SANTOS MÁRTIRES DE ABLA
APOLO, ISACIO, Y CROTATO,
Y LA VIRGEN DEL BUEN SUCESO
I.
En la Tarraconense,
provincia Hispano-romana,
ocurrió esta gran historia
provincia Hispano-romana,
ocurrió esta gran historia
que ha de ser recordada.
II.
II.
Sucedió en el siglo IV
así lo hemos fechado,
hechos que son un legado
de nuestros antepasados.
III.
Siendo emperador de Roma,
El Augusto Diocleciano,
representado en Hispania
por su prefecto Daciano,
El Augusto Diocleciano,
representado en Hispania
por su prefecto Daciano,
IV.
tuvo a bien visitar Alba
al pie de Sierra Nevada,
con sus casas encaladas
y muralla coronada.
V.
al pie de Sierra Nevada,
con sus casas encaladas
y muralla coronada.
V.
Al pie de la gran muralla
acampó con sus soldados,
al frente de todos ellos
su jefe Publio Daciano.
VI.
acampó con sus soldados,
al frente de todos ellos
su jefe Publio Daciano.
VI.
Van camino de Roma,
por Carthago y Tarraco
para rendir y dar cuentas,
al Augusto Diocleciano.
VII.
por Carthago y Tarraco
para rendir y dar cuentas,
al Augusto Diocleciano.
VII.
En la cohorte romana
hay gentes de diversas almas,
soldados que son muy creyentes
y otros que no creen en nada.
VIII.
soldados que son muy creyentes
y otros que no creen en nada.
VIII.
Reina la farra y el vino
en el "castrum" militar,
gratitud dan a sus dioses
en el "castrum" militar,
gratitud dan a sus dioses
y al emperador, lealtad.
IX.
IX.
De pronto suenan las tubas,
Daciano les quiere hablar,
los soldados se aprestan
sus palabras escuchar:
X.
Daciano les quiere hablar,
los soldados se aprestan
sus palabras escuchar:
X.
-Diocleciano vuestro dios,
emperador y señor,
a los dioses del Olimpo
os ordena adoración.
XI.
emperador y señor,
a los dioses del Olimpo
os ordena adoración.
XI.
Todos acatan la orden,
no así tres jóvenes soldados,
que rechazan adorar,
a un Júpiter impostado.
XII.
no así tres jóvenes soldados,
que rechazan adorar,
a un Júpiter impostado.
XII.
Son soldados valerosos,
dignos por su integridad,
prestigiosos y piadosos,
honestos por su moral.
XIII.
dignos por su integridad,
prestigiosos y piadosos,
honestos por su moral.
XIII.
-Me llamo Apolo, soy cristiano,
cumplo como soldado,
pero no quieras que adore
ídolos hechos a mano.
XIV
cumplo como soldado,
pero no quieras que adore
ídolos hechos a mano.
XIV
Dijo Isacio con voz firme:
-yo solo adoro a mi Dios
y a su Hijo Jesucristo,
como nuestro Redentor.
XV.
y a su Hijo Jesucristo,
como nuestro Redentor.
XV.
-Crotato me llaman todos,
cristiano soy por la fe,
mi vida doy por Jesús,
y por su Iglesia que cree.
XVI.
No
cristiano soy por la fe,
mi vida doy por Jesús,
y por su Iglesia que cree.
XVI.
No
-!Apresad a esos traidores
que no vean la luz del sol!
!Encerrarlos en mazmorras
hasta que perjuren de Dios!
que no vean la luz del sol!
!Encerrarlos en mazmorras
hasta que perjuren de Dios!
XVII.
-¡Aquí tienes nuestras manos,
que no nuestro corazón;
átalas con fuertes cuerdas
que no nuestro corazón;
átalas con fuertes cuerdas
pues no renegamos de Dios!
XVIII.
XVIII.
Arrastrados a prisión,
los tres jóvenes soldados,
por la soldadesca son
empujados y apaleados.
XIX.
los tres jóvenes soldados,
por la soldadesca son
empujados y apaleados.
XIX.
En una fría mazmorra
los tres caen en oración,
piden al Dios Padre Bueno,
ser firmes en la aflicción.
XX.
los tres caen en oración,
piden al Dios Padre Bueno,
ser firmes en la aflicción.
XX.
De carne son por el siglo
cristianos según Dios,
cristianos según Dios,
no sienten miedo al castigo
ni al tormento ni al dolor.
XXI.
XXI.
A la mañana siguiente,
Daciano el gobernador,
sentado en el Pretorio
comienza su acusación:
XXII.
Daciano el gobernador,
sentado en el Pretorio
comienza su acusación:
XXII.
-!Míseros, mirad por vosotros!
!Sufrireis grandes suplicios,
si no adoráis a los dioses
seréis condenados en juicio!
XXIII.
seréis condenados en juicio!
XXIII.
-Tú
y tus emperadores,
reverenciad a vuestro dios;
nosotros solo adoramos,
a nuestro Señor Salvador,
XXIV.
reverenciad a vuestro dios;
nosotros solo adoramos,
a nuestro Señor Salvador,
XXIV.
también llamado Jesús,
Él dijo: yo soy la vida
Él dijo: yo soy la vida
quien cree en mí no morirá
y beberá el agua viva.
