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lunes, 3 de octubre de 2022

Desayuno de Trabajo




No somos ingleses, gracias a Dios, pero los imitamos. Desayunar con la señora huevos con bacon, es una de las gozadas más agradables para empezar a trabajar o hacer el vago durante el resto del día. Algunos consideran una horterada fotografiarse desayunando con su esposa, como es el caso de nuestro presidente de gobierno Señor Pedro Sánchez. Y lo es en lo estético y en lo ético, que como sabemos, van juntos. No por el hecho en sí de disfrutar de dicho momento, sino por hacerlo en un despacho al fondo, dando a entender que el trabajo es lo primero y que lo del buen yantar es secundario. Gruesa equivocación. Churchill, -primer ministro de su Graciosa Majestad durante la Segunda guerra mundial- era un amante de los huevos con bacon dando una importancia relevante al desayuno como comida principal del día, aunque no le gustaba desayunar con su esposa porque siempre le preguntaba durante el desayuno si asistía a los oficios religiosos, eso sí, lo de dejar de fumar puros a esto no se atrevía la Señora.

Durante el reciente viaje a Portugal, los desayunos en nuestro hotel eran copiosos y ricos en variedad, como corresponde a un buffet libre. A ninguno de nosotros se nos ocurrió echarnos fotos durante esta primera obligación a las 7,30 horas de la mañana. Afanados por llenar el plato con huevos, bacon y toda clase de repostería, apenas había tiempo para lo superfluo y sí para lo necesario. Tampoco había tiempo que perder para llenar la taza de café con leche, aunque algunos con el platillo como soporte y la cucharilla dentro de la taza, se afanaban por acumular toda clase de frutas apropiadas para el buen tránsito intestinal e ir al baño como Dios manda. Como la mayoría somos jubilados, tampoco necesitamos leer los periódicos diariamente para estar informados sobre la actualidad y tomar decisiones importantes, que no sean las de qué hay que hacer durante el día para no aburrirse- por esto de que primamos el ocio antes que el negocio-, cosa, que nuestro presidente preocupado por las encuestas, y esas cosas de suma importancia para él, ha de hacer. Mientras, su Señora esposa lee el Financial Time, para aprender economía y poder así llegar a fin de mes, aunque los mal pensados -entre los que me encuentro -  deducimos, que al no saber inglés es más una pose que una realidad. Pero ya se sabe, que lo importante para los políticos es el parecer no el ser. Sea como sea, la foto nos muestra un verdadero desayuno de trabajo a la vez que tranquiliza a la ciudadanía, hasta cierto punto. ¿Hay algo peor que esto? Naturalmente que sí. Los españoles podemos estar tranquilos -yo entre ellos- que después de una noche agitada de insomnio en la Moncloa, nuestro presidente aparezca en la foto desayunando con Pablo Iglesias. ¡Eso sí que es inquietante!






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