Cosmos Noetós

Crítica sobre Filosofía, Antropología, Política, Religión, y Poesía

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viernes, 30 de mayo de 2025

"MEDITACIONES" de Marco Aurelio



El primer libro de las Meditaciones de Marco Aurelio es una reflexión autobiográfica y de agradecimiento a las personas que tuvieron una influencia positiva en su vida, con un enfoque en aquellos que le inculcaron los valores estoicos. Se trata de una especie de testamento interior donde Marco Aurelio recuerda a figuras importantes de su vida, especialmente a aquellos que le enseñaron la importancia de la autodisciplina, el control emocional y la aceptación de la naturaleza de la vida. 
En esta primera sesión, nuestra  tertulia filosófica disfrutó con la lectura del primer tomo. En él nos encontramos con el agradecimiento de Marco Aurelio expresando su gratitud a aquellos que le ayudaron a crecer y a desarrollar su carácter estoico. Menciona a personas clave que influyeron en su formación y le enseñaron valores importantes, como la honestidad, la justicia, la benevolencia, la perseverancia y la tolerancia; virtudes que asocia a su ideal sobre el ideal del sabio, asociado a encontrar la felicidad (eudemonía) mediante la aceptación del destino o vivir de acuerdo con la recta razón de la naturaleza. 
El libro también nos muestra una reflexión personal sobre la importancia de la virtud, la búsqueda de la verdad y la aceptación de las dificultades de la vida. En un Contexto histórico lejos de la Roma imperial, se considera que el primer libro, fue escrito en el contexto de las campañas militares que Marco Aurelio estaba llevando a cabo en las fronteras del norte contra los bárbaros, lo que añade una capa de reflexión sobre el deber y la responsabilidad como emperador. 
Para finalizar, podemos interpretar este libro como una especie de autobiografía, donde Marco Aurelio comparte sus experiencias personales y los valores que le han permitido crecer como persona. El libro se caracteriza por un estilo directo y conciso, con frases cortas y reflexiones que se centran en los principios estoicos. Este primer libro es importante porque establece el tono para el resto de la obra, introduciendo los temas principales y las ideas clave que desarrollará a lo largo de su obra.


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Etiquetas: Filosofía

lunes, 26 de mayo de 2025

Tertulia sobre "MEDITACIONES" de Marco Aurelio

 


Reglas fundamentales para  desarrollar una tertulia literaria sobre un texto filosófico. 

El libro seleccionado es Meditaciones de Marco Aurelio. Un obra que hay que leer para comprender en profundidad el estoicismo tardío que representa Marco Aurelio. Es accesible y muy oportuna para auto reflexionar sobre nuestro "yo". Es una obra con mucha profundidad por lo que hemos de ir despacio, comprendiendo cada problema que nos suscita para la reflexión y el debate.
Os invito a todos a participar. Especialmente a aquellos que están interesados en la literatura y la filosofía; aquellos que quieran compartir con otros estos temas que afectan a nuestra vida.
El lugar es acogedor e invita a la reflexión y al debate con los elementos imprescindibles para estar cómodos y a la vez concentrados.


Normas básicas a seguir por todos los participantes

Al inicio de la tertulia se han de seguir las siguientes normas básicas:

-Respeto al turno de palabra

-Respeto y capacidad para escuchar al otro

-Evitar interrupciones

-Seguir el orden marcado por todos previamente

-Argumentar y dar opiniones personales para que mediante el razonamiento y la exposición poder avanzar sobre los temas tratados.


Para iniciar la conversación

Se comienza con preguntas abiertas sobre el texto o tema elegido. Por ejemplo:

¿Qué te ha parecido el texto?
¿Qué ideas te han impactado con más fuerza?
¿Cómo relacionarías el tema con nuestras vidas hoy en día? Y algunas más.

A partir de aquí, los participantes podrán compartir sus opiniones y participar en un diálogo constructivo y participativo. Pueden hacer preguntas adicionales para profundizar en ciertos puntos o conectar ideas entre los participantes.
Si la discusión se desvía demasiado del tema, el moderador podrá redirigirla suavemente volviendo al texto o planteando nuevas preguntas relacionadas.
 

