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miércoles, 24 de julio de 2024

Hace ya un año...



Un año "horrible" para Sánchez: su entorno imputado, la amnistía fallida, sin Presupuestos y los socios en alerta.



El primer aniversario del 23-J, lejos de haber sido un día de celebración para el gobierno, se ha convertido en un día triste. Las encuestas así lo confirman. Un 53% de los españoles consideran que la situación política va peor; en economía un 57% de ciudadanos consideran, igualmente, que todo va de mal en peor. Hay poco que celebrar desde el gobierno progresista de izquierdas. Elecciones que ganó el PP pero que no consiguió la suficiente mayoría para poder gobernar. Gobierna Pedro Sánchez a costa de pactar con un profugo de la justicia huido a un país europeo. Un socio poco  fiable, que a la mínima de cambio, chantajea al ejecutivo en función de sus intereses en clave de política catalana. Imputada su esposa Begoña en los negocios por tráfico de influencias con la Universidad  Complutense de Madrid, y citado por el juez en calidad de testigo, el presidente, vive momentos bajos acorralado por el caso de su esposa y el de su hermano, del que no sabe cómo salir. Para colmo, un video emitido en 2017, muestra a un Pedro Sánchez dando lecciones de ética a Mariano Rajoy exigiendo a éste la dimisión como presidente, -sin aún ser condenado- cosa que él no se aplica a sí mismo en un caso similar. Y es que la videoteca lo ha puesto contra las cuerdas, mostrando la incoherencia y la ética aplicada por el sanchismo de la doble moral, "ver la mota en ojo ajeno y no ver la viga en el mio propio." Morirá matando. El gobierno se enroca en la estrategia de negar todo y culpar a la derecha. Desde manifestar "que no hay nada del caso Begoña" a denigrar la labor del juez Peinado, acusándole de antidemócrata como representante de la extrema derecha. Mientras, España, languidece en manos de los secesionistas, sin que nadie haga algo para remediarlo. La gobernanza del país depende de los pactos de gobierno en Cataluña  de los partidos políticos, PSC, ERC, y Junts x Cat, enzarzados en disputas de poder, sin que hasta ahora hayan llegado a un acuerdo para formar gobierno en Cataluña. "Si apoyas a Salvador Illa (PSC) pasarás las de Caín en Madrid" -ha sentenciado Carlos Puigdemont-. Dicho de otra manera: "si yo no soy presidente, tú Pedro Sánchez, tampoco lo serás." La repetición de elecciones está a la vuelta de la esquina, que según las encuestas no resolvería el problema porque seguiría todo igual. Como ven un atasco monumental de difícil solución. Acabamos de saber que Sánchez se encuentra en Barcelona para rendir pleitesía al gobierno catalán de ERC, y darle todo lo que le pida a cambio de su apoyo en los presupuestos del Estado. Mañana irá a las Vascongadas, para mercadear con el PNV el traspaso de las competencias  de puertos y aeropuertos a la ertzaintza (policía autonómica) -a costa de quitárselas a policía y guardia civil- (policía Estatal), no vayamos a que el PNV se enfade y no le apoye en Madrid: "antes nos mataban, ahora nos expulsan" -manifiestan algunos de ellos-. Es evidente que en España no se gobierna, sino que se pagan peajes y cesiones a catalanes y vascos, a cambio de apoyos personales que desmantelan el Estado Central, en favor de los que la quieren destruir. Todo con nuestro dinero. La política española gira entre estas dos autonomías, -a las que se les concede privilegios y regalías- en detrimento del resto de regiones autonómicas, a las que se les discrimina en lo político, en lo económico y en lo  social.  Paradógicamente, esto lo lidera un partido de izquierdas (PSOE), al que se le llena la boca con palabras de "igualdad" y "progresismo". Un partido que mira para otro lado con la nariz tapada. Una vergüenza. ¿Qué opinan los votantes del partido Socialista de otras autonomías? Me gustaría saberlo. Por tal de no votar al centro-derecha -la "derechona facista" como ellos la llaman-, seguirán votando "Sanchismo". Una pena.





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