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domingo, 21 de enero de 2024

Con la música a otra parte




Hasta hoy no sabíamos que para tocar el clarinete hubiese que soplar en modo catalán. Y es que todos los días se aprenden nuevas cosas. Todos tenemos conocimiento que la partitura de una melodía musical  emplea un lenguaje universal que solo necesita saber solfeo para poder ser interpretada. Así de sencillo. Pues no. Según el Diario El Mundo el Ayuntamiento de Barcelona -gobernado por el PSC- ha despedido  a un músico sevillano que llevaba 27 años tocando el clarinete en la banda municipal del ayuntamiento "por no haber sido capaz de acreditar un dominio suficiente de lengua catalana, el equivalente al ya archiconocido nivel C1". Para ser más preciso, a José Joaquín Sánchez, natural de Sevilla (Andalucía), se le dió la oportunidad de seguir en dicho puesto pero no ha aprobado el examen. Hasta aquí la noticia que por ser increible no entiende Joaquín ni yo tampoco. "Pedir el catalán para algunas profesiones es absurdo y desproporcionado, y en el caso de la música es ridículo por ser éste un lenguaje universal. Esta utilización de la lengua es un esperpento, una aberración. Se está empleando el catalán como un arma política de discriminación", protesta José. 
Ahora sabemos por qué Junt -partido secesionista de extrema derecha- exige al gobierno de España la competencia de emigración, para poder entre otras cosas, limpiar a Cataluña por medio de la lengua a todos aquellos que no son de los suyos. Se empieza por la lengua y no se sabe  hasta dónde puede llegar. En pleno debate en España sobre la emigración, se cuela esta noticia que manifiesta a claras luces, por qué la competencia de emigración ha de ser exclusiva del gobierno central y no del gobierno Catalán, como determina la Constitución. Ya sabemos el uso que hará el partido de Puigdemont: la utilización de la lengua catalana para construir un Estado independiente de España como signo identitario ideológico-político de exclusión, propio, de un partido supremacista, xenófobo y ultra independentista, que utiliza la lengua para separar, enfrentar y dividir y no para todo lo contrario. El Ayuntamiento de Barcelona o el Gobierno  de la Generalidad, tienen derecho a exigir el Catalán para ciertos puestos de la administración por estar de cara al ciudadano  que quieren ser atendidos en la lengua de su región. Nada que objetar. Lo que es incomprensible -por no llamarlo de otra forma peor- es exigir el catalán para pertenecer a una banda musical cuando en ningún sitio del mundo se exige tal requisito. Más bien se requiere la idoneidad, competencia, capacidad y dominio del instrumento musical del músico profesional para optar al puesto requerido. 
Qué puede hacer José Sánchez ante tal dislate? Permíteme aconsejarte  Jose. Cuando alguien se va "con la música a otra parte" significa que se va, que nota por algún motivo sobra, que no lo quieren por lo que es, lo que dice o lo que hace. Pues bien me iría a la puerta del ministerio de Yoli a tocarle el clarinete, al fin y al cabo es un "Sánchez" quién toca y puede que cuele. Eso, o venirse al sur, tu tierra, donde podrás tocar el clarinete y soplar a tu aire.



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