Cierre de la tertulia

Al final, se hará un resumen de las ideas discutidas que permita a cada participante compartir su reflexión sobre lo aprendido o sentido durante la sesión.
Se preguntará a los asistentes qué les gustó y qué se podría mejorar para futuras reuniones.
Debemos recordar que lo más importante es disfrutar del intercambio de ideas y fomentar un ambiente acogedor donde todos se sientan cómodos compartiendo sus pensamientos.





Publicado por Antonio Gonzalez Padilla en 8:26:00 No hay comentarios:
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miércoles, 7 de mayo de 2025

TALLER DE LECTURA: “Claudia o el vuelo de los vencejos”

 

TALLER DE LECTURA:  Antonio G. Padilla, “Claudia o el vuelo de los vencejos” Ed  Crecimiento Humano, Almería 2020.


ARGUMENTO: Novela que cuenta la historia de una familia hispana: Los Vencejos en Alba, entre los siglos III y IV d.C. (año 280 a 315) Se narra las vicisitudes de esta familia además del martirio de los Santos Mártires. La protagonista femenina principal es Claudia, nieta de Annio, y Valerio Graco, legado de la VII Legión; jóvenes de diferentes culturas que no impide el amor entre ambos, pese a las diferencias culturales.                                                                                                                                                                                                                                                                                                    1.  La historia de una familia Los Apus (Los vencejos) en Alba . Siglos III y IV (280-315)                                                                                                                                                                                        2.  El Martirio de los Santos Mártires año 303 d.C. (problema  religioso)

3.  El hallazgo de un Papiro que pone en peligro al Cristianismo (Problema político)

4.  Problemas: religiosos filosóficos, económicos, sociales, seguridad calzadas,             


PRESENTACIÓN

La estructura de la novela ambientada en la época hispano-romana, narra y refleja la vida y costumbres de una familia de Alba dedicada a la producción y comercialización del vino. 

Protagonistas duales: Claudia - Valerio; Annio - Claudia; Annio - Teófilo; Annio - Cayo Severo

Antagonistas: Daciano y el poder ocupacional de Roma

Personajes Secundarios: la familia de los Apus; los amigos; las autoridades religiosas; los enemigos romanos:

Estructura narrativa

(Cap.III) un crimen religioso como tapadera (Págs. 48-49) 

Presentación de la familia.

Estallido del conflicto de índole político-religioso (págs 51-53)

(CAP. VIII) Viaje  a Hispania (págs 101-104)

(CAP XII) Actividad pastoral (págs 134-137)

(CAP XVII Causas de la muerte de Silvestre (págs 190-194)

(CAP XXIII).Consecuencias del descubrimiento del Manuscrito (Págs 262-264)


Nudo: Problemas Religiosos frente a Problemas Filosóficos

Desarrollo paralelo de la relación amorosa, tensionada por sus ideas y lealtades opuestas: Claudia - Valerio.


-Problemas Religiosos

Escenas de represión y narrativa del martirio de los Santos Mártires.

Heliocentrismo (Pág 264) "No puede ser verdad (...) "una falacia incuestionable".

Atomismo materialista: Demócrito (Pág 269) (Leer)

Descrédito de las Sagradas Escrituras (SS.EE) "Algo así abuelo" (...)

Descrédito del Cristianismo y justificación para las persecuciones

El Atomismo nos lleva al: Ateísmo:  negación de Dios (pág 269-270) (leer todo el párrafo)


-Problemas filosóficos: Tª del Conocimiento (Aristóteles) (pág 225-231) 

Tº Ético-moral: La Muerte (Pág 152).

Tª del Estoicismo: Epicteto pág. 154)

Platón: Mito de la Caverna (Págs 295 ss)

EL libre albedrío (Págs 304 ss)

El Mal (Pág. 306 y ss)

Aristóteles: Ética a Nicómaco: Humanismo vs Cristianismo (págs 383 ss )


Desenlace: Alba ciudad estipendiaria

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lunes, 17 de febrero de 2025

Poetas de Abla


La forja del espíritu

Rincón de la fragua,
ruidoso por la mañana,
como patio de recreo,
y un sabor a bocadillo
de salchichón o sobrasada,
en sus carteras de pana.
Griterío de escolares,
que juegan en el recreo
a la rayuela o las chapas,
o con peonzas afiladas.

