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miércoles, 5 de noviembre de 2025

Darle VIDA a los años...





Ayer, martes  4 de noviembre, el otoño extendía su luz serena sobre el valle, cuando la Universidad Abierta "Río Nacimiento" celebró una nueva cita con el conocimiento y la vida: la conferencia del doctor Tesifón Parrón Carreño, profesor de la Universidad de Almería. El Centro Cultural de Abla se convirtió por unas horas en un espacio de reflexión amable, donde la ciencia y la ternura se dieron la mano.

El acto fue presentado Por Don David Padilla Góngora, presidente de la Asociación Crecimiento Humano, quien, con palabras de gratitud y estima, repasó el extenso curriculum del doctor Parrón, destacando su compromiso académico y su dilatada trayectoria profesional y, sobre todo, la de ser médico rural en Abla. Su voz -nos manifestó- conserva la templanza de quien ha aprendido de la vida cotidiana de los pueblos, entre rostros cercanos y memorias compartidas.

Al tomar la palabra el doctor Parrón, expresó su alegría por retornar a Abla, un lugar que -como dijo con emoción- guarda en su corazón por la generosidad, la cordialidad y la humanidad de sus gentes. Aquella comunión de recuerdos dio paso a la conferencia titulada: "La Prevención, primer paso hacia la salud", una invitación a vivir con conciencia plena del tiempo y del cuerpo.

Desde el inicio, su exposición, clara cálida, encendió el interés del público. "Dar vida a los años y no años a la vida", afirmó, recordando que la salud no comienza en la medicina curativa, sino en la actitud preventiva, en esas pequeñas decisiones cotidianas que nos mantienen despiertos y presentes. Consciente del límite humano, añadía con ironía lúcida: "Una prevención total acabaría con las enfermedades... y con la profesión del médico". El público sonrió ante la paradoja, comprendiendo la profunda enseñanza: que la salud es camino, no meta definitiva.

En un momento de la charla con el "power point",  evocó una frase de C. S. Lewis: "Nunca eres demasiado mayor para fijarte otra meta o soñar un nuevo sueño". Invitó así a los asistentes a no renunciar a la esperanza ni al deseo de superación, porque mientras  haya sueños, seguirá habiendo vida en plenitud. Posteriormente, abordó el tema del envejecimiento, al que definió no como una enfermedad, sino como una etapa natural de vivir. Apoyándose en las palabras de Wendy Whelan, recordó que "envejecer con gracia significa ser flexible, estar abierto al cambio y amarse a uno mismo". Cada frase resonaba como una lección de serenidad y madurez vital.

Citando a la Organización Mundial de la Salud (OMS), destacó que envejecer activamente consiste en optimizar las oportunidades  de salud, participación y seguridad para mejorar la calidad de vida. La prevención, dijo, se construye con hábitos sencillos: una alimentación equilibrada, el ejercicio moderado, el descanso, la curiosidad intelectual y el cuidado de los afectos.

Así, entre reflexiones científicas y destellos de humanidad, el doctor Parrón tejió una lección que trascendía la medicina: la de vivir con gratitud el tiempo que se nos da. Cuando concluyó su intervención, el público respondió con un aplauso largo y sincero, no solo por la claridad del contenido, sino por la cercanía del hombre que supo hablar a la razón y al corazón por igual.

Fue, sin duda, una tarde luminosa entre los ecos del otoño, una cita con la vida entendida como don y tarea. Porque, como recordó el propio doctor parrón, la verdadera prevención comienza con el amor por uno mismo y por los demás.


                                                                                Antonio González Padilla
                                                                                   
                                                                                  Secretario Crecimiento Humano





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