Translate

sábado, 27 de junio de 2020

La Peña Madridista El Esparto de Fiñana



Dios creó el mundo en seis días y el séptimo descansó. Bueno, realmente no descansó porque el domingo por la tarde creó al Real Madrid, pronunciando estas palabras: "Hágase el Real Madrid, equipo de fútbol, que sea ejemplo de excelencia, deportividad y buen hacer; que sea modelo de comportamiento deportivo ejemplar, y sirva como referencia universal para todas las generaciones posteriores; Que alegre las tardes domingueras a los aficionados, y dispute en buena lid los partidos, sin olvidar nunca los valores deportivos." Y en ese instante comenzó el Real Madrid su andadura por el mundo. Después, viendo que lo que había hecho era bueno, nombró a su profeta D. Santiago Bernabéu y como sumo sacerdote a D. Alfredo Di Stéfano.
Y fue así queridos amigos, como yo me imagino el inicio del equipo de nuestras dichas y de vez en cuando nuestras desdichas. Hoy es el día de la fundación de nuestro equipo: 118 años. !Felicidades, Real Madrid! Como institución serás eterna para disfrute y gozo de los que te llevamos en el corazón. Tu leyenda y gestas pasarán de generación en generación y tu recuerdo vivirá en el universo mientras exista la vida.
En nombre de tanta gente anónima, quiero tomar su palabra y hacerla mía, para decirte que si no hubieras existido, habría que inventarte. En palabras de G.Leibniz quien creía que "Dios creó el mejor de los mundos posibles", pienso que este mundo es mejor porque tú formas parte de él. !Gracias Real Madrid por ser como eres! Por llevar ilusión y esperanza a tantas gentes cuya existencia está llena de desilusiones y desesperanza. Por crear alegría y fe en tantas personas que sufren en silencio su soledad, su enfermedad, sus problemas a veces insuperables. Por ser un ejemplo de esfuerzo, lucha, tenacidad, excelencia, virtudes que nos hacen mejores. Por ser un club ejemplo de solidaridad en la educación de los niños más desfavorecidos, creando ilusiones que fortalecen el carácter de los futuros hombres del mañana. Por reconocer el esfuerzo del contrario -que también cuenta- y aceptar con deportividad cuando es mejor que tú, sirviéndote de acicate para superarte y aprender de los errores. Por salir y romper las barreras de la cuna de una ciudad castellana y hacerte universal y global y tener la osadía de quien no conoce fronteras, lenguas o pueblos. Lo llevas impreso en tu color el blanco; el más universal de los colores; la claridad, la limpieza de tu camiseta -siempre nítida y diáfana- muestra la tolerancia, frente al arco iris cultural de los diversos pueblos que se sienten hermanados en tu color universal: el blanco.
Por todo esto, y por otras razones que guardamos en nuestro corazón, ¡felicidades Real Madrid! ALONSO. MARQUITOS, SANTAMARÍA, LESMES; VIDAL, ZÁRRAGA; MATEOS, RIAL, DI STÉFANO, PUSKAS Y GENTO.  A todos vosotros nuestro eterno agradecimiento por haber sembrado la semilla blanca, por doquier, cuando algunos de nosotros solo teníamos muy pocos años y creasteis en nuestra niñez un mundo mágico de sueños e ilusiones.

Hoy, todos los madridistas hemos crecido bajo el paradigma de nuestro equipo el Real Madrid. También nuestra Peña madridista El Esparto de Fiñana ha cumplido 21 años desde su fundación en 1999. Fue la primera peña creada en el Valle del Río Nacimiento, en un pueblo llamado Fiñana, situado en la Alpujarra almeriense en las estribanías de Sierra Nevada. Después vendrían otras peñas hermanadas con nosotros, como las de Abla y Abrucena, dando respuesta a un sentir mayoritariamente madridista en estos lares alpujarreños. Bautizada con el nombre de  "El Esparto"  nuestra peña se enorgullece y rinde  homenaje a una planta característica de nuestro entorno natural y que define e identifica los valores de nuestra tierra y nuestra gente, tales como: sacrificio, persistencia, aguante -ante la sequedad, el calor y el frío- creatividad y pragmatismo, por los usos y costumbres que nuestros antepasados hicieron con su empleo en utensilios domésticos y aperos de labranza.
Desde el comienzo quisimos que nuestra peña uniese los valores  que representa el Real Madrid con los propios de nuestra gente: honestidad, integridad, respeto, disciplina, esfuerzo individual y colectivo, motivación, sacrificio, humildad, tolerancia, diálogo, etc. Estos y otros valores, son los que hemos intentado inculcar en nuestros socios para bien y provecho de nuestra peña, si lo hemos conseguido, el tiempo y la historia lo confirmarán.
Después de estos veinte y un años de vida nos sentimos orgullosos por el trabajo realizado. Es cierto que no somos muchos socios, -en torno al medio centenar- pero aquí seguimos fieles junto a nuestros ideales, sabiendo que lo importante no es el número sino la excelencia. Asistimos anualmente a dos partidos en el Santiago Bernabéu, viaje que realizamos con el mayor gusto y placer, a pesar de los mil doscientos kilómetros, -ida y vuelta- en autobús. También celebramos una comida de hermandad anualmente durante los meses de estío, -afortunadamente siempre hasta ahora- para celebrar algún trofeo de nuestro equipo. Este año celebramos un triplete: ser campeones de Europa con la 14 Champions ligue, Capeones de liga con la número 35 y la Superliga de España.
No quisiéramos despedirnos de vosotros sin antes presentaros un poema de nuestra peña que define con precisión quienes somos.
                                                                          