Solaz vespertino plácido
al son del hierro en la fragua,
olor a carbón quemado,
que impregna aires pasados
entre herraduras y arados.
Golpes de martillo y yunque,
en duro hierro forjado,
y bajo su resistencia
de brillo e incandescencia,
aparece en la materia
aquel objeto creado.

Y en la escuela, Don José,
con su "San Benito" presto,
inculca con disciplina
un comportamiento recto:
forja y templa con sapiencia
la mente en niños despiertos.
En la escuela de mi pueblo,
se imparten conocimientos,
educación y respeto;
allí se forja el espíritu
de adolescentes inquietos,
-bajo la atenta mirada
de Franco y José Antonio-
y la de un crucifijo viejo...

     antonio gonzález




LAVANDERAS

Agua concebida en vientre de sierra,
entre truenos, relámpagos, y estruendo.
Nieve de cielo desovando en peñascos, 
deshielo de primavera desaguando en tierra...

Agua que buscas entre quebradas el valle, 
a la sombra de taray y álamos, para ser acariciada
por manos de mujeres que bajan a tu encuentro,
con jabón, barreño, y diretes sin acalle.

Agua de la rambla de Los Santos, venturosa,
que transformais lienzos en color de nieve,
con mano briosa de mujer hacendosa.

Agua que agrama en piedra rugosa,  
al ritmo del jabón que embebe 
entre avatares de risas y palabra ruidosa.


Quién pudiera como el río...

¡Quién pudiera como el río
ser fugitivo y eterno!
descubrir caminos ocultos
besar riberas sin guetos,
de mundos que son opuestos.

¡Quién pudiera como el río
ser fugitivo y eterno!
buscar debajo sus aguas,
y en sus verdosas riberas
palpar la vida que emana.

¡Quién pudiera como el río
ser fugitivo y eterno!
contemplar cada mañana
tus pies pisando su seno,
la mirada de tus ojos, reflejada,
en su diáfano espejo.

¡Quién pudiera como el río
ser fugitivo y eterno!
reflejar en sus aguas
los amores que han partido...
y que nunca más han vuelto, 
como riachuelos perdidos.

Rasgos que en sus troncos
el tiempo ha dejado escrito,
clamor mudo pronunciado
en el silencio entre olvidos.

¡Quién pudiera como el río
ser testigo, ojo y oído!
de aquel pasado presente
que se agolpa como ausente,
de todo aquello que he sido,
de todo aquello sentido.
     
       Antonio González


Nieve

Y esa nieve blanca
que blanquea la montaña,
se convertirá en llanto
y cubrirá su rostro ajado,
en primavera;
despojada de su manto,
tomará el camino
para mover la piedra del molino,
que a la vera del río,
ocioso, sentado espera.
Y así colmar artesas de harina blanca,
y hornear el pan de trigo,
fruto de la sementera.

          Antonio González 

La pérdida

Sueños de infancia quemados
en el rincón del hogar,
la ilusión hecha ceniza,
sueños entre llama y viento,
que se van.
Pavesas hacia las estrellas,
en un intento vano
para encontrar su brillar:
la pérdida en su lugar.

            Antonio
           González Padilla


Cuando yo no esté

Y cuando yo no esté, 
mis olivos seguirán creciendo,
sus troncos enraizarán bajo la tierra,
y sus ramas 
se fortalecerán buscando el sol,
y al final del otoño,
cada año aliviarán su ramaje doblado
para convertirse en zumo dorado.

Cuando yo no esté,
la parra seguirá trepando,
por esa pared de piedra encalada
buscando la seguridad frente al viento,
protegiendo de orfandad sus racimos
con sus pámpanos y tiernos sarmientos.

Y bandadas de pájaros volando
pasarán por lo alto del cielo azulado,
buscando territorios cálidos 
al otro lado del mediterráneo,
en la búsqueda de un oasis templado.

Cuando yo no esté,
el reloj de la torre sonará en el valle,
medirá el tiempo con monotonía,
sin desfallecimiento,
pausadamente,
durante la noche y el día.

Y por el Camino Real,
los caballos seguirán trotando,
petricoreando el asfalto con sus cascos,
al compás de su marcial paso.

Cuando yo no esté,
ya habré pasado el puente de 
Los Santos, por última vez,
y no acompañaré su "Traída",
esos, a los que tanto amé
a lo largo de mi vida.

Y yo, desde mi vieja butaca,
con un libro en mis manos,
seguiré observando
esa montaña nevada,
que me tiene enamorado.
 
