La historia de la filosofía nos muestra una cantidad de anécdotas de los filósofos que son tan enriquecedoras como sus propias ideas o teorías.
Hoy quiero compartir con vosotros, ciertas anécdotas que cuentan de la vida de Diógenes (412a.C. 323a.C.) , discípulo de Antístenes, que a su vez lo fue de Sócrates. Pertenecía a la Escuela Cínica cuya característica principal consistía en vivir conforme a la virtud y rechazar la Ciencia, la riqueza y los honores de este mundo. No escribió nada: Su vida y su ejemplo lo dicen todo.
Cuentan que nuestro filósofo se pasaba el día con una linterna buscando por las calles de Atenas al "hombre " y que nunca lo encontraba. Un día observando a una esclava Tracia beber agua en la cuenca de sus manos, rompió la escudilla de barro donde solía beber por no serle útil: Así de desprendido era nuestro filósofo.
Estando de visita en la ciudad el emperador Alejandro Magno, preguntó a su séquito si conocían a algún hombre que fuese justo y desprendido de los placeres del mundo. Todos respondieron que ese hombre se llamaba Diógenes. Quiso conocerlo el emperador en persona y mandó que se lo presentaran.
Inmediatamente se dirigieron a la casa de Diógenes, que no era otra sino un tonel donde se guarecía de las inclemencias del tiempo. Alejandro Magno se dirigió a él diciéndole: "Diógenes me han dicho que eres un hombre austero y desprendido y que no envidias todo aquello que la mayoría de los mortales desean poseer en éste mundo: riqueza, honores, poder, mujeres. Pues bien, todo eso te lo ofrezco si reconoces mi autoridad y me lo pides." Después de un pequeño intervalo de tiempo, respondió Diógenes, sacando la cabeza del tonel: "Sí, apartarte, que me estás tapando el Sol",
contestó el filósofo de malas maneras al que era ya el dueño de Grecia.
No en vano, según la leyenda, el macedonio no solo aceptó el desplante
sin enfadarse, sino que le mostró su máxima admiración: "De no ser
Alejandro, yo habría deseado ser Diógenes".
Moraleja: "No es más feliz quien más tiene sino quien menos necesita".
Moraleja: "No es más feliz quien más tiene sino quien menos necesita".