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miércoles, 21 de agosto de 2024

Salir a tomar el fresco




                 "Y el que no pueda vivir en comunidad, o no necesita nada por su                       propia suficiencia, no es miembro de la ciudad, sino una bestia o un dios".

                                                                                        Aristóteles



Salir a tomar el fresco a la puerta de la casa en verano con toda la familia, es algo que recuerdo de mi niñez con nostalgia. Hoy solo es un recuerdo entrañable, un hecho más como tantos otros al que me niego olvidar. Leo que un pueblo de Cádiz quiere recobrar esta costumbre de los pueblos de Andalucía como patrimonio de la humanidad. Me parece muy bien. En mi pueblo rural de Abla (Almería), salir a tomar el fresco era una costumbre muy típica y saludable de nuestras gentes que conseguía  dos objetivos: huir del  calor excesivo acumulado en el interior en nuestras casas, y fomentar las relaciones sociales con los familiares y vecinos. Al llegar el atardecer, después de cenar y reponer las fuerzas gastadas en una dura faena de campo, la familia y los vecinos, sacaban sus sillas a la puerta de sus casas, se sentaban al fresco para charlar y contar los dimes y diretes surgidos diariamente entre sus gentes. Reponen las largas horas de soledad vividas bajo la parra a temperaturas superiores, a treinta grados centígrados, dedicadas al cultivo de la uva de mesa, como así lo requerían sus cuerpos y sus espíritus. El cuidado de la uva de mesa en la parra, exige mucha dedicación a diario desde que aparece la muestra hasta que madura el fruto. Siempre había que regar, labrar, sulfatar, azufrar, despampanar, etc. Lo que ocasionaba pasar todo el día en soledad, dedicado a su cuidado sin apenas hablar ni socializarse con la gente, vecinos o amigos. En las noches de estío, la falta de comunicación, y el calor excesivo acumulado en las casas durante la jornada, se suplía saliendo a la puerta de casa para tomar el fresco en aquellas incómodas pero prácticas sillas de anea, en corrillos improvisados, acompañados por un botijo de agua fresca para saciar la sed y refrescar la garganta reseca por el polvo de la parva en la era. Eran tiempos en los que la televisión aún no había inundado nuestros hogares, afortunadamente. Las calles de mi pueblo se llenaban de corrillos de familiares y vecinos en donde se hablaba de todo. Los agricultores, trasmitían sus conocimientos y experiencias personales sobre los modos y maneras de cómo hacer para que la uva fuera de mejor calidad y sus numerosas plagas mejor controladas. Las mujeres y amas de casa también hablaban de sus cosas diarias. Qué hacer de comer al día siguiente o saber cuándo pasa el agua por la acequia para hacer la colada en el lavadero. No faltaban las parejas de novios, que bajo la atenta vigilancia de los padres, hablaban de sus proyectos futuros, con cómplices miradas indagadoras en la oscuridad de la noche, intentando robar un beso sin ser vistos o hacer manitas sin ser vistos.
Los niños, ajenos  a los problemas de los mayores, nos  sentábamos en los trancos de las casas para hablar de nuestras cosas: contar chistes, cuentos de miedo, proyectar nuestros juegos, rememorar las disparatadas aventuras del Gordo o el Flaco (Stan Laurel y Oliver Hardy), o recontar la película del Oeste Americano recien proyectada en el cine parroquial, emulando a sus héroes. Con muy poco nos conformábamos, solo necesitábamos ingenio y mucha imaginación para ser felices. Hacíamos lo que el clásico manifestaba: "no es más feliz quien más tiene  sino quien menos necesita."
Eran otros tiempos. Cierto. Tiempos que se han esfumado sin darnos cuenta. Tiempos que han partido para nunca más volver. Seguirán eternamente vivos mientras nuestra generación permanezca viva y la memoria no nos abandone. 



4 comentarios:

  1. !Recuerdo con nostalgia lo que explicas!
    Por las noches ,los padres tomando el fresco,y nosotros mientras jugando a los indios,que nos dábamos unas carreras, desde la Cruz de San Juan,hasta los castillos,callejas arriba,y callejas abajo,"que niñez más sana"

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  2. Gracias Antonio, eres un Artista, de los que Transmiten.🎼🎶🎵

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