PEÑA MADRIDISTA EL ESPARTO

Somos guerreros espartanos,
fuertes y unidos cantamos,
las victorias del Madrid:
desde este pueblo serrano,
así lo manifestamos:

Nuestro nombre es "El Esparto",
por doquier lo encontrarás,
planta noble es de Almería,
fuerte y recia con el sol,
y también con la sequía.

Nuestra cuna es Fiñana,
pueblo de sol y montaña,
entre la Sierra de Baza,
y la de Sierra Nevada,
limitando con Granada.

Somos gente deportista:
nos reunimos y juntamos,
en nuestra Peña El Esparto,
donde compartimos ese algo,
cuándo juega el Real Madrid.

Hacemos alineaciones;
discutimos y gritamos,
si es penalty o una mano,
si el balón ha traspasado
la línea de meta y... ¡¡¡Gol!!!

Unos de Ancelotti son,
otros del "Number One";
No, que somos de Zidane.
Ya se ha abierto la disputa,
ha "comenzao" la trifurca,
!balas de fogueo van!

Que Ronaldo es el mejor;
que si Bale es un chupón; 
¡Isco: Pásala ya a Benzema,
que no es tuya la pelota
y te la van a quitar!

!Ramos despéjala, ya!
!Cuidao Marcelo, por detrás!
!Qué bien, Casillas ha parado,
un penalty mal pitado!
Kross, nunca pierde su lugar.

Nuestro color es el blanco,
respetamos al rojiblanco;
nuestro dulce es el merengue,
blanco, limpio y transparente.
A pasión nadie nos gana,
cuando vienen los azulgranas.

No queremos a los culés
por ser unos bravucones,
respetamos sus colores
aunque chinchando estén
con envidia y resquemores.

El fútbol es nuestra ilusión.
El Madrid, nuestra pasión
que nos mueve el corazón.
Es un deporte, una vida,
es nuestra religión.

Somos guerreros espartanos,
fuertes y unidos cantamos,
las victorias del Madrid:
desde este pueblo serrano, 
así es como lo proclamamos:         
!!!Hala Madrid!!!          
          
     Antonio González Padilla

 Presidente de la Peña El Esparto de Fiñana




jueves, 25 de junio de 2020

Escribir una carta




Escribir es uno de los placeres que los dioses nos han concedido  a los humanos. Escribir una carta y esperar una respuesta es un placer que algunos han perdido porque actualmente no se tiene la suficiente paciencia para la espera. Todo lo queremos de inmediato, de ahí el auge de las nuevas tecnologías de la comunicación a través de internet. Hemos ganado en celeridad pero hemos perdido el cultivo de la virtud de la paciencia y el sentido de la espera. Quien escribe una carta, manda un mensaje personal al destinatario con el tiempo suficiente para reflexionar lo que quiere decirle, sin caer en la improvisación, evita, por tanto, la precipitación y el error del momento. El texto escrito de una carta nos obliga a utilizar palabras y argumentos seleccionados como los más adecuados para exponer aquello que realmente queremos expresar, sabiendo que lo escrito permanecerá en un papel durante mucho tiempo y podrá ser leído, recordado, interpretado, y recordado por quienes lo lean, frente al lenguaje hablado cuyas palabras se las lleva el viento y pueden ser fácilmente olvidadas. Pero lo más bonito de una carta es la respuesta de la persona a quien interpelamos con la esperanza de saber de ella o de intercambiar sentimientos, deseos, ideas o conocimientos. Está muy bien utilizar emoticonos para salir del momento, pero donde se ponga un texto escrito, en este caso una carta, en la que podamos expresar con precisión a través de la palabra escrita el complejo mundo interior del ser humano, no hay ni puede haber comparación alguna. Hoy, lamentablemente el tiempo nos devora más que nunca, y carecemos de paciencia y tiempo suficiente para escribir y expresar lo que sentimos. La inmediatez  nos afecta a todos como una pandemia cuya vacuna es muy difícil de encontrar para erradicarla. Escribir una carta no es una costumbre de edades pretéritas, ni una vuelta hacia el pasado, es una forma sabia de expresar con discernimiento lo que queremos trasmitir, con la precaución necesaria y el tiempo oportuno para no equivocarnos. Es una forma de atar el pasado para que no se diluya en el olvido del tiempo. Y si lo hacemos con nuestro puño y letra, de forma caligráfica, donde contenido y  forma se unen para ser belleza y placer, entonces ni os lo cuento.


lunes, 8 de junio de 2020

Pegaso...





