegó tarde. El tiempo quitará y dará razones. Es cuestión de esperar. Gracias por tu comentario que aprecio enormemente aunque no esté de acuerdo en absoluto con él.
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