XXV.
XXV.
Daciano fuera de sí
no comprende esta postura,
y es tal la ira en su rostro,
que pierde la compostura.
XXVI.
no comprende esta postura,
y es tal la ira en su rostro,
que pierde la compostura.
XXVI.
A los tres jóvenes soldados,
de pronto manda azotar,
hasta que la sangre brote
y les haga escarmentar.
XXVII.
de pronto manda azotar,
hasta que la sangre brote
y les haga escarmentar.
XXVII.
Si Roma quiere seguir
dominando el mundo entero,
no se puede permitir
dominando el mundo entero,
no se puede permitir
que desobedezcan sus fueros.
XXVIII.
Los dioses han de ser adorados,
las costumbres preservadas,
por todos los ciudadanos
las costumbres preservadas,
por todos los ciudadanos
las leyes han de ser respetadas.
XXIX.
XXIX.
Mientras firmaba sentencia,
-así pensaba Daciano-
condenando a tres inocentes
a un martirio sanguinario.
XXX.
-así pensaba Daciano-
condenando a tres inocentes
a un martirio sanguinario.
XXX.
Se prepara una gran pira
en el gran foro de Alba,
con tres postes de madera,
y tres gavillas apiñadas.
XXXI.
en el gran foro de Alba,
con tres postes de madera,
y tres gavillas apiñadas.
XXXI.
Los tres jóvenes se miran,
atados de pies y manos,
recitan una oración,
se reconfortan callados.
XXXII.
atados de pies y manos,
recitan una oración,
se reconfortan callados.
XXXII.
El fuego avanza implacable,
sin que se oiga un lamento,
de pronto un canto armonioso
suena en ese momento.
XXXIII.
sin que se oiga un lamento,
de pronto un canto armonioso
suena en ese momento.
XXXIII.
Las llamas no queman más
a aquellos cuerpos gloriosos,
pues por encima del fuego,
aparecen victoriosos.
XXXIV.
a aquellos cuerpos gloriosos,
pues por encima del fuego,
aparecen victoriosos.
XXXIV.
De pronto un gran resplandor,
más fuerte e intenso que el sol,
aparece entre las llamas,
causando un gran estupor:
XXXV.
más fuerte e intenso que el sol,
aparece entre las llamas,
causando un gran estupor:
XXXV.
Una Señora radiante,
sonríe a los tres soldados,
lleva un hijo bajo el brazo
y un cetro en la otra mano.
XXXVI.
sonríe a los tres soldados,
lleva un hijo bajo el brazo
y un cetro en la otra mano.
XXXVI.
Hincan sus rodillas en tierra
las gentes ante este suceso,
alabando a la Señora,
por vivir este momento.
XXXVII.
las gentes ante este suceso,
alabando a la Señora,
por vivir este momento.
XXXVII.
Más allá de los confines
el suceso se extendió:
La Virgen del "Buen Suceso"
así se la proclamó.
XXXVIII.
Viendo el pérfido Daciano,
que el fuego no les quemó,
mandó fuesen maltratados
que el fuego no les quemó,
mandó fuesen maltratados
y después decapitados.
XXXIX.
XXXIX.
Leznas y cañas cogieron,
y por las uñas metieron,
a los tres heroicos soldados,
cuya sangre esparcieron.
XL.
y por las uñas metieron,
a los tres heroicos soldados,
cuya sangre esparcieron.
XL.
Después de este vil martirio,
les mandó decapitar,
rodaron sus tres cabezas,
y la sangre por igual.
XLI.
les mandó decapitar,
rodaron sus tres cabezas,
y la sangre por igual.
XLI.
El pueblo se sublevó
con motines y desacatos,
después de ver el martirio,
de Apolo, Isacio, y Crotato.
EPÍLOGO
Esta es la verdadera historia,
de Apolo, Isacio y Crotato,
los tres valientes soldados,
que padecieron martirio
con la Virgen a su lado,
y el Niño Jesús en sus brazos.
Hoy por la Iglesia son reconocidos,
festejados, venerados, y queridos,
con motines y desacatos,
después de ver el martirio,
de Apolo, Isacio, y Crotato.
EPÍLOGO
Esta es la verdadera historia,
de Apolo, Isacio y Crotato,
los tres valientes soldados,
que padecieron martirio
con la Virgen a su lado,
y el Niño Jesús en sus brazos.
Hoy por la Iglesia son reconocidos,
festejados, venerados, y queridos,
como Santos Mártires de Abla.
En su frente la corona del laurel,
y la palma del martirio en la mano.
Los tres Santos martirizados,
En su frente la corona del laurel,
y la palma del martirio en la mano.
Los tres Santos martirizados,
Patronos de Abla, los bien amados...
Este es "El Gran Suceso"
que sucedió en nuestro pueblo.
Este fue el acontecimiento,
que a su Patrona dió nombre:
La Virgen del Buen Suceso.
Antonio González Padilla
Este es "El Gran Suceso"
que sucedió en nuestro pueblo.
Este fue el acontecimiento,
que a su Patrona dió nombre:
La Virgen del Buen Suceso.
Antonio González Padilla
Maravilloso Trabajo, Antonio.🎵🎼🎶
ResponderEliminarEspero lo disfrutes. Un abrazo
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