Cielo y Nubes
No hay cielo azul más bonito,
que aquel de mi pueblo, Abla:
durante el día añil brillante,
y por la noche, negro azabache.
Doncellas blancas de nubes
mezcladas entre algodones,
celebran sus esponsales
en acrobáticas uniones
de figuras emergente movidas,
por un viento indiferente.
En su palacio la aurora
En su palacio la aurora
despierta así a los sentidos
e invita a todas horas,
a reclinar el espíritu
entre algodones mullidos.
a reclinar el espíritu
entre algodones mullidos.
Una nube negra
enfurecida y ruidosa,
enfadada,
enfadada,
por no haber sido invitada,
irrumpe en mi contemplación
gozosa,
y rompe así la armonía
cambiando la algarabía,
por un nupcial canto
de impetuoso llanto.
Antonio González