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miércoles, 19 de octubre de 2011

EL REAL MADRID Y SUS PEÑAS



Nadie duda que el Real madrid es uno de los club mas prestigiosos del mundo. Su historia así lo atestigua. Pero el prestigio y la grandeza de un club no solo se mide por las gestas y títulos conseguidos, -al alcance de muy pocos- sino en cuidar los pequeños detalles, que no por pequeños, son menos importantes. Esto es lo que hace que el Madrid sea grande de verdad.
Me refiero al trato que el Real Madrid C F da a sus peñas y socios simpatizantes, en concreto la Peña madridista del Esparto de Fiñana (Almería), en la ubicación que le asigna a sus socios cuando viajamos para ver en directo y en nuestro estadio al primer equipo. Como Presidente de dicha peña, me pregunto -y espero que alguien me responda- por qué se nos sitúa en la ultima fila del cuarto anfiteatro en el reciente viaje efectuado para el partido Real Madrid-Betis, habiendo solicitado las entradas para el tercer anfiteatro, en el plazo requerido por el club?. El cuarto anfiteatro consta de 12 filas, siendo ésta la última: ¿por qué no se nos ubica en la fila 2 o 3 o 5? pues no; siempre en la última y ya van dos partidos que ocurre lo mismo. No nos vale la excusa de que es más difícil situar un colectivo numeroso que a individuos particulares, pues no hemos exigido estar todos juntos y se nos ha colocado en diferentes filas, siempre las últimas. Si hay que beneficiar a alguien que sean los peñistas -incondicionales con el equipo- antes que a  los particulares que asisten de forma esporádica a los partidos. Así es como lo vemos. ¿Acaso no amamos y sentimos los colores del Madrid como el que más? Había que ver la cara de frustración de niños y mayores -dos de los cuales-  no pudieron subir hasta sus asientos, por el vértigo que les causaba la altura; tuvieron que ver el partido de pié, reclinados en la baranda del 4º anfiteatro.
Sirva como ejemplo ilustrativo lo sucedido en la temporada pasada. La Peña organizó un viaje para el partido Real Madrid -Almería, en el puente de la Inmaculada: ¿a que no aciertan dónde nos situaron? Pues en la última fila del 4º anfiteatro. !Bingo! Después de efectuar un viaje en autobús de 1000 kilómetros, saliendo a las 6 de la mañana desde Almería y volviendo esa misma noche después del partido, a nuestra tierra.  Pero eso no es todo. La mitad de los socios que viajaron con la peña, cogieron un resfriado de órdago, entre los calefactores de frente y el frío gélido de Madrid que penetraba hasta los huesos entre el último asiento y las vallas metálicas del Lateral Este del estadio.
Así es muy difícil crear afición y mantener a los aficionados con ilusión y alegría. Queremos creer que todo ha sido fruto del azar  y que no ha habido intencionalidad malévola. Es posible que haya razones estructurales que desconocemos, pues que nos las expliquen. No queremos un trato especial diferenciado de las demás peñas, sino igualdad de trato y de oportunidades. Seguiremos queriendo y amando a nuestro Real Madrid, -a pesar de todo- pues aunque nos sitúen en las "estrellas", -valga la metáfora- nuestra luz tardará un poquito más en llegar, pero -aunque tenue- llegará.
  




NB Felicidades a todos los madridistas por el magnífico partido contra la bestia negra del  O.LYON. En concreto mi felicitación para Karin Benzema, excelente jugador.

martes, 18 de octubre de 2011

¿Es difícil creer en Dios?





CREYENTES, AGNÓSTICOS, Y ATEOS

En los tiempos que corren, uno se interroga  por qué es tan difícil y complicado creer en Dios. Hay tantas cosas en este mundo que no podemos entender, que con frecuencia la gente duda de la existencia de Dios porque no entienden o no están de acuerdo con las cosas que Él hace o permite. La búsqueda de Dios es cada día mas difícil en un mundo secularizado, materialista, consumista y en una sociedad superficial, insolidaria e individualista, que solo busca el placer inmediato. Sin embargo nada de lo que somos actualmente se entiende sin una referencia a nuestras raíces cristianas. La modernidad ha supuesto una crisis en las creencias religiosas, ya iniciada en el siglo de las luces y seguida por los llamados "filósofos de la sospecha": Marx, Nietzsche y Freud.

El creyente es aquel que tiene como referente a Dios,en quien confía ciegamente y con el que establece una relación personal de amor, de acuerdo con el modo de entender la vida, la cultura, la tradición, y la historia. Es aquel que afronta su relación con Dios y con los hombres, mediante una alianza que implica un compromido en el conocer, actuar y esperar, que impregna la totalidad de su vida sin "aparcar los problemas mas profundos para después". También es, quien duda, zozobra y comete errores en su fe. Nadie en esta vida está seguro. La certeza que busca la filosofía, no se da en la religión. La naturaleza no es sólo la realidad referencial con la que se relaciona el hombre desde un saber utilitario e inmanente, marcado por la curiosidad y la evaluación, sino que aparece también como una realidad prepotente y absoluta que suscita admiración y temor, fascinación y reserva. La religión pretende ofrecer una interpretación global del hombre, como la filosofía, pero sin dejarse limitar por la racionalidad y la inmanencia. De ahí que se postule una comprensión original de la realidad misma, y se busque una referencia trascendente y divina para explicarla. La infundamentación del mundo y del hombre, su contingencia, lleva a buscar una referencia última, absoluta, desde la que explicarla y relacionarla con el hombre. En el creyente hay luces y sombras fruto de la incertidumbre de su destino mas allá de la muerte. La religión es hija del deseo, de la carencia y de la esperanza, y no sólo una construcción de la razón. No es necesariamente anti-racional, pero tampoco permanece dentro de los límites de la razón, aunque ofrece a ésta tópicos y problemas a discutir. Su seguridad radica en una cierta "certeza" de sentirse protegido por Dios, aunque la praxis del creyente sea poco edificante y moralmente poco ejemplarizante.
Socialmente -la mayoría de los creyentes- se declaran religiosos pero viven  la religión de forma contradictoria entre su fe y sus obras. No van a la iglesia, aunque sí a las procesiones; tampoco eligen la religión para sus hijos, etc. La sentencia del evangelio "por vuestras obras se os conocerá", es mas bien un deseo que una realidad. La religión se ha convertido mas en una fiesta folklórica, que en una verdadera "religación con Dios".

