Ese Madrid tabernario
que se ha inventado Tezanos,
ha sido la peor torpeza
de un sociólogo sectario.
Vio tabernarios y fascistas
en contienda electoral,
donde solo había ciudadanos
dispuestos para votar.
El discurso antifascista
en campaña electoral
ha sido la gran patraña,
que nadie bien informado
puede creer y aceptar;
pues solo veían fascistas
en lugar de ciudadanos
con ganas de trabajar.
Un fracaso impresionante
que Sánchez el arrogante
no quiere ver y aceptar:
la victoria siempre es suya
la derrota..., de los demás.
Su prepotencia y orgullo
y esa falta de humildad,
le hace ser un ególatra,
para poder gobernar.
Aquí solo hay un responsable
un presidente desnudo,
un Señor llamado Sánchez
un líder impresentable,
un propagador creído
inestable y compulsivo,
que se idolatra a sí mismo
víctima de su propio egoísmo;
que vive bajo la loa
de una corte de palmeros,
con Ivan Redondo, el primero.
Al profesor Gabilondo,
metafísico honesto,
soso, pausado y sabiondo,
le han culpado del fracaso
como chivo expiatorio:
su pecado fue ser dócil,
y dejarse engatusar,
seguir consignas ideológicas
contrarias a su honestidad,
contrarias a su ideal.
Hoy, a causa de una arritmia
se encuentra en el hospital,
su corazón se ha alterado
harto de insidias sin más.
A Joaquín Leguina y
a Nicolás Redondo
le han abierto un expediente,
por hacerse una foto
con la Ayuso Presidente.
¿Por disentir libremente
del Sanchismo dirigente?
¡Claro está!
El fracaso del PSOE
en contienda electoral
no afecta a Madrid sin más,
si así lo entiende "el sanchismo"
ya tiene un problema más:
cambiará la dinámica
de la España racional.
El tiempo nos lo dirá.
Antonio González
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