Cuando yo no esté...
la vida seguirá pasando.

      Antonio González


pan caliente

Callejón del horno,
harina amasada,
con olor a encina quemada
y a retama;
horno en callejón caliente,
donde masa y reciente
se aparean muy lentamente...
y al alba matinal, el parto
de un pan crujiente.




Amor de otoño

Amores que se esfuman en otoño
como hojas que cambian de color,
amores arrastrados entre el verdor
de la ribera, por aguas del arroyo.

Blancura espumosa en la cumbre,
bravas en su ímpetu de juventud,
hoy mansas aguas en la quietud,
un pasar de dulce mansedumbre.


Tranquila en su camino hacia la mar,
con paso firme a la desembocadura
con la alegría del que sabe caminar.

Certeza firme en la andadura;
y descansar, después de tanto bregar,
en aguas que acunan la luna. 
             
              Antonio González


Te escribiré un poema

Algún día te escribiré un poema
sin palabras, sin fonemas,
un poema sin nombre, ni letras.
Te escribiré un poema
sin bellas metáforas,

con flores que no huelan
o fuentes cristalinas que no canten
en un jardín con olor a jazmín. 
Te escribiré un poema,
sin mencionar los pájaros
en las ramas,
las noches  estrelladas,
o la luz de la luna plateada
que escapa al alba.
Sin riachuelos en la montaña,
o palmeras dobladas de esmeraldas
en idílicas playas. 
Te escribiré un poema... sin palabras;
sin epítetos, que por decir algo, 
no digan nada,
de rebuscadas metáforas,
que esconden el sentir de la palabra.
Te escribiré un poema...
sin la cálida brisa del estío,
o del viento bravío de la montaña,
en desiertos de arena y oasis de plata,
en la alborada.
Te escribiré un poema...
¡Un poema sin palabras, mi amor,
porque todas en tus ojos están...,
en tu mirada!

      Antonio González Padilla



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Etiquetas: ABLA

martes, 28 de enero de 2025

Fenomenología del hecho religioso



Filosofía y Ciencia son dos tipos de saberes diferentes tanto por su objeto como por su método. La  validez de ambos saberes puede ser contrastada a través de la experimentación empírica aplicando el método hipotético deductivo para la ciencia, y el método introspectivo para la filosofía. Junto a estos dos ámbitos de saberes hay un tercero que corresponde a la Religión, que se centra en el significado de la vida humana y en las preguntas que plantea. La naturaleza no es sólo la realidad referencial con la que se relaciona el hombre desde un saber  utilitario e inmanente, marcado por la curiosidad y la evaluación, sino que aparece también como una realidad prepotente y absoluta que suscita admiración y temor, fascinación y reserva. La religión pretende ofrecer una interpretación global del hombre, como la filosofía, pero sin dejarse limitar por la racionalidad y la inmanencia. De ahí que se postule una comprensión original de la realidad misma,  definiéndose como creación en las religiones bíblicas, y se busque una referencia trascendente y divina para explicarla. La no fundamentación del mundo y del hombre, su contingencia, lleva a buscar una referencia última, absoluta, desde la que explicarla y relacionarla con el hombre.La persona interpreta la realidad en su doble nivel ontológico y epistemológico para desde ahí ofrecer un sentido a su existencia. En este sentido, la religión implica siempre extrapolación, un ir más allá de los límites (de la razón, del mundo, de la historia) que no puede justificar la racionalidad filosófica. No se asume simplemente la finitud y la contingencia como dimensiones fácticas de la vida humana, sino que se busca darle un fundamento y significado, más allá de la realidad material, de lo limitado y finito, de lo mortal y perecedero. La pregunta por el significado de la vida humana no sólo desborda los límites del cosmos y de la vida terrena, sino que es motivada y canalizada más allá de la razón. La religión es hija del deseo, de la carencia y de la esperanza, y no sólo una construcción de la razón. No es necesariamente anti-racional, pero tampoco permanece dentro de los límites de la razón, aunque ofrece a ésta tópicos y  problemas a discutir. 

