Translate

jueves, 17 de julio de 2025

La Feria de Ganado en Abla





Hablar de la Feria de Ganado de Abla para cualquier niño hijo de agricultor de los años 60, es evocar recuerdos placenteros.  Hombres y ganado se reunían una vez al año en común simbiosis para  una tarea común: la de aportar al campo su mano de obra más importante para las tareas más imprescindibles y necesarias. 
La primera Feria de Ganado de Abla de la que tenemos noticia se remonta al año de 1887. Como todas las ferias de ganado, ha experimentado una evolución de acuerdo a la revolución industrial y a la propia evolución de la sociedad, por lo que este tipo de feria ha adquirido un sentido muy distinto a lo que fue.
Antiguamente las ferias de ganado estaban asociadas a la trashumancia, es decir al desplazamiento estacional de los rebaños. Los rebaños, ya sean equino, bovino, ovino o caprino, se desplazaban entre los llanos a la montaña, al llegar la primavera y el verano, y a la inversa, de la montaña a los llanos durante los meses de otoño, buscando los pastos apropiados y el clima más favorable para  el bienestar del rebaño.
En el recorrido que hacían los pastores, se aprovechaban los cruces de camino para establecer una feria. Allí no solo se vendía o compraban animales, sino que también se contrataban pastores o se surtía al rebaño de cencerros muy necesarios para su control y seguridad. La situación geográfica de Abla,  entre valles, ríos y montañas, predispuso a Abla como población idónea de feria de ganado.
A mediados de octubre, la "Cañá el Gitano" -un lugar estratégico a la entrada del pueblo- se poblaba de toda clase de animales de todo pelaje, para ser expuestos ante una abigarrada multitud de tratantes, ganaderos y campesinos, venidos de todas las partes de la comarca más cercanas de la zona, para comprar o vender asnos, mulos o ganado ovino y caprino  -animales imprescindibles para las labores más pesada del campo-, y materia prima para el consumo de carne o para la producción y elaboración de productos lácteos.
A partir de los años 90, la emigración del campo a la ciudad y la mecanización de maquinaria industrial agrícola, eliminó de un plumazo los animales de tiro y carga del campo para ser sustituidos por tractores de tracción mecánica. La feria de ganado animal dejó de tener sentido y se transformó en una fiesta local más entre las fiestas de abril  y las fiestas Navideñas. En nuestros días, solo queda el nombre de Feria de Otoño como un eco efímero de un pasado que nunca volverá a ser lo que fue.




No hay comentarios:

Publicar un comentario