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jueves, 7 de abril de 2011

UNA HERENCIA DESASTROSA



 Miré los muros de la patria mía,
si un tiempo fuertes ya desmoronados
de la carrera de la edad cansados
por quien caduca ya su valentía.

  Salíme al campo: vi que el sol bebía          
los arroyos del hielo desatados,
y del monte quejosos los ganados
que con sombras hurtó su luz al día.

  Entré en mi casa: vi que amancillada
de anciana habitación era despojos,             
mi báculo más corvo y menos fuerte.

  Vencida de la edad sentí mi espada,
y no hallé cosa en que poner los ojos
que no fuese recuerdo de la muerte.


   F. Quevedo


El anuncio de Zapatero afirmando que no se presentará de nuevo a las elecciones en el Comité Federal del PSOE, es la consecuencia lógica de un Presidente, que restaba mas que sumaba y que no continuará en  la próxima legislatura como presidente del gobierno, por haberlo hecho rematadamente mal,a juicio de tirios y troyanos, lo que pasa es que unos lo decían abiertamente y otros por lo bajo.
La forma  como  lo ha hecho ha dejado numerosas cuestiones sin contestar y demasiadas incertidumbres en la silenciada sociedad española, que asiste impávida soportando  los rigores de su nefasta política, y en su propio partido que le ha empujado a desvelar de una vez por todas el secreto mejor  guardado del reino. Sea quien sea el aspirante que se imponga en un hipotético proceso de elecciones primarias para suceder a José Luis Rodríguez Zapatero como candidato del PSOE, heredará el partido sobre el que han pivotado dos legislaturas de un severo desgaste para España como país. Entre sus mentiras y desatinos, nos deja  cinco millones de parados y más de 250.000 millones de deuda un lastre que hipoteca al País para varios años. Para cualquier español ha de resultar desolador echar la vista atrás en estos momentos. Cuando hace siete años Zapatero llegó por accidente al poder, el país había alcanzado el superávit presupuestario por primera vez en su historia, el pleno empleo se encontraba a la vuelta de la esquina y el resto de naciones europeas nos consideraban como una emergente estrella dispuesta a reclamar el lugar que le correspondía dentro de Europa y del mundo.

En política exterior peor considerados no podemos estar. Su primera decisión al aterrizar en Moncloa en Abril del 2004 fue la retirada de las tropas españolas en Irak, lo que trajo consigo numerosas antipatías y enemistades en la comunidad internacional, y una creciente pérdida de presencia e influencia en los foros internacionales de decisión y poder.
Los gestos y actitudes en el desfile militar  de no levantarse ante la bandera de los EEUU de América, no sabiendo distinguir entre una gran nación, amiga de España, y la administración del Presidente Bush, demostraron que el Presidente Zapatero antepuso su ideología partidista de izquierdas a la de Presidente de todos los españoles. La humillación a los Estados Unidos es la consecuencia de un progresismo impostado y tendente a marcar distancias con el PP de Aznar y la "foto de las Azores". Su política exterior llevaba a España a jugar un papel secundario en la esfera internacional. Su alejamiento de los paises de nuestro entorno y categoría, no le impidieron grangearse la amistad con Fidel Castro, Hugo Chavez,  y Hugo Morales,  preguntándonos aún en qué podía beneficiar a España tan ilustres amistades. Y no tardaría en ponerse de relieve avalando con cierta indolencia los desmanes del «chavismo» en Iberoamérica, reclamando sillas de privilegio en los foros económicos de los países más potentes del mundo, o abanderando con ingenuidad un proyecto —la Alianza de Civilizaciones— tan demagógico como carente de entusiasmo en las cancillerías de prácticamente todo el mundo.