Se puede comenzar con la pretensión religiosa de una experiencia en la que la divinidad se revela, lo cual implica problemas epistemológicos y ontológicos, de comunicación, verdad y validez. En el caso del cristianismo la implicación de la razón en la religión fue más fuerte que en otros contextos culturales, porque los cristianos se presentaron en la sociedad romana como representantes de la verdadera filosofía ante una cultura marcada por el logos (razón) de la cultura griega. Es bien conocida además la importancia de la cosmología y de la ética para las cosmovisiones religiosas, tanto como  la misma filosofía. De ahí, la necesidad de la teología y la filosofía de la religión, que clarifican los presupuestos filosóficos de los mismos pronunciamientos religiosos, así como también la crítica teológica de las distintas escuelas filosóficas, que ha servido de inspiración a la misma filosofía. Este es el núcleo de la ‘fides quaerens intellectum’ (la fe que pregunta al intelecto) anselmiana cuyos efectos duran hasta hoy en Occidente, mezclados e interaccionando ambos ámbitos de saberes y creencias, como ocurre también entre la filosofía y la ciencia. 

Los primeros elementos de la conciencia religiosa son los símbolos, las imágenes y las narraciones míticas. Las religiones utilizan imágenes antropomórficas, naturales y totémicas con las que expresan sus creencias animistas, espirituales y ultra-terrenales. Las tumbas y los enterramientos son escenarios cualificados para captar la dimensión religiosa del hombre, muy unida a la estética. Hay temor, asombro, esperanza y ansias de pervivencia que se canalizan en lo religioso. Si el temor hace a los Dioses (Cicerón), también éstos hacen a los hombres temerosos, vinculando religión y magia, rituales simbólicos y técnicas primitivas de comunicación e intercambio. La proyección de la subjetividad en la religión tiene como contrapartida el troquelado de la conciencia en función de las creencias, símbolos e imágenes de la religión. No se trata sólo de que la religión sea la cristalización de la conciencia social, en la línea de Durkheim, sino que la misma conciencia personal vive de significados y símbolos que aporta la religión, junto a otros saberes. Las metáforas, los conceptos, los símbolos y las imágenes son los instrumentos de la comunicación humana en general y la religiosa en particular. La mente humana se va haciendo cada vez más compleja y la conducta más diversificada, a partir de una cultura naturalista. En ella se une el saber instrumental técnico científico, el comunicativo cultural, la reflexión crítica y abstracta de la filosofía, la expresividad estética y el deseo y la creencia religiosa.

El lenguaje religioso no puede apelar, como la ciencia, a un saber verificable, sino que se basa en un lenguaje simbólico, expresivo y comunicativo, que, en última instancia, remite al testimonio (narración y expresión) y a la experiencia personal, que pretende hablar con y en nombre de Dios o los dioses. Por eso, el lenguaje religioso tiene pretensiones de sentido y significación, vincula la ética al presunto sentido del hombre en la historia y el mundo e interpreta los acontecimientos en función de esa relación con lo divino. Los diversos tipos de religiones dependen precisamente de cómo se concibe la relación con la divinidad en el contexto de las diferentes tradiciones culturales, es decir, de cómo se articulan la inmanencia y la trascendencia divina en relación con el hombre y el mundo. Dios, mundo y hombre son el objeto de la reflexión filosófica y de las creencias religiosas.Los fenomenólogos de la religión subrayan que la jerarquización fundamental de la vida humana es constituida por la bipolaridad sagrado/profano, siendo lo sagrado lo no manipulable, lo intocable, en una palabra, lo absoluto. El hombre se relaciona con el ámbito de lo sagrado o de lo santo, en el que se dan representaciones e instrumentos de la divinidad. En las primeras experiencias religiosas como hierofanías. Pero las religiones no buscan simplemente describir la realidad y al hacerlo dependen de la ciencia y la filosofía, sino que la evalúan e indican cómo el hombre tiene que relacionarse con las distintas entidades. Las religiones no se quedan en lo racionalmente justificable o en su fundamentación, ya que son también el resultado de la decisión libre. Optan por un postulado y respuesta de sentido trascendente, en última instancia convincente y creíble pero nunca demostrable. Por eso, la filosofía y la religión han tenido una relación compleja y conflictiva, al menos en nuestra cultura occidental. La filosofía en cuanto saber reflexivo, crítico, racional e inmanente, que evalúa y analiza los otros saberes humanos, ha interpelado y, frecuentemente, descalificado la validez del saber religioso y las funciones ejercidas por la religión. El ateísmo y el agnosticismo son dos de las expresiones fundamentales de la impugnación de la religión, aunque ambas no se reducen a planteamientos filosóficos, sino que forman parte de una postura más amplia y existencial, en la que se combina tanto la justificación teórica como la actitud práctica. La fe no es algo puntual, aunque una experiencia concreta puede ser decisiva en la vida de una persona, sino que se inscribe en el entramado biográfico y procesual de cada creyente. En realidad tanto la creencia religiosa, como la increencia, en su versión agnóstica o atea, responden a un proceso existencial y no se reducen a la aceptación o no de una determinada prueba o justificación de la existencia de Dios.

