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sábado, 15 de octubre de 2016

La respuesta está en el viento (Blowing in the wind)





Aún recuerdo el silbido del tren antes de partir de la estación. Después de vomitar carbonilla por su gran chimenea e impregnar el ambiente de la estación con una gran bocanada de vapor, el tren partía de la estación de mi pueblo rumbo a Barcelona. Allí iba alguien muy conocido de mi familia, cargado de maletas de madera, fiambrera con tortilla y muchas ilusiones encerradas en aquellos equipajes. Tenía que intentarlo en Cataluña, después de soportar año tras año el hambre y la miseria a causa de las malas cosechas de la uva de mesa. Las deudas se lo comían, y en el pueblo, -su pueblo-, ni el panadero le fiaba porque sabía que nunca le podría pagar. Su familia se moría literalmente de hambre. Hubo que emigrar. La respuesta está aún en el viento.
Aquello sucedió al inicio de los años 60. Hoy, este hombre descansa en su tierra, después de haber pasado casi toda su vida creando riqueza y prosperidad en Cataluña, militar en el Partido Socialista, y ser reconocido en la tierra que le vio nacer, que no en la que le vio crecer. Parte de su familia vive en Andalucía y parte en Cataluña. Todos sus hijos gozan hoy de una posición desahogada, gracias al sacrificio de su padre. Uno de sus hijos se ha dedicado a la política y por su pertenencia y manifestaciones sabemos que se ha hecho independentista (si su padre levantara la cabeza...); entre otras cosas, considera que solo los catalanes deciden con un referendum ilegal qué hacer  con una parte de la nación Española; los demás no contamos. Su manera de pensar y sentir se ha conformado de acuerdo con la ideología de la burguesía catalana, la misma, que despreció a su padre y en la que nunca llegó a integrarse porque lo excluyeron como charnego. Así se escribe la historia humana de ésta familia (de la que no doy más datos por mantener la privacidad) 
También se explica el declive del Partido Socialista en Cataluña, en otros tiempos hegemónico, hoy convertido en un partido  residual merced a su indefinición; (cada uno recoge lo que ha sembrado), y ahí están los resultados por alinearse con las tesis federalistas que ni ellos mismos saben explicar, y renunciar a la esencia de lo que siempre han sido: un partido de izquierdas que debe defender la igualdad de todos los trabajadores españoles con independencia del lugar donde residan. La pérdida de la O de obrero y la E de España, y la indefinición o pérdida de un discurso unitario, difuso y adaptable, dependiendo del lugar donde se pronuncia, (PSOE's territoriales frente el PSOE nacional) explican muy bien la crisis de identidad en la que ha caído el PSOE (contradictorio con la igualdad que debe caracterizar a un partido de izquierdas) Con todo este bagaje no es de extrañar la aparición de los "Iceta" y  los "Tardon", proclives a pactar con quien sea, por tal de conseguir que no gobierne el PP como partido más votado en España (al día de hoy los del PSC siguen manifestando romper la disciplina de voto si el Comité Federal decide apoyar la investidura de Rajoy; su desacuerdo con la gestora del partido socialista es un hecho que puede ocasionar la ruptura entre el PSOE y el PSC; pero a ellos les da igual, saben que en veinte años el PSOE no conseguirá el poder, y fuera hace mucho frío). La dimisión de Pedro Sánchez como secretario general del PSOE está relacionada con la intención de pactar con los nacionalistas catalanes un futuro gobierno de España, traspasando las líneas rojas que el PSOE había establecido (incluso con partidos de la derecha -independentista y presuntamente corrupto- como es el caso de la antigua Convergencia de Cataluña, actualmente llamada Partido Demócrata Catalán con sus sedes embargadas por la corrupción del 3%), todo, para mantenerse en el poder ya que sin la aportación de los socialistas catalanes, el PSOE nunca conseguirá la mayoría suficiente para gobernar en España. Con la paradoja de aplicar la doble medida de la corrupción, al no apoyar al PP por corrupto y sí hacerlo con el PDC. ¿Cómo se explica esto? La respuesta -ya saben- está en el viento.
A propósito de lo que decimos, se explica igualmente "El Sainete de Badalona", como ejemplo paradigmático de que sucede en Cataluña. Todo comenzó  por impedir que gobernase el PP en el Ayuntamiento de Badalona -donde ganó las elecciones, pero sin mayoría absoluta-,  y si para ello hay que pactar con los que quieren romper España, se hace. De aquellos barros estos lodos, porque en Cataluña hay lugares donde no se respeta la ley  del Estado de Derecho, en cocreto en Badalona, cuando su alcaldesa Dolors Sabater de Asamblea Nacional Catalana, junto a sus concejales de la CUP, deciden abrir el ayuntamiento el día de la fiesta nacional, desobedeciendo la resolución expresa de un juez, provocando a la justicia en las puertas del ayuntamiento y rompiendo la orden judicial en un show televisado a toda España, bochornoso. ¿Dónde está la seguridad jurídica de los ciudadanos propia de un Estado de Derecho? Es una falacia  -propia de gobernantes antisistema- justificar la interpretación de la ley y conculcarla, escudándose en un mandato directo del pueblo y en una falsa interpretación de la libertad ideológica. Una sociedad en la que no se respeta la división de poderes, y sus mecanismos de aplicación por parte de sus gobernantes, no es una sociedad democrática y menos un estado de Derecho; será otra cosa, pero no una sociedad libre gobernada por el imperio de la ley; es una sociedad regida por un Estado totalitario. Además, no  corresponde a las competencias de una corporación municipal de régimen local la legislación de la ley laboral, eso es competencia de otros organismos del Estado. Ante esto, surgen algunas preguntas que me cuestiono y que os invito a que reflexionéis: ¿Con qué autoridad moral  y política puede dicho ayuntamiento exigir el cumplimiento de la ley a sus ciudadanos cuando él no la respeta? ¿Cómo obligar a un ciudadano a pagar los impuestos de circulación o el IBI si cada uno decide lo que está bien o lo que está mal al margen de la ley? (sin olvidar que todo ello se lo debemos al PSOE -como se ha dicho anteriormente- que un día decidió pactar con el partido independentista de la CUP antes que con el PP, cediendo la alcaldía al partido menos votado). Estos son los resultados que se consiguen cuando las instituciones públicas están dirigidas por partidos populistas antisistema, demagógicos e irresponsables, que utilizan la política como instrumento ideológico para la consecución de sus propios fines y no como servicio a los ciudadanos. Algunos se lo deberían mirar. Pero la respuesta  a lo que está pasando en España, aún sigue en el viento...






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