En política interior tampoco perdió el tiempo. Su política territorial del Estado es un modelo de división y desencanto. El diseño de un España "plural y compleja" basado en un concepto de nación   "discutido y discutible", con la sola excusa de acabar con las disensiones nacionalistas, abocó en un enfrentamiento con el Tribunal Constitucional y con la Generalitat Catalana,  cuya consecuencia fue crear en España una carrera  para  ver quien era mas autonomista identitario  y diferente, imponiendo lenguas propias con exclusión de la común,  apropiación de ríos y cuencas, rompiendo la unidad de mercado en un proceso de balcanización de España, desprestigiando al Tribunal Constitucional  poniéndolo a los pies de los caballos. La aprobación del Estatuto de Cataluña, maquillado y lavado en la Cámara Baja, los continuos recursos de inconstitucionalidad contra su articulado mantuvo al Tribunal Constitucional  ocupado en una interinidad demoledora para su imagen institucional y para el entramado jurídico del Estado de Derecho durante seis años. Al punto, que el TC sucumbió al deterioro mas absoluto, y cuando hubo dictado sentencia el mal ya estaba hecho para el gobierno y era irreversible.
No contento con ello, Zapatero se saca de la manga una polémica Ley de Memoria Histórica desenterrando el hacha de guerra entre las dos Españas; invalidando el modelo jurídico político de una transición que a su juicio era incompleto, reabriendo una herida en las dos Españas ya cicatrizadas mediante el espíritu de la  transición y el nacimiento de  la Constitución.
Pero si grave es lo dicho, más grave es forzar al Congreso a autorizar una negociación política con ETA de la que hoy se conocen detalles que revelan  hasta qué  punto algunas instituciones del Estado: Poder Judicial, Fiscalía y Cuerpos de Seguridad del Estado, fueron obligadas a manchar sus togas y uniformes "con el barro  del camino", en desafortunada expresión del Fiscal del Estado Sr.  Cándido Conde-Pumpido. Todo esto, "chivatazo" aparte, ni siquiera el atentado de la T4, impidió al Presidente Sr. Zapatero a seguir negociando con ETA, mintiendo a la ciudadanía, al ofrecer  la integración de Navarra al País Vasco a cambio de la entrega de armas por parte de los terroristas.
En lo social Zapatero tampoco se ha quedado corto. Estamos de acuerdo con Juan Manuel de  Prada, en Libertad Digital ,cuando dice que "Zapatero no ha descuidado ninguna parcela de la vida social: en la institución familiar y en las relaciones entre hombres y mujeres ha introducido el veneno de la ideología de género, en la escuela ha fomentado la corrupción y el igualitarismo(...) Ha agitado el fantasma del odio religioso; y, cuando la crisis económica estalló, mientras se dedicaba a fabricar pobres a porrillo, dirigió la ira y el descontento populares hacia la brumosa categoría de los «ricos»... mientras él se dedicaba a atender las solicitudes de la plutocracia".

También Joaquín Legina -nada sospechoso- afirma en La Gaceta de Intereconomía: "También vinieron a desfogarse en nuestros lechos gentes defensoras de utopías parciales. Me refiero, claro está, a los (y las) radicales del ecologismo y del feminismo. A los primeros se deben decisiones tan sabias como la de apostar por las desaladoras contra los trasvases. De la misma raíz son las ideas que sirvieron para atacar hasta el tuétano las cuencas hidrográficas.
Por no hablar del proyecto antinuclear. Por su parte, el radicalismo feminista ha conseguido avances históricos tales como la paridad (olvidando el mérito y la capacidad constitucionales), penas diferentes para varones y mujeres (en contra de la igualdad ante la ley) y ahora pretende un "más difícil todavía": ante algunas denuncias, la prueba la tendrá que aportar el denunciado (una original manera de resucitar la Inquisición).
No se trata de negar el pan y la sal a los ecologistas ni a las feministas, pero un partido de gobierno no puede convertirse en la correa de transmisión de ideologías tan parciales como radicales.
Ninguno de los partidos políticos que conozco aprueba la importante asignatura titulada Selección de personal, tampoco el PSOE de González y Guerra la aprobaba, pero en este punto los mecanismos de selección impuestos al partido y a la sociedad por Zapatero baten todos los récords. Nadie se ha pasado por debajo del arco de triunfo con más soltura que él los principios constitucionales de "mérito y capacidad" y no podía ser de otra manera sabiendo lo que piensa: "Cualquier militante puede aspirar a un cargo orgánico o institucional", "creo que hay muchos millones de españoles capacitados para ser presidente del Gobierno".
En fin, nombrar para la cartera de Defensa a una mujer embarazada -simplemente porque el efecto mediático estaba asegurado- no ha sido su apuesta más loca. Han abundado los nombramientos chuscos -ministeriales o no-, con los cuales quizá se quería demostrar que bastaba con la bendición papal para entrar en el reino de los cielos. Y claro, una empresa que selecciona su personal mediante estos métodos perversos acaba siempre en la ruina. Y en eso andamos."









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