Ante el fenómeno religioso nadie es neutral, ya que estamos condicionados por nuestra biografía personal y colectiva. En realidad, siempre estamos remitidos a un imaginario de sentido con raíces míticas, simbólicas y afectivas, que no sólo subyacen a las religiones sino también a las cosmovisiones filosóficas e incluso científicas. Podemos basar nuestro comportamiento en una comprensión no religiosa del hombre, en un humanismo de cuño científico y filosófico, pero esta cosmovisión humanista es tan mítica, infundamentada y en última instancia subjetiva como la religiosa. Podríamos afirmar que el ser humano siempre vive del mito, de comprensiones racionales, afectivas y simbólicas que le ofrecen sentido, orientación y pautas de conducta. Por eso, la respuesta de una persona religiosa al ataque de un humanista ateo, puede ser también la de “tu quoque”, porque, en cuanto animal que se hace preguntas, el ser humano siempre procede desde convicciones no demostrables y certezas subjetivas.
Otra cuestión diferente es que no todas las cosmovisiones son igualmente razonables, ni creíbles ni pertinentes, sobre todo en culturas como la nuestra que están marcadas por la racionalidad experimental científica y la reflexión crítica de la filosofía. En la religión no hay certezas sobre Dios, sino convicciones de fe. Toda religión consiste en un sistema de creencias, que pueden ser razonables y justificables, pero nunca demostrables. Nunca podemos demostrar que hemos llegado a lo último o a lo Absoluto, caso de que exista, y siempre hay que relativizar las representaciones que el hombre hace de ese presunto Absoluto, al que llamamos Dios. Todos los lenguajes sobre Dios son construcciones humanas, y, en última instancia, hay que cuestionar su verdad y pertinencia. No tenemos acceso al absoluto y siempre estamos mediados socioculturalmente. Por eso la distinción entre la búsqueda de la divinidad y ésta misma, implica una relativización de todas las religiones, sin que esto quiera decir que todas sean iguales. 
La fe no es simplemente creer aquello que no se ve, lo cual define una visión doctrinal de la religión, sino una actitud de confianza y de valoración positiva de la realidad a partir de las presuntas vivencias de la divinidad. Esta conciencia difusa a veces se presenta como una experiencia de conversión o como una comunicación singular con la trascendencia. Otras veces, en la mayoría de los casos, la fe se basa en la identificación existencial con una personalidad religiosa que ha generado o fundado una religión. En ella, se combina un argumento de autoridad moral que, en última instancia, es el seguimiento y la imitación del personaje fundador de la cosmovisión religiosa. Luego esa autoridad continúa en una jerarquía, que pretende ser prolongadora y guardiana de la obra del fundador, pero que obedece ya a un cambio de la perspectiva ejemplarizante y moral a la del cargo institucional.