Tampoco el ateo es ejemplo de altruismo, solidaridad y diálogo. Las mismas "razones" que tiene el creyente para creer, tiene el ateo para no creer; o sea, ningunas. Las mismas certezas, dudas e indecisiones afectan a ambos. Es un salto en el vacío sin saber la dirección, o un camino lleno de dudas, incertidumbres, y desalientos, cuya meta desconocemos. Se impone tolerancia y respeto para creyentes y no creyentes. Nadie es mejor que el otro. A ninguno se le distingue por sus creencias, sino por sus actos; en uno y otro grupo hay gente buena y menos buena. Unos creen en Dios, otros en el hombre; unos en en la trascendencia, otros en la inmanencia. El creyente y el humanista no se excluyen, no son actitudes contradictorias sino complementarias; solo que sus principios y paradigmas tienen fundamentos opuestos.

Otra cosa es el agnosticismo para quien Dios no puede ser objeto de conocimiento, porque el hombre no posee los instrumentos necesarios para conocerle. Su actitud me parece más intelectualmente honesta que la del ateísmo. El ateísmo declara que Dios no existe -una posición improbable empíricamente. Mientras que el agnosticismo declara que la existencia de Dios no puede ser probada o negada -que es imposible conocer si Dios existe. Desde esta posición, totalmente de acuerdo con el agnosticismo, ya que la existencia de Dios no puede ser empíricamente probada o negada. "Por eso, la filosofía y la religión han tenido una relación compleja y conflictiva, al menos en nuestra cultura occidental. La filosofía en cuanto saber reflexivo, crítico, racional e inmanente, que evalúa y analiza los otros saberes humanos, ha interpelado y, frecuentemente, descalificado la validez del saber religioso y las funciones ejercidas por la religión. El ateísmo y el agnosticismo son dos de las expresiones fundamentales de la impugnación de la religión, aunque ambas no se reducen a planteamientos filosóficos, sino que forman parte de una postura más amplia y existencial, en la que se combina tanto la justificación teórica como la actitud práctica. La fe no es algo puntual, aunque una experiencia concreta puede ser decisiva en la vida de una persona, sino que se inscribe en el entramado biográfico y procesual de cada creyente. En realidad tanto la creencia religiosa, como la increencia, en su versión agnóstica o atea, responden a un proceso existencial y no se reducen a la aceptación o no de una determinada prueba o justificación de la existencia de Dios" Cfr. Estrada, Ciencia, Filosofía, Religión.
Cuando se habla sobre estos temas religiosos, nadie en este mundo está seguro de nada: se cree o no se cree. Pero lo que realmente importa no es ser ateo, creyente o agnóstico, sino respetar todas las ideas y creencias y ser tolerante con los que no piensan como tú.





viernes, 14 de octubre de 2011

PLATÓN (III)





Frente a estas dos críticas fundamentales, Platón propone como paradigma la imagen del verdadero filósofo a la que conduce el camino de la verdadera educación ("paideia"), que expone después de eliminar estas dos objeciones; (desde 503-d hasta finales del Libro VII).
A pesar de estas objeciones, los filósofos deben ser guías del Estado. El medio ambiente histórico no justifica el no asumir esta responsabilidad política. Esta idea la ilustra Platón en una famosa imagen relacionada con la navegación (488-489-a 2). Compara la "polis" con un navío, imagen simbolizada por el poeta Alceo. La nave es guiada por un capitán superior a todos en grandeza y fuerza, pero con deficiencias visuales, auditivas y de navegación. Los marineros están en discordia entre sí y todos quieren ser piloto, pero ninguno ha aprendido a serlo ni maestro que el enseñara. Unos y otros exigen al capitán que les entregue  el timón y hasta lanza a sus rivales por la borda por tal de conseguirlo. Llega al límite de emborrachar al capitán para ponerlo fuera de combate y hasta de drogarlo, con el fin de apoderarse de la nave, banquetear y beber a mansalva. Para ellos, éste es el verdadero arte de navegar: saber como hay que llegar hasta los remos, pero no como hay que moverlos. Esta imagen muestra la crítica que hace Platón a la "polis" donde no hay espacio para el verdadero filósofo al que considera un inútil. En su imagen no se alude al pueblo, aunque se vislumbra como trasfondo al hablar de los marineros. El saber es condición imprescindible para la guía del Estado, aunque lamenta que la masa es incapaz de saber y reconocer esta superioridad. Acentúa además que la "politiqué tecné". El saber sobre el Estado, es un técnica enseñable Gorgias (464-b) Y además, que su relación con el Estado está por encima de toda ciencia. La ciencia de la "polis" es la mas digna y ha de ser eminentemente práctica. La filosofía así es ciencia del Estado y los filósofos son los sabios navegantes de la "polis". Difiere de Tucídides, para quien llegar al poder y mantenerse es la función del político. Para el filósofo político  sería inmoral, puesto que él no busca las despensas del Estado, sino que  ha de ser llamado a gobernar como el médico que es reclamado por el enfermo. Otra cosa es que la "polis" se reconozca como enferma.