!Adelante, portadores!
!Semana Santa de Abla!
¡Qué entre calles empedradas
balcones y casas blancas,
procesionas a tus imágenes
y elevas una plegaria
y elevas una plegaria
de súplica y esperanza!
!Qué el mundo sepa que aquí
la gente reza con alma,
la fe que un día recibió
como una perla que guarda,
muy dentro del corazón!
!Semana Santa de Abla!
que procesionas con fe:
!Qué el Cielo oiga tu plegaria!
1
!Escuchadme los de ahí abajo,
sé lo que estáis soñando!
sé lo que estáis soñando!
¡Levantad el mundo...
que
os contempla ensimismado!
!Hacedlo
con desparpajo!
que
vuestros hombros y rodillas
os
eleven..., hasta el calvario,
que
allí está el dolor y el aguante
de
un Dios-Hombre ajusticiado.
Que
después de la levantá,
con esfuerzo, y con sudor,
os
llegue la gloria dada
de
Jesús el Redentor.
2
!Adelante
fervientes mensajeros!
que
vuestros hombros soporten
la
carga de ese madero,
pues
en él va expiando su pecado
el mundo entero;
ayudadle
a llevar el peso,
a
repartir ahí abajo, con denuedo,
el
escarnio y el sufrimiento,
solidarios
en el temor del Nazareno,
que sintió pavor en su cuerpo,
del
hombre que siente miedo
a
beber ese amargo cáliz,
que
no rechazó en el huerto.
3
!Adelante portadores!
que
aflore la fe que un día
sembró la fe bajo el palio
a la luz de los faroles.
!Hacedlo
por vuestros padres
que
os miran con alegría!
y
esperan de vuestro esfuerzo
de
vuestro sudor y rezos,
que
el mundo se salvará
con
solidaridad y esfuerzo.
!De
frente portadores
con
los pies acompasados!
que
en ese palmo de suelo,
seguid los pasos dados
por los que nos precedieron.
por los que nos precedieron.
Ahí
está la fe del pueblo,
el
mismo que os contempla
con
envidia, por supuesto,
pues
ahí abajo van todos,
soportando
todo el peso,
soportando
vuestro esfuerzo.
4
Ya
sé que eleváis promesas
por
la enfermedad del hijo,
por limar desavenencias
entre
el vecino o el amigo;
por suavizar asperezas
y quitar maledicencias
y quitar maledicencias
que
generan los conflictos,
por soluciones impuestas.
Ya
sé que cada paso,
es
un rezo entrelazado,
una
súplica...
un
reclamo de humildad,
una
oración, un deseo,
que
forman un escapulario
con
la Virgen del Calvario.
5
!Pedid, a quien tuvo sed,
que haya agua para el campo,
sediento está esperando
una nube que lo cubra
y enjugue su triste llanto!
que haya agua para el campo,
sediento está esperando
una nube que lo cubra
y enjugue su triste llanto!
Que no hiele la cosecha
a los que con entereza,
a los que con entereza,
han sembrado con sudor,
y trabajado la tierra,
para
que tallos y brotes
germinen,
en regados surcos de ilusión.
en regados surcos de ilusión.
6
¡Adelante portadores!
sabemos
que vuestros pies
cansados por los dolores,
son
los pies del Nazareno
aquellos que nos acercan
la
noticia del Dios Bueno.
Son
vuestros pies los que juntos
caminando
palmo a palmo,
los
que levantan su imagen
y
acercan sus pies clavados,
a
los balcones floridos
de claveles y geranios,
con sus pétalos esparcidos
como lágrimas: ¡lloran
en torno a un trono sufrido,
en torno a un trono sufrido,
al escuchar una saeta,
al
Cristo crucificado,
que
es canto, súplica y grito!
7
!Hacedlo
por vuestros padres
por
nuestros antepasados!
prosigamos
su camino,
que
con fe nos enseñaron,
a
buscar desde este trono,
ese
trocito de cielo,
que
como cruz de guía,
alumbra quien está ciego,
la
senda que hay tomar
distinguiendo la luz y el día,
de la
noche y la oscuridad.
8
¿Pues
acaso no sabéis
que
la Virgen no va sola
le
acompañan las manolas
con sus rezos y sus silencios?
Su
manto bordado en oro
y los varales al viento
cubren un corazón deshecho
roto por el tormento:
la pérdida del hijo muerto
muestra al mundo su dolor,
muestra al mundo su dolor,
la maternidad,
y el
misterio del amor,
el sufrimiento,
el sufrimiento,
la soledad, el perdón.
9
Y Juan, su discípulo amado,
va
mostrando con su mano,
por
dónde va el Hijo amado
por
Calle Real va pasando
camino
los Granadillos,
allí
encontrará a su Madre
en
la Cruz de los Caídos.
Y
será a las tres en punto
cuando
entre crespones negros,
entregue
el último aliento,
el hombre que dio su vida
por el primer mandamiento.
por el primer mandamiento.
10
Mientras el cielo se cubre,
un tambor redoblará,
un tambor redoblará,
con cadencia sepulcral
la
muerte del inocente,
que
el pueblo nos mostrará
con
crespones emergentes
en enseñas de hermandad,
y
con lágrimas en los ojos
musitará una oración,
a ese Cristo que ha expirado
su último aliento doliente.
a ese Cristo que ha expirado
su último aliento doliente.
11
!Portadores!
Que el canto de la bocina
Que el canto de la bocina
con su sonar plañidero,
no
se quede en vuestros oídos
sino que cale muy adentro.
Que os llegue a vuestras entrañas,
donde no anide el olvido
y quede todo en el alma,
Que os llegue a vuestras entrañas,
donde no anide el olvido
y quede todo en el alma,
donde pervive el recuerdo
y
vibre con vuestro cuerpo,
por
llevar en vuestros hombros,
como
buenos cireneos,
la
Cruz del Nazareno.
Y
en "El Paso" por la plaza,
cuando
encuentre a la Verónica
y
su rostro quede impreso
en
su paño ensangrentado,
sintáis
con el pueblo entero,
entre
la cera y el incienso,
orgullo de ser agraciados
orgullo de ser agraciados
por
tan sublime gesto.
12
!Semana
Santa de Abla!
¡Qué entre calles encaladas
con balcones y casas blancas,
procesionas a tus imágenes
y elevas una plegaria
y elevas una plegaria
de
súplica y esperanza!
!Qué el mundo sepa que aquí
la
gente reza con alma,
la
fe que un día recibió
como
una perla que guarda,
muy
dentro del corazón!
!Semana
Santa de Abla!
que
procesionas con fe:
!Qué
el Cielo oiga tu plegaria!
antonio gonzález padilla