La experiencia fundacional y constitutiva de la religión se transforma así institucionalmente y genera un conjunto de prácticas, ritos y creencias que determinan y objetivan cada religión. La razón cuestiona la cosmovisión religiosa, la analiza en sus pretensiones ontológicas y epistémicas, sopesa sus funciones y consecuencias sociales e indaga hasta qué punto es compatible con el saber científico y filosófico hegemónico en cada época histórica. Desde el punto de vista racional, hay que analizar la cosmovisión religiosa como una hipótesis que no puede ser demostrada, pero puede clarificar la existencia humana. Es una imagen del mundo analizable en base a su coherencia y cohesión interna, y a su capacidad para responder a las necesidades existenciales del hombre, de forma compatible con el saber científico y filosófico. Las creencias religiosas son indemostrables, pero pueden ser más o menos convincentes en cuanto que sus pretensiones de verdad aparezcan creíbles, plausibles y racionales, es decir, compatibles con los otros saberes. Si además son fecundas en cuanto motivadoras e inspiradoras de comportamientos humanos deseables y racionalmente defendibles, entonces podrían ser no sólo válidas sino recomendables. Normalmente, esas creencias vienen avaladas por personajes modélicos, con los que hay una identificación e imitación, lo cual remite a los componentes emocionales de adhesión a esa creencia.
Por eso, el saber religioso es frágil, dinámico, evolutivo y siempre precario. Las dudas de fe son inherentes a cualquier pretensión de trascender los límites de la relatividad humana y de haber alcanzado, de alguna manera, al absoluto. Naturalmente, esas dudas crecen cuando la fe no se inscribe en un entramado social, comunitario y eclesial, que facilite mantener y crecer en la religión. Es lo que ocurre en nuestra sociedad, donde la minoría creyente se encuentra crecientemente confrontada a una mayoría permisiva, pero en buena parte indiferente y claramente distanciada del imaginario religioso defendido por las instituciones religiosas. Mucho más cuando se da una privatización de la experiencia religiosa, una deseclesialización e institucionalización de la fe, y una pérdida de credibilidad y de plausibilidad de las creencias oficiales que sirven de referencia para evaluar la religión. 



Bibliografía


Para elaborar este artículo he utilizado literalmente la ponencia en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, CIENCIA Y RELIGIÓN, del 18 de septiembre de 2003, cuyo autor es Juan A. Estrada Díaz, Doctor en Teología por la Universidad Gregoriana de Roma y Doctor en filosofía por la Universidad de Granada, donde ejerció como Catedrático en el Departamento de Filosofía. Los subrayados son creación propia. 

Rudolf Otto, Lo Santo: Lo racional y lo irracional de la idea de Dios. Alianza  Ed. Las ideas teístas de Dios, singularmente la cristiana, definen a la divinidad mediante conceptos claros y distintos, así como a través de predicados pensados como absolutos, perfectos y sumos, característica de la religión racional que, sin embargo, no apura ni agota la esencia de la divinidad. Lo numinoso como  característica principal de la divinidad.

Mircea Eliade, un libro imprescindible para el estudio y relación del mito, filosofía y religión.



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Etiquetas: Religión

domingo, 19 de enero de 2025

El día del Señor




II Domingo del tiempo ordinario


Lecturas :  Is  62,  1-5  *  Sal 95  *  1  Cor.  12, 4-11  *  Jn   2,  1-11


Hoy, Día del Señor, celebramos las Bodas de Caná. Una magnífica manifestación de los comienzos de la vida pública de Jesús de Nazaret. Un Jesús humano, integrado en el ambiente de su gente y de su pueblo, -que le contesta a su Madre: "mujer aún no ha llegado mi hora" -pero que veremos más  tarde su desarrollo-.  A la vez un Jesús que da un paso más para manifestar su verdadera identidad y cumplir la misión que le ha sido encomendada por su Padre: la instauración del Reino de Dios.
Ya no se presenta como un particular que asiste a la boda de un amigo y comparte sus alegrías con él y con toda la familia, como habría hecho en otras bodas de su pueblo siguiendo la tradición judía. Ahora asiste con todos sus discípulos y su Madre para indicarnos el desarrollo institucional de su nueva misión en la tierra. Es un paso más para cumplir con la voluntad de su Padre y comenzar a desarrollar su vida pública anunciado su Palabra, y desvelar ser  la Palabra del Padre hecha carne.

