según la escala de Mohs;
así es el rostro de Sánchez
Doctor "cum fraude"
llamado “el plagiador".
Presuntuoso engreído
sin corazón ni cabeza
actor de su propia peli
"narciso" prestidigitador.
Cabeza hueca iletrada
sin contenido ni letra
cabeza hueca de “nada”
de oficio: "embaucador".
En su larga verborrea
no hay ninguna idea válida
que no sea relacionada
con ambición desmesurada.
La soberbia es su virtud
que oculta su mayor defecto
su inmensa inseguridad
esconde su bajo precio
y hace de la propaganda
mentira y futilidad.
Un trasto inútil, total.
Antonio González
N.B. El contenido de este poema es originario del artículo de Itzu Díaz titulado:
Sánchez empieza a aburrirse (23/9/22), en Libertad Digital. Yo Solo me he limitado a añadir algunas palabras para ponerle rima.
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