Amor a precio de saldo
Hoy, día de San Valentín,
si no hay regalo,
tampoco hay enamorado,
lo proclama así el mercado.
!Qué pena medir el amor
con descuentos ofertados!
Comprar afectos y amor
a fuerza de talonario,
es creer que todo en la vida
tiene un precio,
y que puede ser comprado.
¿Le falta acaso razón?
Lo cierto es que el refranero
no está nada equivocado,
tiene más razón que un santo,
pues afirma un aserto
que no puede ser negado:
amor puesto en el mercado
con un precio ofertado,
cuando no subastado,
¿no es un amor comprado?
antonio gonzález
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