Pegaso encuentra el Walhalla

¡Cabrera!,
pionera de caminos y veredas,
intrépida emprendedora,
legendaria empresa
transportadora
de frutos de la huerta, 
que serán manjares de los dioses
en el Walhalla de la buena mesa.

Frutos nacidos 
en el verdor de la huerta
por sus hortelanos
recogidos,
portados por profesionales
unidos
bajo el blasón rojo-verde,
tus colores distintivos.

Camioneros que transportan
la savia del corazón:
la huerta puesta al alcance
flanqueados por la ilusión,
por arterias y calzadas
para llegar a los mercados,
antes que la salida del sol.

Con la roja y gualda
como bandera al costado,
y la verde y blanca a su lado;
conquistando territorios lejanos,
y el Indalo de la tierra,
proclamando
los frutos de Almería y su legado.

¡Pegaso, caballo alado!
que galopas con tus alas
por los cielos estrellados,
protege y guía hacia el norte
al camionero abnegado...
enjuga su sudor, sueño y fatiga,
hacia el destino esperado.
¡Seas tú la estrella que orienta
su constante caminar ilimitado!

¡Y Tú, Cabrera! :
nacida del esfuerzo y la entrega,
no podrías ser de otra "madera",
que reflejo de Huércal-Overa,
pueblo orgulloso de su gente,
sin confines ni frontera,
emprendedora,
ciudad noble donde la hubiera.


     Antonio González Padilla 


NB. Dedicado a Transportes Cabrera. Carretera de Santa María de Nieva, Km 32.5, 04600 Huércal-Overa, Almería



viernes, 5 de junio de 2020

Órganos que donaré











ÓRGANOS QUE DONARÉ
































El día que yo muera




mis órganos quiero donar




pues allá donde yo voy




no los voy a necesitar.












Quiero donar mi cabeza




a quien la quiera portar,




poco pelo queda en ella




pero más vale falta que "na".




Neuronas algunas quedan




con las que poder pensar,




bien bien, puede que no,




pero más vale algo que "na".












También quiero donar




los ojos con los que vi,




son miopes !es verdad!




aunque a alguno servirá.










Con lentillas o con gafas




algo se podrá observar,




que en una fosa cerrada




en la oscuridad total




no hay mucho que mirar.




















Donaré los pulmones y el riñón





y también mi corazón,




que está hecho para amar,




espero que a quien le toque




bien lo sepa utilizar.




Que bombee mucha sangre




y oxigene todo lugar,




y sobre todo que engorde





a miembros y otros órganos




para mejor disfrutar.











Mis manos he de donar




pues cierta sensibilidad




aún conservan con bondad:




manos que han dado algo




aunque podían haber dado más.




Con artrosis en algún dedo




torcido ya por la edad,




pero más vale dedo torcido




con alguna utilidad,




que ser manco y no tener "na".












 







El pene yo donaré:




!Sea trasplantado a un caído




que recobre el vigor,




el mismo que yo he sentido




y que tanto disfruté!




Pero pido que después,




trasplantado a un semental,




siga dando de qué hablar




entre hembras y gemidos.







!Yo enterrado en una fosa




y mi pene entre los vivos!










Lo que no quiero donar








es mi culo ¡no se hable más!





¿A qué viene esa incredulidad




se podrá el lector preguntar?




Quisiera yo morir con él,





virgen, -como es natural-









después de haber disfrutado





de su función primordial








que no es otra que defecar,





pues me sentaría fatal





que le dieran por detrás,





¡No lo expondré, no se hable más!





pues en este mundo voraz





donde el gusto es desigual,





se ha de ser muy cauteloso:





en él hay gente con gusto variado,








 




que lo mismo come carne
















que también come pescado.


















Tampoco donaré mi lengua,




un órgano tan especial,




que lo mismo chupa todo




que no para nunca de hablar.




Siempre dispuesta a chupar,




en verano los helados,




y en invierno las almejas




con champán.











Y si de chupar se trata...





imagínese el lector,





unos se pasan la vida









chupando sin ton ni son,









humillados en su autoestima,









arrodillados ante todo









mendigando un favor.






Siempre hay gente voraz,






que gusta estar de rodillas











en este mundo mendaz:






lo mismo chupa una almeja,






que come y traga caviar,










no importa en qué lugar.







     
       


          


        



          



      Antonio G. Padilla