"Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo"
Arquímedes de Siracusa
"Dadme una palanca y moveré el mundo", proclamó Arquímedes, y con esa sentencia abrió la puerta a la maravilla de la mecánica y a la búsqueda de la fuerza verdadera.
El cuerpo humano, obra maestra de la naturaleza, resume en cada articulación, en cada músculo, la ciencia de las palancas invisibles. El codo, el hombro, la rodilla: puntos de apoyo que, sin que lo notemos, hacen posible la danza, el trabajo, el abrazo y la lucha.
Pero más allá de la anatomía, hay otra palanca secreta: la voluntad. Sin ella,, ningún músculo se contrae, ningún brazo se eleva. Es ese impulso -esa decisión de moverse, de resistir, de persistir- lo que transforma la masa inerte en fuerza capaz.
Así, cada vez que un ser humano decide levantarse en medio de la adversidad, cada vez que enfrenta el dolor o el peso de la vida y, sin embargo, se pone en movimiento, se cumple el sueño de Arquímedes. La palanca no está solo a fuera; está en el corazón, en la fe, en la esperanza que mueve el cuerpo como quien mueve el mundo. El cuerpo humano es la palanca, la mente es el punto de apoyo, y el mundo entero, por un instante, se rinde al poder de una fuerza que nace de dentro.
Ayer, en el Polideportivo de Fiñana, nuestra universidad desplegó su fuerza bajo la dirección y atenta mirada de Doña Guadalupe Molina Torres, fisioterapeuta graduada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, para encontrar el punto de apoyo de esa palanca que mueve nuestro cuerpo y nuestra mente, y alcanzar así esa fuerza que nace de dentro en equilibrio saludable entre lo interior y lo exterior.
La actividad de ayer versó sobre la dinapenia, titulada "Las claves para activar tu fuerza y moverte con poder". Comenzó la sesión con la proyección de una diapositiva. En ella, presentó esquemáticamente los tres tipos indirectos de fuerza, manifestaciones diferentes de la fuerza material y el ejercicio.
Después de explicar los tipos de fuerza y la intensidad de trabajo, centró su reflexión en el Test Indirecto de Brizky, donde se mide la estimación de la fuerza máxima en un ejercicio, realizando una única serie hasta el fallo. Las condiciones incluyen sujetos no experimentados, un buen calentamiento y la realización con una carga ideal entre el 60% y el 80%. Si el resultado excede las 10 repeticiones se repite aumentando el peso.
Una vez proyectado y explicado detenidamente el uso de diversos materiales, se pasó al gimnasio para aplicar prácticamente lo expuesto teóricamente.
Antonio González Padilla
Secretario Crecimiento Humano
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