Caná es una aldea de Galilea,  cercana a Nazaret. Allí se celebra la boda de este amigo como anfitrión de Jesús a la que asiste -como hemos indicado- rodeado por sus discípulos. En un momento determinado comienza a faltar el vino, porque se está acabando, por falta de previsión o porque tal vez hayan acudido más invitados de los previstos, manifiesta la angustia sufrida por su anfitrión ( hay que entender que una boda sin vino, no es una fiesta; la importancia del vino en las fiestas familiares de los judíos en el tiempo de Jesús, no podía faltar por ser  un producto esencial para la celebración ) El caso es que María, La Madre de Jesús, -como la llama siempre Juan en su evangelio- siempre atenta a las necesidades de los demás,  se da cuenta de este problema.  "Haced lo que él os mande". Más que un mandato es un ruego de la madre, que conoce bien a su hijo porque lo ha parido y ha convivido con Él. Es la confianza en la fuerza de la oración y de la fe que hace milagros y que enternece y transforma el tiempo y el proyecto de Dios cambiando sus planes, -nada más y nada menos- porque se lo pide su madre, a pesar de que "Todavía no ha llegado su hora" . Así comienza este prodigio, signo o milagro de la transformación del agua en vino.  Jesús ordena llenar las tinajas de agua que estaban preparadas para la purificación de los judíos, para ofrecer al novio el mejor regalo de un amigo, mostrando a su vez, el significado profundo de este milagro: la superación de la antigua Ley de Moisés y del mesianismo judío en el Antiguo Testamento como obsoleta e inservible, ante la Ley del Nuevo Testamento mediante el anuncio de la venida del Mesía en Jesús de Nazaret anunciando el Reino de Dios.

Jesús, mediante su predicación y sus obras, va manifestando progresivamente a lo largo de su vida pública, su identidad de ser el elegido, el escogido por Dios, para llevar a cabo su misión salvadora de la humanidad. Él es el esposo que trae "el nuevo vino" para una nueva boda de Dios con su pueblo basada en la Nueva Alianza. Que inaugura un nuevo rito para una nueva boda, donde estamos invitados todos los hombres seamos gentiles o judíos, como hijos de Dios. Una nueva época de salvación que revela un Dios todo Amor, Padre benevolente y misericordioso para con su nuevo pueblo.



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Etiquetas: Religión

viernes, 3 de enero de 2025

Escribir... ¿para qué?



¿Es asunto de quien escribe que haya políticos, gobernantes, canallas que sean corruptos y pisoteen los derechos más elementales qué tanto ha costado conseguir a la humanidad ¿Son las palabras las que hieren, esas que escogemos los que escribimos para crear "simpathos", lo suficientemente comprometedoras, que haya "compasión" entre quien escribe y quien lee? ¿Qué se le ha perdido al poeta para soñar despierto en la madrugada a fuerza de ritmo plasmar en el papel esas inconfesables añoranzas del animal hablante?  Entonces, ¿por qué escribir? Duro es escribir y más duro, escribir bien. Vibrar y conectar con el lector llamar la atención en este mundo de ruidos y distracciones varias, donde pasar el tiempo se torna problemático y donde aprovechar tiempo libre para crecer, es harto complicado. Si a esto añadimos que no hay nada que ganar ni nada que vender ¿por qué esforzarse si no hay nada que esperar? "Escribir es un honor y una carga. Pesada. La de saber que nada mal escrito es perdonable. Corrompida la lengua hasta la médula por quienes construyeron esta homogénea habla de esclavos, escribir reviste el riesgo de un amor perverso e imposible". (G. Albiac). Solo la ilusión de transmitir aquello que bulle dentro del escritor en un grito de auxilio que disipe la niebla en la soledad que le envuelve, con la esperanza de recibir el eco ampliado de la palabra que reafirme su mensaje. Escribir es búsqueda de respuestas en la niebla oscura de la nada. Un buscar la mano del otro para no caer en el abismo de la inconsistencia, solo, con la certeza, de que el último renglón, no aún escrito, lo escriba solo. En la soledad absoluta. Es exponerse desnudo en la plaza pública a la espera de la crítica más exacerbada, sin compasión, mostrando sus verguenzas. Crítica y más crítica sin esperar una lisonja. Una palabra de aprobación. Con la peor de las respuestas: el silencio como halago.



Publicado por Antonio Gonzalez Padilla en 7:46:00 No hay comentarios:
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Etiquetas: Antropología
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Me alegro encontrarte aquí. Mira por donde, otro blogger con ese nombre tan raro, otra botella flotando a la deriva en el océano de internet. Y como aquella, sin saber si llegará a buen puerto, se perderá entre las arenas de una playa desierta, o se romperá en un acantilado. Ignoro su destino. El tiempo lo dirá. Déjame que te muestre este mundo que bulle dentro de mi y que quiero compartir contigo de ideas, sentimientos, y emociones. Súbete a mi barco y haremos la travesía juntos; afrontaremos los peligros acompañados, y las dificultades serán más livianas. Puede que lleguemos a Ítaca, o no.
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